El cumpleaños número cincuenta y dos de Taehyung llegó demasiado pronto, junto al inicio del verano. Taehyung parecía muy cómodo manteniendo una conversación con uno de sus hermanos y la esposa de este. Taehyung era un tipo muy familiar, después de todo.
Beomgyu se encontraba en una esquina, mirando sin mirar realmente. El refresco sabía rancio, aunque quizás se debía a la marca que desconocía, porque la caducidad estaba muy lejos de llegar y él había roto los sellos apenas por la mañana.
No disfrutaba realmente de aquellos eventos ni siquiera en la comida, pero específicamente en aquél, sí de una persona.
Yeonjun lo encontró mirándolo y no pareció sorprendido en lo más mínimo.La última vez que había parecido estar en la misma sintonía y Beomgyu ni el padre de Yeonjun habían llegado a dormir, Yeonjun encontró la manera correcta de hacerlo sufrir. Metiendo la mano en sus pantalones cada vez bajo la mesa durante poco más de una semana, acariciando y endureciéndolo hasta la raíz, Yeonjun nunca terminó lo que comenzaba.
Finalmente la tortura acabó, pero nuevamente estaban los besos y las exigentes necesidades del hombre puestas en las manos de Beomgyu.
Vió el cuerpo esbelto pero firme acercarse a su lugar y se obligó a no recordar todos esos músculos que se escondían bajo las prendas. La preciosa polla entre sus piernas bajo el pantalón oscuro de vestir y la piel brillante e impecable: sólo las cosas que lo ponían de buen humor.
Yeonjun se sentó a su lado, con la intención de una conversación en los ojos. Beomgyu vió los labios separarse para decir la primera palabra, pero lo que escuchó fue una pequeña y adorable voz, preguntando:—¿Eres una Noona o un Hyung? —Ambos miraron al frente y encontraron a un pequeño de poco menos de cinco años. Yoongi, el pequeño bebé de la tía política de Yeonjun, miraba a Beomgyu fijamente, esperando por una respuesta. Beomgyu encontró los ojos de Yeonjun por un microsegundo, pero bastó para avergonzarse. —Mi mami dijo que eres Hyunggie, pero no pareces.
La afirmación acompañada de una sacudida de cabeza de lado a lado, fue lo más adorable que Beomgyu pudo haber visto en mucho tiempo, sin embargo, estaba lo suficientemente horrorizado del contexto, que simplemente no pudo reaccionar aún.
—Es una Noona. —Yeonjun respondió por él, con una dulce sonrisa dirigida al niño. —¿No es linda?
Yoongi agitó nuevamente su cabeza, arriba y abajo esta vez.
—Es ninda.
—Lo es. ¿No es así, Noona? —Yeonjun le acomodó el flequillo que había bajado por encima de su ceja, fuera del frente de su cara. Tenía el cabello atado en la mitad de un moño en la parte de atrás. Su cabello había crecido demasiado más que sus expectativas, pero lo amaba. Estaba indispuesto cada vez que alguien le hablaba de cortarlo, pero no había ninguna razón detrás, sólo lo lindo que se ponía con aquellos rizos rebeldes que se formaban y la tinta cobriza que le daba más vida a su cabello. Todavía, no era razón para ser llamado por un honorario femenino. —¿No eres linda, amor?
—Soy hombre, tonto. —Con tanto esfuerzo logró ignorar el mote cariñoso, que suavizar un adjetivo inadecuado para la presencia de un niño, pareció volverse fácil. —No puedo ser…
—Eres mi Noona. —Yeonjun interrumpió, acercándose a su rostro. —Mi Noona, mi hermosa.
Beomgyu empujó el rostro ajeno, apartándolo suavemente y riendo para despejar la tensión que creía sólo estar sintiendo él.
Para cuando miró, el niño se había marchado.Había una burla en ser llamado «Noona», sin embargo, algo en la mirada de Yeonjun le decía que eso era lo que estaba poniendo a Yeonjun caliente hasta las entrañas.
Se acercaron casi sin notarlo, hasta que los labios de Yeonjun tocaron tan suavemente su oreja que Beomgyu tuvo la previsión de que le susurraría, y así fue.
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¡Hey, Noona!
FanficBeomgyu está comprometido con el señor Kim, con quien contraerá matrimonio una noche después de navidad. Beomgyu está donde está porque ama el dinero y todo lo que con ello pueda hacer, y ciertamente; besar, acariciar, tocar y sentarse en el regazo...