Mozo de ojos azules

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Mozo de ojos azules

Postrada ante la belleza de tu voz,
escribo en esplendor estos escritos,
pues, a pesar de ser un espíritu feroz,
he aquí mi frágil alma en manuscritos.

Pues, nadie se comparaba contigo,
el recuerdo de tu desfachatez,
se hace presente en lo perfecto,
dejándolo en ridículo y acidez.

Bien se dice que el negro azabache,
oscuro, incoherente y amenazador,
es mejor que la rectitud y soporte
del negro pardo en su máximo esplendor.

¡Ay, cómo quemas, cómo dueles!
Te vas allá, a por los Andes,
obligándome a vivir una vida
sin mi azul fuente de vida.     

Tu sombra va al lado conmigo,
burlándose y siendo cruel,
tus memorias son castigos
arropados de espinoso laurel.

El volcán altivo en mi pecho,
del que nunca sentiste calor,
porque nunca supo cómo
llegar a expresar el amor,
erupcionó y se llevó en la lava
toda esa pasión, y admiración.

¡Dulce mozo de los ojos azules!
Razón perdida desde el instante en que entraste por esa puerta,
corazón extraviado desde el momento en que aprecié esa sonrisa,
y alma hecha en llamas desde el segundo en que noté esa picardía.
¡Sentimiento que llena de vida al querer ser mariposa!
Estrella fugaz que llena de color y hermosura,
destello de esperanza que aparece en la oscuridad,
eliminando rastro de sufrimiento con magnificencia.
Me postro ante la efimeridad de tu belleza,
que llevará a un futuro incierto mas eterno,
al haber quedado mi mente cegada.

¡Cruel mozo de los ojos azules!
No hay nada mejor que refugiarse en los brotes de primavera,
raíces hermosas que dan ejemplares rosas,
llenando de color todo cuanto observas,
alegremente ahí, mi párvulo e inocente amor por ti espera."

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