5.

0 0 0
                                    

Pov. Melany

Estaba en un sofá pero esta vez tenia una pierna a cada lado del cuerpo de un hombre, a pesar de estar los ojos cerrados lo podía saber porque sentí sus grandes manos tomando mi cadera fuertemente al mismo tiempo que unos labios estaban moviéndose pegados a los míos, no sabía cómo llegue aquí o qué hacía con ese hombre mi mente solo podía pensar en todas las oportunidades que he tenido para arruinar mi vida al mismo paso que mi reputación y cómo no desaproveche ninguna cavando cada vez más un hoyo del que ya no puedo salir. Por más que intentaba moverme de lugar no podía, mi cuerpo no obedecía a nada cómo sí fuera una especie de muñeca y él con su agarre me ordenara que no me moviera; no podía abrir los ojos solo estaba sintiendo cada beso y cómo se aferraba a mi con sus manos... Y yo lo dejaba, todo mi buen juicio se escondió en alguna parte de la que en este momento no pensaba salir por más intentos que hiciera mi cuerpo no se movía de lugar.


Mi respiración se sentía pesada y mi estómago parecía que saldría de mi cuerpo  en cualquier momento, podía sentir el calor corporal del hombre debajo de mí, no había forma de que me sintiera bien con ésto pero pasó lo peor, una de sus manos bajo lentamente por mi pierna a pesar de sentir una barrera de tela entre su mano y mi pierna hizo que me costará cada vez más respirar y la sensación en mi estómago fuera casi cómo si estuviera hecho una bola que poco a poco iban aplastando, cuando su mano llego hasta mi rodilla sentí que atravesó la tela así qué ahora podía sentir su toqué directamente. No sabía que hacer quería correr pero aún mi cuerpo seguía bajo su control, podía sentir arder cada centímetro de mi piel que recorría devuelta hacia arriba torturando me lentamente hasta que sentí cómo su mano llego al final de mi pierna y comenzaba otro camino en dirección a otro sitio más privado, no pensaba en nada más que en el miedo de que estaba por pasar la cosa más horrible de todas sin poder hacer nada ni pedir ayuda.

-Melany- La voz de Alexa se escuchaba cerca, rezaba para que pudiera venir a salvarme- Melany, la anciana nos matara si no estamos pronto en clase- Sentí que otras manos se colocaron sobre mi cuerpo pero estas fueron de una forma violenta haciendo más grande mi temor lo que por fortuna ayudo a que abriera los ojos de golpe.

-¿Dónde estamos?- Mi voz sonaba agitada. Alexa estaba parada al lado de mi mirándome con una sonrisa.

-¿Dónde más? En el cuarto en la prisión de viejas sin vida- Se rió y me extendió la mano, la tome sin pensarlo y ella me jalo haciendo que me sentará. Analicé el lugar bastante confundida, era nuestro cuarto,  no había nadie más que nosotras aquí- Ya sé lo que pasa- Soltó un suspiro- Yo también he soñado con salir de aquí pero despertar es una decepción- Se giro en dirección al armario.

-¿Y el hombre?

-¿Cuál? El único hombre que puedo ver aquí es ese-Se giro unos segundos y señalo el cristo al centro de la habitación quejándose.

-Creo que fue una pesadilla solamente- Asentí y por fin sentí el aire volver a mis pulmones relajando todo mi cuerpo.

-Debemos bajar ya- Aventó a mi cama el uniforme- Cambiate rápido o la próxima pesadilla será con la vieja superior.

Suspiré y agarre mi uniforme - Ya lo es, tantas mentiras podrían explotarme en la cara.

-Lo único que podría explotar te en la cara sería el amigo inseparable del profesor- Se rió cruzándose de brazos.

-¿Amigo?

-Ya sabes... Su- Ella sonrió de lado mientras señalaba con sus dedos la parte baja de su cuerpo.

-Que asco- Le avente la blusa de mi pijama pero ella sin problema la agarró en el aire y me la aventó de vuelta cayendo en mi cara haciéndola soltar una carcajada.

Aventura ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora