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Llevo dos meses esforzándome día y noche para encontrar todas las salidas posibles, hoy por fin tenía un plan de verdad. Los padres de las chicas por desgracia no pudieron pagar y continuaron todo esté tiempo aquí pero ahora trabajando para "ganarse" su comida y el techo dónde dormir, desconocía que era lo que hacían ya que no es mi área yo sigo encargada de llevarles agua y comida, pero apostaría cualquier cosa porque les hacían daño todas se veían cada vez más asustadas, algunas incluso tenían moratones en los labios, cuello y piernas, les cambiaron sus uniformes por otros más coloridos con faldas a cuadros muy pequeñas apenas podían tapar su ropa interior y las blusas eran un poco transparentes. Lo único que sabía sobre ellas es qué a diferencia de antes que solo se quedaban en un cuarto ahora las llevaban a otros cuartos después del desayuno y a la hora de la cena estaban de regreso, eso era más que suficiente para realizar mi plan de huída.

Gracias a la educación que me dieron mis padres sabía obedecer eso fue lo que me ayudó a ganarme la confianza de todos incluyendo a El manchado quién a pesar de nunca verme en persona me empezó a dar libertad para salir lo cuál aprovechaba para conocer un poco más de fuera, los caminos para salir si eran muy transitados, si había baches que nos pudieran retrasar y lugares donde podremos escondernos, también me daba la oportunidad de pedir cosas especiales para comer de la cual guardaba entre mi ropa para llevarles algo más a las chicas que sus platos con comida sin color ya que otro beneficio fue tener mi propia llave de su cuarto y no tener que ir con aquel hombre de miedo cuidando lo que hago.

Las chicas ya saben que hoy nos vamos así qué solo debían aguantar ésta tarde actuando con normalidad hasta que todos se durmieran, Alexa aún no estaba enterada de nada quería que llegará el momento para decirle sin que hubiera peligro de que intentará detenerme... Había llegado el momento, me vestí, tenía mis llaves en la mano y estaba delante de la cama de mi ex compañera llena de ansiedad por el temor a decirle lo que estaba apunto de pasar pues éste tiempo ella fingía ignorar lo que pasaba al .

Tomé aire y antes de arrepentirme la sacudí.

-¿Qué pasa?- Sin abrir los ojos se removió en su lugar.

-Levantate rápido, nos vamos.

-¿QUÉ?- Se levantó de la cama de un solo brinco, casi cómo si fuera jalada o aventada por el colchón.

-No grites- Puse mi dedo sobre mi labio-Debemos irnos.

-¿Estás loca? Van a matarnos.

-Si nos quedamos vamos a terminar muertas igual ¿Te haz visto? Ya pareces un muerto.

-Melany, no podemos.

-Sí podemos- Caminé hasta la puerta para abrirla- Y lo vamos a hacer. Puede que no entienda mucho de lo que pasa aquí pero sé que está mal, las chicas son...-No pude evitar hacer una mueca de asco al tratar de decir lo que les hacían- Ni siquiera puedo decirlo, no tengo idea de porque ellas están allá y nosotras no pero tengo una oportunidad de sacarlas, y vas a venir conmigo.

-No podemos, escúchame- Me tomó por los hombros y miro directo a los ojos-Estamos aquí porque ellas aseguran nuestra seguridad, sus padres no pagaron lo que les pedían y por ello las obligan a estar con esos hombres no podemos estar a salvo aquí sin un seguro con ellos.

-Entonces no estaremos más aquí, yo no quiero que ellas sufran por mí-Gire el pomo de la puerta por fin y salí sin mirar atrás solamente escuchaba pasos detrás de mí, sabía que no gritaría para que no nos descubrieran así que debía aprovechar eso para sacarla.

Caminamos por todo el pasillo hasta el cuarto dónde estaban las chicas, todo estaba en silencio y completamente oscuro en éstos momentos estaba agradecida del vacío en éstos así no corríamos el riesgo de tropezar y hacer ruido.

Aventura ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora