Hate. [THORKI]

Seventh Day Pt.²

Advertencia: El siguiente capítulo contiene violación descrita explícitamente, favor de ignorar si es un tema sensible para ti, y aclaro que no normalizo ni apoyo ningún tipo de acción de este tipo. Esta historia está hecha sólo para propósitos de entretenimiento.

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Tragó saliva, su interior revolviéndose mientras Stephen abría la puerta, el hechicero traía dos tazas de té y, con delicadeza, se sentó a su lado en la otomana después de cerrar la puerta.

"Te lo has pensado, ¿no?"

Loki sostuvo en sus manos la taza caliente, que tuvo el efecto de ponerlo incómodo por el calor. Bebió un par de sorbos antes de fruncir el ceño, toda su mente batallando contra sí misma.

"Así es."

"Y ¿ya decidiste?"

El hechicero suspiró, mirando uno de los muchos libros que tenía alrededor y que hablaban de su especie, de su gente, de esos seres que les habían inculcado odiar allá en Asgard. La vida en Jotünheim era dura, lo sabía, y ser relegados a la nada misma era lo común ahí.

Supuso que de una forma u otra acabaría acostumbrándose a ser una sombra.

"Lo haré." —Murmuró, las palabras temblando en su boca.

"Sabes que una vez que lo hagas no hay vuelta atrás, ¿no?"

"No soy idiota Stephen."

"Sé que no."

Loki se levantó y con paso nervioso empezó a dar mil vueltas alrededor de los sofás, aún con la taza caliente en sus manos. Sus dedos empezaron a ponerse fríos y azules para contrarrestarlo, y Loki anotó mentalmente otro punto para sí mismo: estaba utilizando sus poderes casi sin pensarlo y eso era una gran mejoría.

Sonrió de lado, las brujas que hicieron esto se arrepentirían bastante.

"Sólo que si hay un momento en el que dudes y te retractes, es ahora. Tómalo o déjalo, ya te dije como van a terminar todos los escenarios."

Loki permaneció en silencio fácilmente durante treinta segundos, sin retractarse pese a que su mente ya estaba luchando con la idea. Lo miró fijamente y sabía que simplemente no se echaría para atrás. Por mucho que quisiera.

"Bien."

"¿Me ayudarás?"

Stephen le sonrió, su mirada confiable le transmitía paz a Loki.

"Te ayudaré todo lo que pueda."

"Hablo en serio Stephen. Si de aquí a tres... Cuatro meses, no me encuentro en condiciones para..."

"Ese bebé nacerá. Y lo ayudaré a ello. Lo que debes hacer es de mártires, y Odín nunca terminará de agradecértelo."

Loki sonrió, por fin relajándose, y sus ojos verde esmeralda apuntaron a los del hechicero. Stephen tomó su mano derecha y le dejó un beso cálido, sintiendo el contraste contra la piel fría.

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"Thor... Thor... ¡Odinson!"

Abrió los ojos para encontrar el rostro pálido y liso de su hermano. Volvió a cerrarlos y se volteó, arrebullándose en las sábanas cual niño.

"Cinco minutos más, Loki."

Casi sintió los ojos esmeralda volteándose detrás suyo. La mano grácil y fina golpeó su espalda, que aún tenía las cicatrices de los golpes de la noche anterior.