Capítulo 9

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Sehrazat miró hacia todos lados no bien entraron a la casa de Onur y él encendió algunas luces.

Era una casa enorme, de estilo clásico pero muy bien decorada, con muy buen gusto. Sin embargo, no tenía indicios de ser disfrutada, vivida... y ella comprendía por qué... Onur vivía allí solo y sacando alguna que otra fiesta, alguna compañía ocasional o la visita de su madre o el personal que lo ayudaba, no había nadie...

Ponte cómoda... iré a la cocina...- le dijo y ella, en lugar de sentarse en el sillón que parecía de esos en los que uno se sumergía y se despertaba al día siguiente, prefirió caminar un poco y conocer más.

Se acercó a observar un par de cuadros, no estaba al tanto de que él disfrutara del arte... tampoco lo había leído en ningún portal de esos que hablaban de sus actividades, hobbies y gustos...

Llegó a uno y se quedó mirándolo, era magnético... una mujer que parecía mirarla, perderse en sus ojos le transmitía tantas emociones que no pudo apartar su vista...

-¿Te gusta? Lo compré hace poco... el artista lo puso en exhibición y me quedé enamorado de él...

-Es muy bueno...- dijo sabiendo que él estaba a su lado, pero sin dejar de mirar el cuadro.

-Lo se... tiene un magnetismo muy particular...- dijo y ella finalmente lo miró.

-Así es...- admitió y él sonrió.

-Sehrazat... estás en tu casa... iré a cocinar...

-¿Quieres que te ayude? - le preguntó ella y él se perdió en sus ojos.

-No hace falta, pero si quieres hacerlo, así no te quedas sola...

-Por supuesto...- dijo y lo acompañó a la cocina.

Onur le dio unas verduras para cortar y se sorprendió de lo relajada que la veía. No quiso tentar a su suerte y buscar algún tipo de acercamiento con ella.

Un buen rato después, estaban cenando allí, en la cocina, por iniciativa de ella, sentados uno al lado del otro, en un par de banquetas altas, tomando una copa de buen vino y casi riendo a carcajadas.

-No me has dicho qué te pareció mi pilav...- dijo y ella giró la cabeza para mirarlo, estaba cansada, pero se sentía bien.

-Me gustó mucho... no se si es el mejor que he comido pero estuvo muy bueno...- dijo y él hizo un gesto, como si lo hubieran apuñalado en el corazón.

-Creí que lo lograría... pero así es contigo... nunca alcanza...- dijo y ella arrugó el entrecejo.

-¿Te refieres al trabajo?

-También... tienes razón...- asintió él, analítico.

-Puede ser...- dijo pensativa- pero no entiendo por qué tendría que "alcanzarme" está en mi naturaleza aspirar siempre a más...

-Te entiendo... aunque para el resto, puede ser un poco frustrante...

-Lo siento...- dijo ella y él levantó una mano y la apoyó con suavidad sobre la de ella, que estuvo a punto de retirarla, sintiéndose a la defensiva, pero la dejó...

-Te miro y me alegra que podamos estar aquí, disfrutando una noche tranquila... sin discutir...

-A mí también... aunque te parezca mentira...- dijo y él la soltó y levantó la copa para brindar y chocarla con la de ella.

-De química ni hablar ¿verdad? - dijo y ambos comenzaron a reír.

-Estás obsesionado...

-La química es fundamental para nosotros, lo actores...

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