Fresas.

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Después de dos semanas, Soaring y Natalan se notaban más cercanos, habían formado una amistad algo secreta pero nada discreta ya que los amigos de "Rayito", como Nat apodó a Soaring, se habían dado cuenta de la cercanía de esos dos.
Un lunes en el receso, Rayito se encontraba con Lucasta y Andreh comiendo juntos.
_Te noto más alegre, Soaring. -Afirma Lucasta-.
_¿Tú crees?..Aunque es cierto que últimamente es más despreocupado. -Andreh lo escanea con la mirada-. ¿Tienes novia?
_No, wtf. Además, si fuera eso les diría, chicos. Yo me siento como siempre. -Asegura sonriente-.
Mientras tanto en otra mesa se encontraba Natalan con Aquino y Duxo. Se había hecho costumbre verlos juntos en los recesos y la salida. Charlaban y Nat hizo una interrupción.
_Perdonen chicos, voy por agua, ¿quieren algo?
_No gracias, webon.
_Yo también quiero agua, por favor Nat.
El azabache fue hasta la tiendita y pidió lo que quería, antes de pagar miró hacia una de las mesas que estaban al fondo. Observaba a Soaring con sus amigos y sintió la necesidad de llevarle un jugo de fresas ya que usualmente lo veía bebiendo eso. Pagó el agua y un juguito de fresa, se dirigió hacia la mesa de Rayito y le entregó el jugo.
_Toma. -Dijo extendiendo la mano-.
_Buenos días primero, ¿no? -mientras tomaba el regalo-. Oh, es de fresas. Gracias, Nat..
De repente los dos sienten electricidad cuando rosan sus manos. Soaring intenta relajarse y fingir que no sintió nada. El azabache sólo hace una mueca de dolor como si hubiera sufrido una ligera quemadura. Saluda a los acompañantes de Soaring y se retira a su mesa.
_¿Y eso? ¿Qué le pasa a Nat? -pregunta Lucasta confundido-.
_Pequeñas ofrendas por no reportarlo en varias semanas. -ni Soaring se la cree-.
_Lo he notado también más aplicado, eh. Llega a tiempo a las clases, entrega tareas y ya no se escapa como antes. -menciona Andreh-.
En la mesa de Aquino, Duxo y el azabache, hay una mirada fija en ellos escondida entre la multitud. Aunque no quería admitirlo, el lobo Locochon estaba celoso por no poder estar con sus viejos amigos. Cejo a su lado notaba algo de coraje en sus ojos, pero él sabía que lo que realmente sentía era tristeza reprimida.
_Mano, ¿Estás bien?
_¿Eh? Ah, sí. No te preocupes
Gracias Cejo.
_¿Por qué me agradeces?
_Por nada en particular.
La nostalgia invadía a Locochon, él al igual que Aquino extrañaban mucho esos viejos tiempos pero no se atrevían a admitirlo.
Durante la salida e ida a casa, el pez dorado y el lobo iban relajados hacia sus destinos. Disfrutando de la caminata y la calidez del atardecer, aún había ese sentimiento de melancolía en el ambiente. Cejo tenía una pregunta en la punta de la lengua, estaba listo para soltarla.
_Oe, Locochon.
_¿Qué pasa?
_Hay una pregunta que debo hacerte...
_Dímelo.

...

Infancia // (Webones En El Colegio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora