Hate. [THORKI]

Eight Day Pt. 2

Loki miró el suave amanecer de Nueva York, era bastante aceptable pero no tenía comparación con el de Asgard, con sus tonos melocotón y celestes en ese cielo amplio, casi irreal.

Sentía un nudo en el estómago, el solo pensamiento de volver a Asgard lo agobiaba. ¿Cómo podría enfrentarse a Odín sin renunciar por completo a su plan? ¿Cómo continuar sabiendo que ese hombre conocía sus sentimientos, y aún así lo había censurado toda su vida? ¿Por qué, si tanto problema representaba Loki en su vida de dorados pisos y altas torres, no lo descartó desde el principio?

Supuso que fue por su madre... Frigga.

¿Sería propio llamarla así aún? Loki no sabía, pero era difícil concretar un modo de actuar con una mujer que lo hizo el hechicero que era en la actualidad, una mujer que potenció sus habilidades y siempre tuvo una palabra amable para él, la madre y la reina de Asgard, que parecía quererlo más a él que al propio príncipe heredero, sangre de su sangre.

Sintió una mano en la curva de su espalda, el aroma casi irrespirable de veneno lo hizo fruncir el ceño.

"Deberías estar recostado, Thor."

El rubio lo ignoró, mirando también el amanecer. Sabía que estaba pensando en algo, quizás en la hechicera que lo había profanado tan fácilmente el día anterior, ya suelta en una de esas calles de Midgard, con su plan concretado.

"¿Cómo podría pedirte eso?"

Las palabras del dios del trueno sonaron frágiles, Loki no se atrevió a mirarlo, el nudo en su estómago volviéndose cada segundo más pesado.

"¿Pedirme qué?"

"Que sacrifiques tu vida. ¿Cómo podría pedírtelo? ¿Con qué autoridad? Mi gente masacró a los tuyos, atribuyéndose una gloria dorada que duraría años, mi propio padre te tomó como trofeo, y se rehusó a dar explicaciones, Asgard te despreció y te humilló porque eras diferente... Yo... Yo te aparté, porque prefería estar lejos de ti a tener que adaptarme a ti. No hay nadie que merezca menos tu bondad que yo."

Loki lo miró, con esos orbes esmeraldas aún más brillantes por la luz del sol. Thor estaba pálido, parecía haber bajado de peso o la languidez le daba ese aspecto, sus ojos eran dos charcos azules en bolsas negras que enmarcaban su rostro. Para él, la verdadera pregunta era, ¿cómo podría rehusarse a siquiera intentar devolverle la vida?

"Eso es cierto. No mereces mi bondad."

Thor bajó la mirada, un pequeño suspiro de alivio lo dejó, como diciendo que podría morir tranquilo ahí y ahora. No.

Loki tomó su mano izquierda, volteándose ligeramente. Su cuerpo parcialmente pegado al del rubio parecía hasta reblandecerse.

"Pero no puedo dejar que mueras, Thor. Si mueres... ¿Qué queda para mí?"

"La vida entera, Loki."

"No podría vivirla si no te tengo."

Thor dejó salir una pequeña risa, su mano reptó del hueco de la espalda a la cadera del príncipe.

"Si lo que necesitas es el beneficio de mi presencia para vivir..."

"¿Beneficio?"

"El beneficio que trae estar a lado del príncipe heredero."

Loki frunció el ceño, con una mueca que reflejaba decepción profunda. Se separó del rubio y se adentró en la habitación, mirando las maletas llenas de libros que Strange le había llevado más temprano.

"¿A qué te refieres con eso? ¿Que te estoy manteniendo con vida para beneficiarme? ¿Para vivir tranquilo sabiendo que matarías a cualquiera que se atreva a oponerse a mí? ¿Que por dejarte vivo tendría torres altas y doradas el resto de mi vida?"