Volví~ me extrañaron? Yo extraño tener tiempo jaja
-Yo iré- Eruhaben dejo suavemente a Cale en la cama. Habían estado haciéndolo desde que llegaron prácticamente y claro, como recién casado y transmigrador quería probar en todos los lugares que esta nave espacial tenía para ofrecer. Pero primero tenía que despedir al invitado.
-Espera un segundo- dijo Cale, sentándose a medias por la incomodidad en sus caderas. -Computadora... Asistente...-.
«Digame señor»
Tal como esperaba, había un asistente de IA en este mundo futurista.
-Dile al invitado que salimos en 10 minutos- sus habilidades de tipo madera y la vitalidad de corazon, hacia tiempo que habían evolucionado, cada segundo que pasaba sentía como su energía volvía y su cuerpo se restauraba. Era gracias a estos poderes antiguos que había podido sobrevivir a su noche de bodas y fue gracias a los muchos, muchos datos recopilados a lo largo de su luna de miel que ahora podía decir el tiempo exacto que le tomaba curarse dependiendo que tan intensa fue la sesión de ejercicios con su marido
«Si señor»
-¿Qué es eso?- Eruhaben no se perdió el intercambio entre Cale y la voz del cuarto. No había ninguna presencia por lo que debía ser algo relacionado a la tecnología, pero le molestaba cualquier cosa que estuviera metida en su lugar privado con Cale.
-Es como el ego del cuarto, viste los robots así que piensa en ello como que el cuarto es un robot en sí- dijo Cale, demasiado perezoso para describir la inteligencia artificial en detalle.
Pero está respuesta no gusto al mayor, se acurrucó junto a su persona y lo estrecho con fuerza entre sus brazos, mordisqueando y besando la piel aún desnuda frente a él.
-No me gusta-.
-Puedes decirle que se apague-.
-Sigue sin gustarme-.
Siendo dejado actuar en libertad, fue aún más allá y comenzo a dar caricias ambiguas, toqueteando las marcas de amor que encontraba a su paso, su actitud aún parecía enfurruñada pero sus manos dejaban claro que solo estaba aprovechando para tocarlo más.
-No causes problemas -dijo Cale palmeando la mano traviesa que estaba subiendo muy tranquilamente por su muslo. -Tenemos una cena, ¿recuerdas?-.
-Nos diste diez minutos, ¿recuerdas?- y sonriendo con altanería, Eruhaben se fue recorriendo lentamente hasta estar a una altura acordé a lo que quería hacer. Cale intento levantarse a medias para detenerlo pero...
-¡Ah! Mmh... -aun estaba algo sensible, y un beso tan repentino en esa área era demasiado estímulo. Sopesó los pros y contras y volvió a acostarse, abriendo sus piernas para dejar al otro caer más cómodo sobre él. Eruhaben sonrió, subió rápidamente para darle un beso a su frente e igual de rápido volvió a bajar para disfrutar del cuerpo de su humano. Iba a comer algo bueno antes de la cena.
-Disculpa, te hicimos esperar- Eruhaben, radiante y de buen humor, tomó la iniciativa de entablar conversación con el mecánico. Esos diez minutos se volvieron quince, pero el chico vio las marcas en el cuello de Cale y desvío la mirada un poco avergonzado.
-No, no, para nada. Estoy feliz de que nos dejen invitarlos a cenar. Síganme, es por aquí-.
Cale vio como el chico desvió la mirada. Es verdad que traía ropa para ocultar las marcas de amor lo más posible pero Eruhaben, no de acuerdo con esto fue y le dejo otras más que apenas y podían ser cubiertas con la ropa. Este viejo dragón era tan infantil.
El lugar al que los llevaron parecía un comedor para gente de clase alta. Anteriormente habían visto la cafetería y parecía muy elegante pero Cale, acostumbrado a las cosas buenas como era, podía notar de un vistazo la calidad superior y el estilo exquisito de está en comparación.
ESTÁS LEYENDO
Nuestro para siempre
FantasyDespués de las batallas épicas, las intrigas y unos buenos golpes en la espalda a los malos, Cale y sus amigos ya están en pocision de descansar. Pero nuestro pelirrojo está lejos de llevar su vida holgazán de ensueño, al menos, no tal cual la plane...