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Joaquín rápidamente se dió cuenta de lo que estaba diciendo, dejó de mirar a Emilio y notó todas las miradas que estaban fijas en él, dió una sonrisa incómodo y continuó hablando

— Cómo un hermano ama a su hermano y cómo un mejor amigo ama al otro — se encogió de hombros y volvió a concentrar su mirada en aquellos ojos que ama tanto  — Siempre cuidaré de tus sueños, Emilio. No importa que tan raros y retorcidos sean... — Emilio trató de darle una sonrisa, mientras intentaba secar disimuladamente el par de lágrimas que corrían por sus mejillas — Ahora, por favor... Únanse todos a mí en éste brindis... Por los novios. 

Levantó su copa y sonrió levemente, escuchó a lo lejos cómo corearon ¡Por los novios! Y bebió de su copa tratando de tragar el nudo que se formó en su garganta.

Polo tenía el entrecejo fruncido y tragaba más veces de las necesarias, intentaba llamar la atención de Emilio para pedirle una explicación, pero el rizado no despegaba su mirada de su castaño amigo.

— Emilio — susurró Polo

El rizado pareció salir de su trance cuándo escuchó al rubio, y le dió una sonrisa que intentó fuera sincera, el rubio decidió ignorar la situación y tomando su copa la chocó con la de su ahora esposo y brindaron.

30 minutos después, todos estaban en el salón de baile y por un parlante se anunció que los novios bailarían el vals.

Joaquín tomó otra copa y trató de no mirar cómo Emilio sonreía mientras Polo lo arrastraba al medio de la pista, el rizado pasó una de sus manos por la cintura del rubio y lo acercó hacía él, le dijo algo que Joaquín no logró entender y comenzaron a bailar mirándose a los ojos.

Después de unos minutos, más personas comenzaron unirse a la pista de baile, pudo ver a lo lejos cómo Eduardo bailaba sin ritmo con un Nikolás completamente sonrojado y soltó una pequeña risa, cuándo sacó la vista de ellos encontró a Jack riendo a lo grande mientras Martín intentaba bailar con él. Sonrió con melancolía.

Todos bailaban alrededor de Emilio y Pol9, todos estaban felices por los novios y Joaquín no pudo aguantar más, sin premeditar sus pasos se "escondió" tras una pared y se permitió llorar.

Lloró por minutos que le parecieron horas, sentía su corazón roto cómo si realmente lo hubieran destrozado físicamente.














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En la pista de baile, Jack se estaba divirtiendo mientras bailaba ó intentaba bailar con Martín, pero cuándo sintió los labios de su amigo sobre los suyos, se congeló.

Fué un beso breve, tímido e inocente, pero para él se sintió cómo el peor error de su corta vida.

— ¡No! — gritó alejando a Martín con un pequeño empujón — ¿Qué crees que hacés?

Love, Joaquín // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora