9☆El anillo☆

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Ingreso en la joyería arrastrando a Serkan de su brazo que no deja de observarme como si me hubiese vuelto loca, diga lo que diga el debe estar aquí porque puedo no ser de su clase pero no soy menos que él como para venir sola a elegir mi anillo.

—Señor Serkan, hace tiempo no lo veiamos por aquí.

—Buenos días Emir, vengo en busca de un anillo para mi prometida.

Saludo al hombre con un asentimiento de cabeza y este no duda en guiarnos hasta una pequeña sala, tomo asiento en el sofá y Serkan lo hace a mi lado, en cuanto coloca la primera caja de anillos siento que estoy por desmayarme, debí suponer lo ostentoso que sería comoar un anillo con Serkan.

—Señor son muy hermosos, pero...demasiado grandes.

—Oh señorita, no se preocupe podemos hacerlo a su medida y....

—No me refiero a eso—interrumpí—solo que el diamante es demasiado grande.

—Vaya Señor Serkan, tiene usted mucha suerte, su prometida sin duda alguna le tiene un cariño genuino, traeré la otra colección.

El hombre vuelve a alejarse y Serkan me da un pequeño golpe en mi rodilla llamando mi atención.

—¿De verdad quieres un anillo pequeño? Escoge alguno, rápido.

—Si tanto te molesta elijelo tu.

Me levanto y me recuesto contra el marco de la puerta mientras el joyero deja frente a Serkan otra caja, desde donde estoy se nota la gran variedad que hay en ella pero él no tarda en escoger uno sin mirar los demás.

—Una muy buena elección Señor Serkan.

—Así es, Eda ven.

Me acerco hasta el que se pone de pie y toma mi mano izquierda para pasar el anillo sobre mi dedo y no puedo evitar observarlo a esos ojos verdes que no me pierden de vista.

—Es...ostentoso, pero parece ser de mi estilo.

—Eso parece.

Serkan paga con la tarjeta y decido que es mejor no consultar el precio y salgo de alli con la sensación de que van a cortarme un dedo solo para robarse ese anillo. Caminamos un poco mirando las tiendas y estoy segura de que lo hace porque piensa que voy a pedirle que me compre algo pero no lo hago, este mes me dan mi primer pago, lo suficiente para comprarle algo yo.

—Serkan ¿cuánto dura el periodo de prueba?

—Aún queda—contesta y sigue caminando.

—Nunca me has dicho que opinas de mi trabajo, o mi estilo.

—Si sigues luego del periodo de prueba sabrás si me gusta o no tu trabajo Eda.

—Ya.

Caminamos un poco más hasta que volvemos a donde el coche estaba aparcado y nos dirigimos a la oficina, como ya es rutina bajo el descapotable y enciendo la radio hasta que llegamos, si le molesta es muy bueno disimulando porque parece no afectarle que prácticamente me haya adueñado de su auto.

—Serkan, deberías acabar ese plano en lo que voy a casa y armo mis maletas.

—¿Estás segura?

—Si, a fin de cuentas yo le dije a Selin, solo serán dos meses Serkan, prometo no invadirte demasiado.

En cuanto nos bajamos estoy por llamar un taxi pero Serkan me detiene, alarga su brazo con las llaves del auto y lo observo confusa.

—¿Qué sucede?

—Llévate mi auto, por tu bien no le hagas ni un rayón y vuelve aquí antes de las seis porfavor.

Tomo las llaves emocionada por conducir ese coche y me cuelgo de su cuello en un corto abrazo y sin siquiera parpadear ya lo estoy poniendo en marcha para ir a casa de la tía.

Disfruto el corto viaje con la radio encendida hasta que llego a casa y me aseguro de estacionar en un lugar seguro hasta que prepare todo, antes de siquiera entrar me encuentro con mi tía y Melo de frente que observar el coche confundidas.

—Buenas tardes, Serkan me presto el coche un momento.

Melo tiene la boca abierta y Ayfer parece no creerlo, ni siquiera yo lo hago la verdad.

—Vine a, bueno, recoger algunas cosas.

—¿De que estás hablando Eda?

—Te lo diré adentro.

..............................

—Entonces me estás diciendo que vivirán dos meses juntos antes de la boda para conocerse mejor ¿de verdad Eda?

—Así es, queremos compartir tiempo juntos y que mejor forma que esa, el me cuidara tía, lo prometo.

—Sabes que no confío en ese hombre Eda, pero en ti si.

—Me cuidare Tía, de verdad.

—Eso espero, vayan a empacar.

Subo a mi habitación con Melo pasándome los talones y se que tiene muchas preguntas, aun así me mantengo en mi papel y le doy algunas indicaciones de lo que debo llevar.

—Solo tienes que saber que Selin intenta ya sabes, recuperar a Serkan y será una oportunidad para alejarla—miento.

—Vaya Dada, eres una chica inteligente, empacare esos camisones que nunca usas pero que son preciosos.

—Melo...

—¿Qué? A mi cuñado seguro que le gustan.

Si Melo supiera que no creo que vaya a verlos o prestarles demasiada atención.

En una caja coloco algunos trajes de baños, mis chanclas y las cosas de baño, en la otra algunos abrigos, sandalias y zapatillas y en la otra algunos vestidos y ropa fresca para el trabajo.

—¿Quieres que guarde algunos de tus libros?

—No, esta bien, Serkan tiene muchos no te preocupes.

Apilamos las cajas y me ayuda a subirlas en el carro con cuidado, y decido despedirme de mi tía con dos besos en su mejilla para luego sevar una lágrima que baja por la misma.

—Tía, ya sabes que cuando no este trabajando pasare por aquí, podemos desayunar e incluso cenar juntas no te preocupes.

—Es solo que ya has crecido tanto mi amor.

Me rodea con sus brazos y Melo se une al abrazo como si no volviera a verlas, aun así me despido con dos besos y salgo rumbo a la granja para lidear con lo que más temo.

La señora Aydan

Love in the stars [Edser]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora