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Al día siguiente Joaquín esperaba a Nikolás en el aeropuerto, el ojiverde venía algunos minutos tarde y eso no ayudaba a los nervios que sentía. 

Cuándo lo vió corriendo con un montón de maletas, caminó hacía él para ayudarlo. 

— ¿Piensas quedarte a vivir allá? ¿Porqué tantas maletas?  — preguntó tomando una de las maletas de su amigo, para luego casi correr hacía dónde Jack esperaba junto a Martín. 

Cuándo Nikolás vió a Jack junto a su amigo arrugó el entrecejo 

— ¿Ésto será un viaje escolar y no me enteré? 

— Martín vá a dónde Jack vá, así que Emilio le envío un pasaje a él también — contestó Joaquín, mientras buscaba los documentos de cada uno para ir a abordar el avión. 

Nikolás con una cara de asombro exagerada y una sonrisa miró a ambos niños. 

— ¡Mocoso! No me dijiste que eran novios. 

— ¡NO LO SOMOS! — gritaron Jack y Martín a la vez. 

— Es mi mejor amigo tío Nik — dijo Jack avergonzado

Nikolás volteó los ojos y luego miró serio a Joaquín, se acercó a su oído y susurró sólo para que él escuchara.

— Ya le pegaste tus problemas a mi mocoso. 

Joaquín paró de caminar para mirarlo ofendido

— ¿Quieres callarte y caminar más rápido? 

— Tranquilo Joa, vamos bien. Aún es temprano y tenemos 6 horas extras antes de la boda — dijo Joaquín pasando un brazo por sobre el hombro de Nikolás. 

Iban caminando cuándo notaron a una gran cantidad de personas aglomeradas y casi encerrando a las azafatas que estaban con carpetas en las manos, se extrañaron y caminaron en aquella dirección sólo para encontrarse con las enormes pantallas que avisaban que todo los vuelos habían sido retrasados.

Joaquín se acerco rápidamente a una de las azafatas

— ¿Qué fué lo que sucedió? 

— Ceniza volcánica señor, todos los vuelos debieron ser retrasados. 

— Pero yo necesito llegar a Boston lo antes posible — habló con desespero 

— Lo sentimos mucho, pero habrá un retraso de 6 horas. 

Joaquín miro a Nikolás que estaba justo a su lado. 

— Tranquilo hermano, aún podemos llegar minutos antes. — dijo Nikolás con convicción 












 — dijo Nikolás con convicción 

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Fueron las 6 peores horas, la ansiedad y el arrepentimiento calaban en Joaquín, pero una vez que abordó el avión no se permitió acobardarse. 

Love, Joaquín // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora