El sol resplandecía mucho en esa mañana, era increíble lo soleado que estaba el día cuando ayer había llovido hasta decir basta.
Changbin y Minho se encontraban sentados, agarrados de las manos, yendo en el metro hacia su hogar.
Su hogar... Qué bien se sentía decirle al lugar que ambos compartían desde que se casaron hace 7 años.
Sí, habían pasado unos 11 años desde que se conocieron y estaban juntos. Unos 11 maravillosos años, aunque en algunos momentos hubo sentimientos amargos, pero no eran nada que una buena comunicación y confianza pudieran resolver.
Cuando escucharon el nombre de su parada, ambos se bajaron. Empezando a caminar hacia su modesta morada.
—Minmin, mira —dijo Changbin, señalando a una mujer que se encontraba vendiendo dulces y entre otras golosinas.
—¿Quieres que te compre algunos? —indagó con voz dulce, aunque sabía perfectamente que la respuesta sería afirmativa.
—Sí, se me antojaron algunos.
—¿No será que estás embarazado? Últimamente tienes muchos antojos, me dejarás en quiebra.
—Chistoso —dijo Changbin con una sonrisa, dándole un ligero golpe en el hombro de su esposo.
Ambos se acercaron hacia la mujer, y de inmediato Changbin empezó a observar los productos, tan indeciso sobre qué elegir hasta que su mirada cayó en aquel frasco transparente, cuya tapa era de color verde.
Changbin tomó aquel frasco entre sus manos y lo observó con melancolía. A pesar de no haberla visto desde hace varios años, aquella marca era inconfundible para él.
Sí, eran sus mentas favoritas.
Muchos recuerdos llegaron a su mente.
Evocó la primera vez que las probó, su padre se las obsequió para su cumpleaños número 8, y a él les encantaron. Fue así que, cada cumpleaños, su padre se las regalaba, al menos hasta su cumpleaños número 16, pues su padre enfermó de cáncer y murió meses después.
Changbin dejó de recibir aquellas mentas, y ya no intentó comprarlas porque no era lo mismo.
No era lo mismo comprarlas él mismo que recibirlas de alguien tan especial como lo era su papá.
Luego recordó cuando estaba por cumplir 17 y conoció a Minho en el tren, fue la primera vez que Minho le regaló aquellas mentas, porque luego, en cada cumpleaños, le regalaba un frasco nuevo, al menos fue así hasta que dejaron de venderlas hace años atrás. Changbin creyó que nunca más volvería a probarlas.
—Quiero estas —musitó, extendiéndole el frasco a Minho, quien observó el frasco con una expresión de melancolía.
—Que sean 2, por favor —le pidió a la mujer.
En pocos minutos ambos iban caminando de la mano por su vecindario, llevando esos frascos guardados. Sonrisas se reflejaban en sus rostros porque estaban y eran inmensamente felices desde el día en que se conocieron.
Aquel día fue uno muy bonito y que recordaban con mucho cariño, porque fue el inicio de aquella relación que habían construido con mucha dedicación y amor.
Y que fue dada gracias a unas simples, pero especiales pastillas de menta.
Escribí esto luego de escuchar una canción en donde mencionan "pastillas de menta", lo hice corto porque no consideré que fuera necesario incluir drama o cosas por el estilo. Se suponía que iba a subirlo antes de que culminara el 2023, pero me costó mucho, recién estoy retomando la escritura luego de casi un año que dejé de escribir, de todas formas, deseo que les haya gustado este mini fic.
BbokArii_, tómalo como mi regalo mega atrasado de aniversario. Aunque el verdadero sigue en borradores, aún no termino de darle los últimos retoques.
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Pastillas de menta ✧ MinBin
FanfictionSe necesita de mucho valor para conquistar a la persona que te gusta, pero Minho sólo necesitó de unas pastillas de menta para ganarse el corazón de Changbin. ♡˖ Historia de mi autoría. ♡˖ Mini fic. ♡˖ Romance, soft, fluff. ⊱ Publicación: feb. 8, 20...