Después de la comida con Mauro volvemos al hospital.Me imaginaba que todo iba a ser peor, que me lo iba a pasar re mal con el pero fue todo lo contrario. Hizo que me olvidase un poco de la mierda que estoy viviendo.
Entramos a la sala donde llevo días sentada sin despegarme de ahí. Neo está sentando moviendo una pierna rápidamente en señal de nervios y a su lado está lara.
El teñido, que está a mi lado miro a su amigo buscando una repuesta.
—Así que andabas con esta trola ¿No? —lara se levanta de su asiento y se pone enfrente de Mauro.
Me siento al lado de Neo pensando en que esto va acabar muy mal. Los dos empiezan a discutir, bueno es ella quien está chillando y reprochándole más cosas.
—Es cosas vuestra pero creo que deberían de hablarlo en otro lugar no acá. —Tony se mete en su discusión.
Mauro se va con la rubia pisándole los talones.
—¿Como estas? —Neo me mira preocupado.
— Ya sabes. —encojo mis hombros.
La conversación se queda ahí, estamos en silencio durante un buen rato esperando con esperanza a que un médico salga a comunicarnos algo de Tomas
Saco mi celular para meterme en Instagram. No suelo usarlo muy a menudo pero quiero distráele un poco. Después me meto en la galería, veo todas y cada una de las fotos con mi primo.
Desde que éramos chiquitos hasta hace días...
Una pequeña sonrisa se me escapa al ver un vídeo de él cocinando, o intentándolo.
Cuando le quiero dar cuenta innumerables lágrimas salen de mis ojos.
Ya estoy acostumbrada a esta sensación sobre todo estos últimos dias.
—Venga Nora, vos podes. —Neo sona mi espaldas dándome ánimo.
Empiezo a tener algo de frío a pesar de llevar una sudadera.
Mauro entra de nuevo a la sala. Se le ve molesto.
—Se acabo wacho, no quiero más nada con ella. —no se porque pero me alegro de eso.
Miro cada gesto que hace al hablar.
—Yo te lo dije no era de fiar. —Dice Neo y los dos asienten.
Ambos me miran a mi, ¿que paso ahora?
—¿Tenes frío? —el teñido de acerca a mi para sentarse a mi lado.
Niego con mi cabeza contradiciéndome.
Esto parece un iglú.
Mauro me ignora y pasa su campera por mis hombros. Su olor me invade e intento no sonreír.
Una enfermera pasa.
—Hola ¿Que hacen acá? ¿Están visitando a un paciente?
—No, estoy cazando mariposas. —digo irónica. —¿Que voy hacer en una hospital wacha?
Mis dos acompañantes ponen una mano en mi boca mientras le sonríen a la mujer falsamente. Esta se va mirándome mal.
—Nora tenes que controlarte. —Mauro me aconseja.
No le doy bola y me quedo mirando a un punto fijo pensando en todo y nada a la vez.
Una llamada en mi celular hace que salga del trance.
—¿Si? —habló mientras me alejo de ellos.
—Hola Nora tengo que recordaré que no has pagado el alquiler desde hace dos meses y como no lo pagues la semana que viene, te vas a la calle. —suspiro agobiada. —Ten un buen día.
Será ornitorrinco.
Llevo mis manos a mi cara. Intento relajarme para que no le de otro ataque de ansiedad.
—Eu ¿Estas bien? —los dos me miran pendientes.
—Si, no es nada. —intentó tragar el nudo que tengo en la garganta.
Otro problema más a mi maravillosa vida.
Me despidieron de mi ultimo trabajo porque habían encontrado alguien mejor para mi puesto así que tenía que ir pagando con el poco dinero que tenía ahorrado o Tomas me ayudaba de vez en cuando.
Y desde hace dos meses no pagaba nada porque le daba pena pedirle dinero a mi primo y además no encontraba ningún puesto de trabajo.
—¿Podéis quedaros aquí una hora y media cubriéndome?
Neo y Duki me miran asombrados por mi propuesta, nunca les había pedido eso.
—Esta bien ¿Queres que te lleve? —me propone el teñido.
Niego con mi cabeza y me coloco bien la campera para salir.
Rápidamente voy a mi departamento para buscar algunos currículos que tengo guardados. Me recorro gran parte de la cuidad dejándolos en los sitios en lo que me los acortaban y publico también en internet.
Justo como les había dicho, una hora y media más tarde llego al hospital de nuevo.
Ahora están Alejo y Mauro.
Pero debería de estar solo Ysy.