𝗧𝗛𝗔𝗧 𝗪𝗔𝗬 | 𝙄𝙨𝙖𝙖𝙘 𝙂𝙖𝙧𝙘𝙞𝙖

05. 𝙈𝙧. 𝘿𝙖𝙧𝙘𝙮



— ¿Has visto mis pompones? — La rubia como gesto de desesperación paso su mano por su cabello desacomodandolo en el proceso.

— No los he visto ¿Segura que los trajiste?

— ¡Si! Revise mis cosas varias veces para que no pasara esto.

— Tal vez los agarro alguno de los chicos.

Milene ya se iba a ir en busca de sus pompones pero se detuvo un instante a observar como Danny acomodaba los pasteles que estaba preparando para la venta.

— Oye Danny

— Dime

— Prometo que vamos a recaudar el dinero suficiente para poder arreglar el teatro, no importa que tenga que hacer pero no me rendiré, se lo mucho que te importa.

— Gracias Mils, confío en ti pero no te presiones por mi.

— Claro, solo quiero el mejor teatro para el mejor actor — La sonrisa que estaba en el rostro de la rubia logro contagiarle parte de esa alegría al chico.

El lugar ya se estaba llenando de gente emocionada por el primer partido del año, todos iban en compañía de alguien y algunos ya se estaban empezando a acercar al escenario para poder tener una buena vista lo que  recordó a la rubia que todavía no conseguía sus pompones y las porristas eran las primeras en salir para lograr que las personas que estaban ahi tuvieran un buen ambiente.

— ¡Bunny! ¿Buscabas esto? — Isaac agito los pompones de Milene en el aire en un gesto burlón.

— ¿Que haces con eso? Ya casi debo de subir al escenario.

— Alcanzalo si puedes

Era una tarea difícil tomando en cuenta la gran diferencia de alturas pero eso no le importo a Milene cuando se agarró de los hombros del pelinegro para impulsarse y lograr alcanzar sus pompones, la rubia logro su cometido y ahora sus pompones estaban en sus manos pero al volver a aterrizar en el piso casi se resbala por lo que Isaac llevo sus manos a su cadera para estabilizarla, Milene sentía como el tacto del de chaqueta de cuero la quemaba pero le era imposible separarse de el.

— Bunny, si te gusta estar en esta posición solo tienes que pedirmelo no hace falta hacer tantas cosas — El pelinegro se inclino mientras hablaba.

— ¿De que hablas? — Milene no lo iba a admitir pero le cercanía entre ambos la había logrado poner nerviosa.

— Es la segunda vez que estamos en esta posición.

— ¿Estás coqueteandome o empezando una pelea?

—  ¿Te molestaría si te estuviera coqueteando?

— Intenta descubrirlo por tu cuenta — La rubia se alejo caminando hacia el escenario dejando atrás a un Isaac perdido en las palabras de aquella chica cada vez más seguro de que nunca encontraría a nadie igual a la rubia, ella era un sueño hecho realidad.

Cuando por fin salió de sus pensamientos sobre la chica Horowitz se acercó al escenario abriéndose paso entre la marea de personas que estaban ahí para ver el espectáculo que estaba a punto de comenzar. Aunque todas las chicas estaban vestidas iguales al pelinegro no le fue difícil hallar a su chica, tiene un brillo propio, nadie la podría opacara jamá. Ella era mucho para cualquier persona incluso para el y el lo sabía perfectamente pero no le importaba.

Observó a su alrededor notando que todos tenían sus ojos puestos en lo mismo que ella, no quería admitirlo pero eso le causaba molesta pero era inevitable no mirarla cuando Milene sabía bailará tan bien, se le facilitaba como el caminar. Con solo una mirada la chica podía enamorar al que quisiera y el pelinegro era el mejor ejemplo de aquello.