Tu, Yo, Y Él

03

¿Por qué vivir?

Ya no era necesario

Natsu y su madre se habían ido a vivir en Tokio y por eso había decidido vivir con Tobio. Tobio fue su razón de ser durante mucho tiempo, hasta que comenzó a pegrle y a maltratarlo tanto física como mentalmente

"Eres un inútil"
"Tantas colocaciones perfectas para remates tan penosos"
"No sabes hacer nada, estoy seguro que hasta tu madre te considera una molestia y por eso te dejó"
"¿Cómo es que estás tan gordo con el ejercicio que haces? Me das asco, no me toques"
"Una mierda, eso es lo que eres, no sirves para nada"

Claro que se creyó esas palabras

"Tu sonrisa es fea"
"Molestas"
"Cállate, nadie quiere escucharte"

Y así fue durante las últimas semanas; dejó de sonreír la mayor parte del tiempo. No habló a menos de que fuera necesario. Se mantuvo en una esquina, sin molestar a nadie, y lo peor es que nadíe lo notó, incluso, su mente podría decir que se veían más felices. Kageyama tenía razón

Se acercó a un puente, al barandal, se subió, y el aire se sintió tanto placentero como sofocante

Eran las cinco de la madrugada todavía y no había nadie por los alrededores. Todo era perfecto.
No quería vivir, ya no hallaba razón, ni siquiera el voleibol lo era. Siempre fue una persona fuerte, pero últimamente había dejado caer sus defensas, ya no lo era. Se veía a sí mismo como alguien patético, habían personas que tenían muchos más problemas que él y aún así luchaban, pero aquí estaba él, con el tropezón más tonto queriendo acabar con su vida

Pero estaba bien

- Y una mierda destino!! Me lo fuiste quitando todo poco a poco; primero mi dignidad, mi familia, el que consideré el amor de mi vida, mis amigos y ahora el voley!!! ME QUITASTE TODO PERO GRACIAS. Ahora sé que no valgo una mierda, no merezco estar vivo, no merezco mi vida, solo estorbo. Gracias -

E intentó saltar, intentó, porque unos brazos rodeados en su cintura y varios pares de manos lo tomaron, levantándolo y sin dejarlo caer. Las lágrimas no lo dejaban ver bien, pero alcanzó a ver un autobús y varias personas a su alrededor, traían uniformes de una escuela, una conocida para él pero que su mente no lograba procesar

- Chibi!!!!! En qué mierda estabas pensando - Estaba encima de alguien, esas manos aún seguían agarradas a su cintura y esa voz lo hizo reaccionar. Abrió bien los ojos y sintió una respiración en su cuello. Su brazo derecho estaba agarrado por el que recordaba como Iwaizumi y el derecho por un chico pelirrubio con mechas negras que no conocía. A su alrededor todo el equipo del Aoba Johsai lo rodeaba, incluso pudo ver lágrimas en los ojos de algunos ¿por qué lo hicieron?

- No, no quiero ¡¡¡No quiero vivir!!! -

- Hinata, no sé qué te sucedió pero ese no es el camino por favor!! Las cosas suceden por algo, los momentos difíciles también son parte de la vida y hay que aprender a sobrellevarlos, al final siempre las cosas se arreglan, este no es el camino, tienes a tus amigos, no estás solo, solamente tienes que intentar que no te arrastren contigo, no, por favor, y...si no tienes razón para vivir, vive por mí, por nosotros, por tus amigos, tranquilo -

Las palabras de Iwaizumi lo hicieron llorar con más fuerza. No se sentía bien, no estaba bien, las cosas estaban mal, todo estaba mal, pero por un momento, quiso volver a vivir

- Él dijo que yo era una escoria, dijo que yo no servía y que nadie me quería, él me pegó. Él hizo que me hecharan del Karasuno y se me prohibiera jugar al voley....él destruyó mi vida Iwaizumi-kun, Oikawa-kun. Ya no tengo nada -

Todo el lugar quedó en silencio, exceptuando los constantes sollozos del del cabello anaranjado. Estaban en shock ¿había dicho que lo golpeaban? ¿dijo que lo habían hechado del Karasuno? Todos se acercaron y abrazaron con fuerza al pequeño con lágrimas en los ojos. Hinata era un sol, siempre lo había sido, y hasta ahora se habían encontrado dos veces en el partido de práctica y en la derrota de los cuervos en las preliminaresdel intergiht, pero lo habían notado; el que había hecho que ese sol se apagara, merecía morir