CAPITULO 2

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Esa mañana me dirigí al hospital, sentía algo, pensé que era positivismo, esperanza y cosas bonitas, seguía cegada, y en negación me convencí de que todo estaría bien.

Entre al hospital, tarareando una canción, sosteniendo una pequeña canasta con galletas, ojalá alguien me lo hubiera dicho. Ojalá alguien me hubiera dicho lo que me esperaba detrás de la puerta...

Allí estaba la familia de Dylan, se sentia en el ambiente, no ocupe palabras, instantáneamente lo supe, sentí mi alma salirse de mi cuerpo, el mundo me dio vuelta , me dolía todo. Anne me vio, sus ojos característicos siempre Irradiaban felicidad, amor y calor, y en ese momento no la reconocí...

23 /octubre/2020 ...

No pude despedirme, no pude despedirme para siempre, no pude terminar de leerle su Libro...

Mi cuerpo, mi corazón y mi alma quemaban, sentí el suelo abrirse debajo de mí, mi mundo se derrumbaba a mis pies.

Después de su funeral, no quería salir de casa, me sentía sola, ahora me tocaba existir en un mundo en el que el ya no iba a estar y eso me dejaba un amargo sabor de boca y con una sensación de vacío. Me sentia impotente, enojada con la vida, la vida es tan injusta que a veces nos da la oportunidad de vivir cosas que pedimos esas cosas que planeamos y rogamos que sucedan, pero desafortunadamente también tiene otros planes, injustos e inesperados y todas las cosas que no querías, que no planeabas, igual suceden...

Había pasado casi un mes, mi madre estaba preocupada, yo también lo hubiera estado, no era la misma, estaba apagada, rota. Abrazaba a fluffy, mi gato y dormía todo el día. Estaba desesperada, quería gritar, pero lo reprimía.

-Em- dijo mi mamá al otro lado de la puerta- ¿puedo entrar?

-Si- dije, entro y sentada a mi lado comenzó a hablar.

-Debes comer, no es sano para ti, deberías salir, despejarte, has algo, - dijo acariciándome el pelo - voy al supermercado, Acompáñame.

- No quiero salir, prefiero quedarme aquí.

-Ok, pero al menos abre las cortinas y las ventanas, que entren nuevos aires- dijo y se dirigió a la ventana, las abrió permitiendo el paso de los rayos de sol, me cubrí más con la cobija, me tapé la cabeza.

-levántate, limpia el cuarto, dibuja, yo que se, no es sano que estés así.

-No puedo, me duele el cuerpo-"y el corazón" pensé

-Lo se Cariño, no te digo que hagas todo de una, pero podrías empezar de poquito a poquito- dijo dándome una sonrisa, una sonrisa de lastima

-¿has pensado en lo que te dije la semana pasada?

-No quiero

-No te voy a forzar, pero piénsalo mejor, sería bueno que vieras a un psicólogo, no tienes que salir, podemos conseguir sesiones en línea, o que alguien venga a casa- ella estaba preocupada, y lo sabía, intentaba no preocuparla más.

-Lo pensaré de nuevo mamá, te lo prometo

-De acuerdo, bueno, debería empezar a irme al supermercado parece que va a llover en cualquier momento y no quiero que me toque la lluvia, debo apurarme- me dio un abrazo cálido, me miró unos segundos antes de cerrar la puerta y se fue.

Me pare de la cama en dirección a la ventana, iba decidida a cerrarla de nuevo, me pare frente a ella y mire la calle, mi mamá tenía razón, pero yo no sabía que hacer, sabía que esto no era sano, pero es que es horrible cuando sientes que no hay nada que remedie tu dolor, sobre todo cuando sabes que la fuente de ese dolor es irremediable, era para siempre...

Decidí intentarlo, deje la ventana abierta y me dirigí a mi escritorio, tomé mi celular tenía demasiados mensajes y llamadas, ignore todas y lo volví a dejar, "poco a poco" pensé, luego me haría cargo de mi celular y los demás, hoy no. Me senté y agarre un lápiz y mi libreta, estaba decidida a dibujar de nuevo, pero no pude concentrarme y no pude hacerlo, pensé que tal vez en mi cama podría, pero una vez sentada en ella, seguía sin poder, deje de lado mis cosas, y llore, tenía tiempo sin llorar así, estaba intranquila, no me sentía yo. No sé qué fue, pero en medio de mi llanto agarré la libreta y el lápiz nuevamente y con fluffy a mi lado comencé a escribir...

"Querido Dylan:

Hola, soy yo, Emily.

Ha pasado casi el mes desde tu partida..."

"Te has ido para siempre, y me deja el alma hecha pedazos..."

"Donde sea que estés, te amo, ojalá hubiéramos tenido más tiempo, ojalá ese último abrazo que nos dimos hubiera durado tan solo un par

de segundos más, los necesarios para marcar tu calor y aroma para siempre.

Atte., con cariño:

-Emily."

Limpie la lágrima que corría por mi cara, escribir se sintió bien, no sabía lo tanto que lo necesitaba, fue como si él me hubiera escuchado...

Tal vez había encontrado la manera de comunicarme con él, de sacarme el dolor. Sentí paz por primera vez en mucho tiempo.

Tal vez haga esto más seguido...

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