Capítulo 1

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Ernest Becker

04 de febrero.

Me tambaleó y trato de sostenerme de un poste el cual creo que está cerca, pero no, estaba lejos y me caí de cara al piso.

Me río ante lo patético que me debo ver.

-¿Quién dice que tomar no da felicidad? Mírenme, feliz como una lombriz.

Me río solo mientras sigo tirado en el piso, cierro mis ojos y trato de concentrarme, siento un pinchón en mi mejilla así que abro un ojo.

Unos ojos verdes con pequeñas manchas café me miran con preocupación.

-Oye lombriz ¿sigues vivo?

Llevo uno de mis dedos debajo de mi nariz y siento mi respiración.

-Pues sigue entrando y saliendo aire de mi nariz así que si, desgraciadamente si sigo vivo.

Escucho su leve risa y eso me hace reír también.

-Bueno lombriz que te parece si te ayudo a subir a un taxi para irte a tu casa.

-No, no quiero llegar ahí.

De repente mis ojos se llenan de lágrimas, patético, completamente patético.

-Ahí no me espera nadie, mi familia está lejos.

Apenas logro ver a las personas que pasan a la par nuestra y una que otra se nos queda viendo.

-No creo que esta tristeza que cargas sea por estar lejos de tu familia ¿O me equivoco?

Mis ojos van hacia los de ella, en sus ojos verdes logro ver algo de compresión y simpatía.

-¿Un corazón roto?

-Si.

Mi tono sale como el de un niño de 5 años que le acaban de quitar su objeto más preciado.

-Eso duele.

-Mucho.

-¿Qué te parece si nos sentamos en aquella banca y esperamos que te pase la borrachera?

-Bueno.

Cómo puedo me volteo para que quede mi espalda pegada al piso, la chica misteriosa se levanta y me ve, hago un puchero y le extiendo mis manos.

-Adorable, simplemente adorable.

La escucho murmurar y luego agarra mis manos y como puede me ayuda a levantarme, pasa mi mano sobre su hombro y caminamos hacia la banca, cuando me siento, siento lo congelada que estaba la pinche banca y mis nalgas quedaron tiesas del frío.

-¿Chicle?

Veo que extiende un chicle de menta, las palabras de mamá llegan a mi mente.

"No comas cosas que te ofrezca un extraño"

Para cuando termino de recordar esa frase que nos dice mamá a mis hermanos y a mi, el chicle ya está dentro de mi boca.

Quédate Conmigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora