Decir que estaba frustrado era poco.
Decir que estaba confundido era subestimar sus emociones.Beomgyu estaba muy jodido.
Había reconocido que no podía encontrar ninguna razón por la que Taehyung hubiese podido tener un problema con él, mucho menos cuando sabía que siempre podían resolver sus desacuerdos.
Creía que pensar en cancelar el compromiso o regresar a su propio departamento hasta el día de la boda, sería exagerado. Sin embargo, no era algo extraño de imaginar, sabiendo que nunca habían tenido una situación que los alejara de tal manera.Se encontraba tan perdido en sus pensamientos, tratando de resolver algo de lo que ni siquiera se había enterado, que ni siquiera notó cuando Yeonjun se sentó a su lado con un tazón de cereal y robando el control de tv junto a su múslo.
El volúmen desapareció y sólo la risa de Yeonjun lo hizo volver al mundo real.—Así que… ¿Él realmente te duele tanto?
Beomgyu sólo se fijó en la semidesnudez de la figura firme y pura de Yeonjun. Abdomen plano ligeramente marcado, brazos fuertes y firmes y los múslos gruesos que llenaban los pantalones cortos de manera descortés, como si la pobre tela pudiera resistirse a tal musculatura.
Yeonjun abrió los múslos como si pudiera notar su interés por él. Su hambre. Pero quizás era así: lo notaba.
Llevó sus ojos de regreso al rostro limpio del hombre, que parecía haber tomado una reciente ducha después de haberse levantado. La sonrisa cálida y segura le provocó escalofríos. Se dió cuenta que no había respondido a su cuestionamiento.
Si recordó la pregunta o respondió por simple intuición, no estuvo seguro, pero pareció tener sentido para Yeonjun.
—Estamos comprometidos, ¿no?
Los ojos fijos y la sonrisa desapareciendo lo pusieron nerviosos. Se motivó a despejar su mente de lo que sea que estuviera pasando dentro de su relación, queriendo que la expresión divertida y dulce de Yeonjun se mantuviera intacta.
Yeonjun asintió lentamente, como procesando sus palabras una por una.
—Entonces, ¿no sólo estás comprometido con mi padre por razones superficiales? —Cuando frunció el entrecejo, Yeonjun mordió su labio. —Ya sabes, un hombre de su edad con un tipo como tú… Creo que yo no podría hacerlo.
—¿Qué quieres decir? —Preguntó acusadoramente. —¿Sólo es mi "papi de azúcar"?
—No te ofensas, Beomgyu. Sólo creo que tiene mucha suerte de tenerte, pero es sólo un tipo acercándose a la vejez tres veces antes que tú o yo. —Beomgyu quiso llamarle exagerado por un momento, porque Taehyung no parecía estar en el camino de la vejez todavía, pero por supuesto que tampoco se vería como él. Sin embargo, Yeonjun continuó. —Aún así, él se atreve a dejarte con dudas y culpas de las que ni siquiera fuiste conciente en el primer instante. Alguien cuerdo no te haría esto. No te mantendría a la expectativa del siguiente paso.
Beomgyu asintió. No estaba seguro de que hubiese aceptado la opinión de Yeonjun, pero sí que aceptaba que se hubiese expresado con, aparentemente, buena intención.
En un momento, él murmuró:—¿Intentas que encuentre algo negativo en tu padre?
Yeonjun volvió a sonreír entonces y, contra su pronóstico, lo que escuchó de sus labios lo paralizó durante pocos segundos.
—Sinceramente; sí. —Verlo lamerse los labios no hizo nada bueno con Beomgyu. Su entrepierna centelleó con la intención de despertar, aunque afortunadamente, con la presión de sus manos en su regazo, logró detenerlo. —¿Tú no has visto lo jodidamente mal hijo que puedo ser?
Soy un tipo con poco sentido moral.
ESTÁS LEYENDO
¡Hey, Noona!
FanfictionBeomgyu está comprometido con el señor Kim, con quien contraerá matrimonio una noche después de navidad. Beomgyu está donde está porque ama el dinero y todo lo que con ello pueda hacer, y ciertamente; besar, acariciar, tocar y sentarse en el regazo...