Fourth Day.¹

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"Estaba a punto de casarme con ella."

Loki asintió, en busca de más información que él ya sabía, pero de la cual necesitaba una confirmación.

Thor se movió por la vacía biblioteca, escuchando de fondo las conversaciones amortiguadas de los invitados del piso de abajo quienes de a poco se iban retirando al ser demasiado tarde ya. Loki tenía un candelabro sostenido en su mano izquierda, mientras con la derecha ojeaba un antiguo libro lleno de polvo.

"Padre de Todo descubrió que ella estaba hechizándome..." -Murmuraba Thor- "... Y la desterró sin más. Pasó hace casi doscientos años, hermano."

El hechicero lo recordaba como si hubiera sido el día anterior, sin embargo, y aún podía ver el cabello dorado de Amora brillar bajo la luz del sol de Asgard una última vez, cuando la desterraron.

Amora era una mujer bastantes años mayor que ambos príncipes, pero de una belleza incalculable y una simpatía que la hacía parecer infante. Todos habían confiado en ella desde el inicio, pero a Loki lo alarmó que Thor intentara casarse con ella.

Para el rubio lo más importante era la guerra y sus recompensas. Mentalmente aún estaba inestable para casarse y echar niños al mundo, Loki lo sabía y no lo juzgaba, por lo que supuso que Amora había hecho alguna treta para ganarse el reino de Asgard y el corazón de su hermano con rapidez.

Cuando la desterraron supo que quizás fue un castigo equivalente a un arma de doble filo. Ellos no sabían donde estaría Amora, pues era muy poderosa, lo suficiente para ocultar su existencia de los sabios ojos de Heimdall, y tirar a semejante pieza de hechicería podía causar una épica venganza.

Loki sólo tenía la ecuación con la incógnita, pero algo significaba, era un avance.

Thor tomó a su hermano de los hombros cuando vió su mirada perderse entre las esquinas del cuarto. Estaba preocupado de que, de ser posible que Amora fuera parte importante de la situación, Loki no pudiera hacer suficiente para descifrar todo lo que pasaba. Quizá Jane Foster ya les dió suficientes problemas.

"Iré a Midgard, llevaré a Jane con unos amigos que la cuidarán y buscaré a Amora. Si estás en lo cierto y ella aún recorre por ahí, evitaré que haga más maldades."

"Enorme simio, en qué demonios piensas?"

Los incrédulos ojos de Loki lo inspeccionaron, Thor volvió a sentirse como un tonto pero ni siquiera adivinaba el por qué.

"Necesito descifrar esto, quizás sea perjudicial para Asgard."

"Es más perjudicial para Asgard que ella siga aquí." -Bramó Thor.

"Y la llevarás a un mundo donde la gente puede morirse de susto? Bravo, excelso."

Thor se agarró del cabello, no entendía la mitad de las cosas que salían de la boca de Loki y la otra mitad, incluso entendiéndolo, lo confundían más.

El hechicero se cruzó de brazos, Thor suspiró y se sentó, rendido, en un diván donde usualmente su madre descansaba. Estaba agotado por alguna razón, quizás la agitada tarde del día anterior más la cena y todo en síntesis, pero su pecho parecía estallar con los latidos de su corazón desenfrenado, y pronto sólo le quedó un pensamiento.

Loki lucía precioso en su traje formal, con las cadenas de adornos negros y la capa verde. Su cabello negro atado en una firme coleta dejaba todo el cuello y nunca al descubierto, se veía magnífico.

Tomó una pálida mano entre las suyas, el menor estaba buscando mantener la cordura lo suficiente como para no gritar de frustración, sin embargo Thor se enfrascó por completo en su inspección a Loki.

Hate. [THORKI] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora