VIOLENT DOGS ; mattheo riddle

capítulo seis

capítulo seis ; exageración

Recargado en la estantería más cercana, Riddle la miraba divertido, mientras ella, con el rostro y las extremidades rígidas, pensaba que si se quedaba quieta por más tiempo, él la confundiría con una lámpara y se libraría de hablarle.

Lástima, su plan no funcionó.

  —¿El gato te comió la lengua acaso?—Preguntó el chico al no recibir ni una sola expresión de su parte.

Pero Aridae se mantenía firme en no querer hablarle. Su mirada se dirigió a la mesa, inspeccionando que no había dejado ninguna de sus pertenencias en ella. Una vez visto que no, empezó a caminar en dirección contraria al chico y dispuesta a irse.

  —¿Oye que a ti nunca te enseñaron a responder cuando te hablan?

La mano firme de Mattheo se enganchó a su hombro, ocasionando que un terrible cosquilleo se esparciera por su cuerpo y, finalmente, diera un sobresalto. La morena regresó la atención al de cabellos rizados con el ceño fruncido mientras llevaba una mano hacia el hombro que el chico había tocado y lo masajeaba en un intento por quitar la extraña sensación que le había dejado.

Él, por su parte, al ver esta acción, la miró serio y ofendido.

  —Cálmate, no te arranque el hombro—Suspiró luego de unos segundos, ahora cruzado de brazos, pensando en lo exagerada de su reacción.
  —No me gusta que me toquen tan de repente—Explicó Blackwood con un tono tajante.—¿Necesitas algo?
  —¡Ja!—Exclamó Riddle sin gracia.—¿Ahora se necesita un permiso para hablar contigo o qué?
  —No me des ideas—Respondió la chica, acomodando nuevamente la correa de su bolso.—¿Vas a querer algo o yo necesito un permiso para poder irme?
  —¿Por qué tanta prisa, Blackwood. Se te hace tarde para chupársela a Theodore?

Silencio total... Aridae procesó sus palabras y solo pensó en lo innecesariamente maleducado que podía llegar a ser el chico frente a ella. Una ligera mueca se plasmó en su rostro y volvió a preguntarse por qué Theo y él eran amigos.

Si llego a escuchar a Theo decir una idiotez como esa le voy a cortar los huevos para dárselos a un Gryndylow; Fue otro de sus pensamientos antes de rodar los ojos y verlo, sin entender porque Riddle quería tener una conversación con ella.

  —No te interesa—Le respondió como otro intento de cortar la plática y poder irse a su clase.
  —Solo te pregunté de la chica de Gryffindor por curiosidad, no tienes porque ponerte así...

No sabía que era lo que más le fastidiaba; si su tono de voz desentendido o la manera en la que sus hombros se encogieron inocentes, como si no le acabara de escupir una estupidez. Pero estaba harta de imbéciles, así que nuevamente, sus pupilas rodaron por el espacio blanco de sus ojos antes de querer retomar su camino.