LA VERDAD
Íbamos de camino al muelle estaba sentada en el suelo del pequeño yate Ares conducía y Zasha estaba en uno de los asientos frente a mi observando las vistas.
Estaba pensando en todas las posibilidades de cómo Richard dio con ella, vagos recuerdos de nuestra relación pasaron por mi mente, todo iba bien, todo era perfecto hasta que comenzaron los problemas, Zasha y Ares no se llevan bien desde que se conocieron discutían constantemente ella era algo celosa y posesiva y él era extremadamente posesivo si se trata de mí, yo siempre trate de que las cosas funcionarán y que se llevaran bien... CARAJO hasta Marcus lo intentaba pero ellos seguían sin importar que yo le dijera que por favor se detuvieran. Luego apareció Richard y por más que le dijera a Zasha que no saliera tanto y que tuviera cuidado ella solo se enfadaba diciendo que no la dejaba ser feliz trate de explicarle que era por su bien pero prefirió no dejarme hablar e irse a la habitación.
Cuando fui detrás de ella, queriendo explicarle me dijo que se iba que yo prefería esa estúpida investigación y a Ares que a ella que era mi novia.
No pude moverme...
No pude hablar...
No pude impedir que se fuera...
-Ya hemos llegado- dijo ares mientras recogía sus cosa y las mías.
-vale en marcha.- Me levanto como puedo la adrenalina se ha ido, siento dolor y algo de mareo.
-te ayudo- dijo Zasha.
-Aah... Gracias bonita, ares tu conduces.- exclamo de dolor mientras me apoyo de Zasha
-vale.-
Bajamos del yate con cuidado y caminamos a la h3, al llegar Zasha me abre la puerta del copiloto y me ayuda a subirme. El viaje al aeropuerto fue tranquilo nadie habla era un silencio algo incomodo, el amiente era pesado.
Mansión Reed
-¿Me vas a explicar porque diablos me secuestraron?... no quiero estar aquí con el imbécil este.- Zasha disgustada.
-La única idiota aquí eres tu.- Ares le respondió con una mala mirada.
-Basta.- dije con voz autoritaria mientras Marcus curaba brazo.- No estoy con el humor suficiente para escuchar sus discusiones... Otra vez... Zasha, la razón por la que quería que te quedaras en casa y salieras poco era para evitar lo que sucedió, no debiste estar ahí, no quería que Kamski te utilizara para llegar a mi te lo quería decir des de antes de que te fueras pero no pude, no me dejaste decirte o explicarte la situación, Richard está detrás de mi desde que mi padre nos presento en una maldita fiesta de sus colegas arqueólogos, tenia 17 y el se intereso en mi, comenzó con coqueteos que yo no comprendía hasta que mi padre se dio cuenta y me alejo de él. Desde ese entonces el está detrás de mí y me reclama como suya sin serlo, no sé cómo diablo dio contigo pero te utilizaría para hacer un intercambio, el sabe que tu eres una de mis debilidades y que haría todo por ti... no me negaría a eso y él lo sabe.- Le di una respuesta y lo único que hizo fue agachar la cabeza.
-yo... yo lo siento... no sabía nada de eso.- expreso con algo de tristeza
-en cuanto a ti Ares, Kamski tenía a Zasha secuestrada para un intercambio, me encontró cuando tome la llave, dijo una palabrería barata y luego de responder salí como alma que lleva el Diablo ellos dispararon y una de ellas me dio en el brazo, me tire por una ventana, fui por Zasha y los hombres de Richard me dispararon y me dieron en la pierna no lo sentí por la adrenalina. Gracias Marcus.- agradecí por curar mis heridas mientras me levantaba.
-Alice, ¿puedo hablar contigo?- pregunto Zasha levantándose igual.
-Claro hermosa, vamos a la habitación será mas cómodo.- le comente con una sonrisa mientras le extendía mi mano.
Ella la tomo y empezamos a caminar hasta mi habitación, íbamos en silencio era uno cómodo. En poco tiempo llegamos a la habitación, al entrar a este me serví un vaso de whisky senté y luego tome asiento en un sillón grande que había en la habitación, ella cerró las puertas con seguro detrás de ella.
-Y bien ¿de qué quieres hablar hermosa?- Pregunto recostándome en el sillón.
-Yo...
Gracias por leer no olviden apoyar y nos vemos en el próximo capítulo cha chao¡¡
Lilimux
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El Atlas Del Mas Allá
Random-Nervioso Ares.- Dijo Lilly al sentir a su acompañante apretar suavemente su muslo. - Sabes que no me gustan los aviones, que prefiero cualquier otra cosa. ¿Por qué no nos fuimos en barco? - Pregunto al sentir el avión subir haciendo que apretara...