𖢻12𖢻

62 6 1
                                    

Sukuna abrió los ojos sin necesidad de alarma, bostezando y estirándose un poco antes de separarse del rubio que seguía durmiendo, dejándolo tapado con la manta antes de ponerse en pie y salir de la habitación para ir a la cocina.

Puso las tostadas a hacerse mientras se servía café que había sobrado del día anterior, metiéndolo en el microondas para calentarlo antes de volver a la habitación.

Fue al lado del humano y comenzó a moverlo por el hombro.

--Naruto, arriba --habló para que despertara más rápido.

--Voy --bostezó mientras se estiraba.

Conforme, el pelirosa volvió a la cocina, sacando su café del microondas ya caliente y bebiendo sin necesidad de echarle leche o azúcar.

Mientras tanto Naruto se levantó y fue al armario, quitándose el pijama y en su lugar poniéndose el uniforme.

También se colocó calcetines antes de ponerse los zapatos.

Una vez listo salió de la habitación y fue a la cocina, entrando y viendo las tostadas en el plato, sonriendo por esto.

Trotó un poco y llegó hasta el frigorífico, sacando el cartón de leche y así comenzando a prepararse su taza de leche con cacao.

El demonio lo vio moverse por la cocina con una sonrisa tras su taza.

Naruto bebió y comió feliz antes de ir al baño a hacer sus necesidades y lavarse los dientes, tomando el cepillo del pelo cuando terminó con sus dientes, comenzando a peinar su cabello para dejarlo liso como en el día anterior.

Ryomen terminó su taza y la dejó en el lavaplatos antes de ir a la habitación, abriendo su lado del armario y viéndolo casi completamente vacío, frunciendo el ceño por esto.

Para compensar creó varias prendas de su gusto junto a la ropa interior, llenando su lado del armario casi por completo.

Satisfecho tomó una camisa de manga corta negra y un jean roto negro, vistiéndose.

Tomó calcetines y también se los puso antes de ponerse unos deportivos negros.

Por último tomó una chaqueta de vestir negra y se la colocó, asegurándose de que podía mover bien los brazos antes de aceptar su vestimenta.

Caminó hacia el despacho y tomó la mochila que había creado el día anterior.

Metió en esta lo que había impreso, asegurándose de que quedara de manera ordenada antes de tomar el cuaderno que el director le había dado, aunque este no lo guardó y solo lo dejó a un lado del escritorio.

Revisó que llevaba todos los papeles antes de también meter un estuche con plumas, portaminas, gomas de borrar, algunos rotuladores y clips para sujetar folios.

Volvió a revisar todo una última vez, asintiendo para sí mismo al ver que no olvidaba nada, cerrando la mochila y colgándola en su espalda.

Fue al baño y notó a Naruto cepillando su cabello con insistencia, riendo para sí mismo antes de ir al salón, tomar el pañuelo rojo de la mesa y volver al baño.

Tomó el cepillo de manos del rubio, quien dio un pequeño bote al no haberlo notado, aunque al ver lo que el demonio pretendía sonrió y se quedó quieto a la espera.

Sukuna rio al ver como se dejaba mimar, comenzando a cepillar la melena rubia con cuidado.

Fue fácil desenredar los pocos nudos que se formaron en la noche, el cabello quedando completamente liso y entorpeciendo la vista de Naruto, aunque este le restó importancia y siguió esperando.

Partners in CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora