Vamos

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-Señor Briones.

Axel escondió sus manos debajo de la mesa, semejante a un niño pequeño siendo descubierto haciendo algo sumamente malo. Una parte asustada de él, sabía que era algo realmente estúpido estar en esa situación.
En la casa del decano, desayunando con él y su evidente aroma a acoplamiento todavía flotando en el aire
Su profesora también lo sabía, por la obviedad de su incrédula expresión. Sin su usual ropa de trabajo, acompañada de la otra parte.
El Omega que destruyó una familia.

-¿Felicidades?-dijo con cuidado-. Solo han pasado 3 meses y... Esto... ¿Lo tenías planeado?

Anika se cruzó de brazos, sin unirse a la pronta conversación. Axel no conocía al otro hombre, se veía similar al decano. Cabello oscuro peinado con diligencia, ojos grises de mirada pícara y sonrisa parecida a una mueca cruel, observando la grandeza de la casa en vez de la incómoda imagen que se desplegaba frente a sus ojos.

(No me gusta esto)

Axel miró a Anika

(Porque diablos ella debe tratarlo así)

Cálmate, no digas nada raro

Ah, eso ya era raro para Axel. El decano nunca los miro a ellos, pero ya dijo lo necesario a través del vínculo.

-En cambio tú pareces tener un tipo en especial.

Oh, Dios.

-¿Si? Es lo primero que me dijo Santiago. Pero creeme, Herrera, ellos son muy diferentes.

Bueno, ahora era muy obvio eso. El decano se veía desaliñado y exhausto por lo acontecido en la noche anterior, usaba ropa cómoda y casera en comparación con la ropa de diseñador del desconocido. Eran semejantes físicamente pero distintos evidentemente por sus personalidades.
El desconocido soltó una pequeña risita intrigante, mostrando unos dientes bonitos acompañando una mirada apreciativa hacia ellos que seguían sentados en la mesa.

-Calma, Daniela. No hay motivos para dañar su desayuno.

Se está acercando. ¿Que hacemos?

(¿De que tienes miedo? No es tan guapo como piensa él)

Siendo sinceros, si tiene su atractivo.

Antes de entender del todo lo que pensó el decano. Axel ya tenía enfrente suyo a la manzana de la discordia. Olía a confort y sándalo.

-¿Tú eres el nuevo alfa de Santiago?

Oh Dios!!

(Te pusiste pálido)

No tienes que responderle si no quieres

-Soy Axel-dio su mano para un apretón, que se dió para su incertidumbre.- y si, así como la profesora es tu alfa.

La sonrisa pícara se igualó con la mirada. Axel se hundió en su asiento, temeroso de ser el centro de atención.

-Eres interesante. Así que, Daniela ya fue tu profesora pero Santiago todavía no.

-Faltan 5 semestres para eso- explicó Daniela, jalando a su Omega, de repente insegura al verlo tan impresionado por Axel.

- Y tú no necesitas presentación.- el joven Omega le dió una mirada a Anika-. Tu rostro ya es suficiente.

-Yo no te conozco. Así que si necesitas una presentación.

-¡Soy Esteban!. Un gusto conocerlos

(Un nombre muy viejo para alguien tan joven)

No tiene cara de Esteban

-¿Necesitas algo, Daniela?

Caída en desgracia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora