Parte 4 Deseo mutuo

601 28 6
                                    

“Tu me provocas todo menos asco”, esa seductora, encendida y apasionada mirada de ojos grises te seguía hasta en tu sueño más profundo, ese beso sabor a añoranza y anhelo mezclados con cerveza había esclarecido las cosas, era deseo.

Te sentaste en la cama, despertándote con el corazón palpitando al mil por hora, despeinada y desconcertada. Los primeros rayos del sol se asomaban por tu ventana, Beka estaba tranquilamente dormido a tu lado, ronroneando.

Había pasado un día sin ver a Soap y a Simon por lo que supusiste que era por trabajo y te dispusiste a seguir con tu día.

El día transcurrió tranquilamente, habías hecho y pagado algunas facturas y presenciado una junta con tu jefa, Rose, sobre el nuevo trato con otra empresa para poder trabajar en conjunto, a las cuatro de la tarde, estabas por comer tu sandwich de jamón con jugo de naranja. Pusiste tu botella de jugo sobre tu escritorio café y desenvolviste sin mucho ánimo tu sandwich, tu celular estaba entre tu computadora blanca y tú y le diste una mordida al sandwich, un sonido de notificación de mensaje te sorprendió, por un momento pensaste que era un mensaje de Simon, lo cual te resultó absolutamente ridículo pues no le habías dado tu número, no tenían una amistad, no hablaban mucho, solo había un beso, pero eso fue suficiente para que tu quisieras más, aunque no te imaginabas al señor Riley pidiéndote que fueras su novia.

Volviste al presente y tomaste tu celular, era un mensaje de tu ex novio, Alex, quien quería saber de ti.
Cómo había conseguido tu número, cómo se atrevía a volver a hablarte. Se podría decir que lo habías querido mucho, Alex había sido tu segundo novio y con el te imaginaste toda una vida, ambos tenían 17 años y sus padres eran amigos y socios de negocios, todo hubiera sido perfecto si no hubieras encontrado a Alex en la cama con una chica de su club de tenis, y en ese momento decidiste dejarlo.

Siempre habías sido determinante y persistente, cuando algo ya no te parecía bueno, lo dejabas, no había rodeos contigo, nuevamente Simon Riley se hizo presente en tus pensamientos; debías saber más, que sentía el por ti, por las circunstancias de situación quizá le gustabas pero le daba miedo decirte, por lo que decidiste que la primera en dar el paso serías tú.

Al llegar a casa y estacionar el carro, te diste cuenta de que no estaba la camioneta de Simon, lo cual te desanimó, pero Soap estaba sentado en la entrada de su casa.

Soap- Hola Abril!- te saludó alegre como siempre.

-Hola Soap, estás tu sólo hoy?

Soap- Si, Simon tuvo que ir a la base asi que básicamente estaré un par de días solo, o al menos eso espero, pero estoy por aquí si ocupas algo- trataste de disimular tu evidente tristeza, y sonreiste débilmente.

-Si muchas gracias Soap, bueno me voy ahora, pasa una linda noche.

Soap- claro Abril, descansa.

Así pasaron dos días sin saber de Simon, por la tarde te recibía Soap, con quién cruzabas dos palabras y se despedían, esas noches, mientras cenabas, tu ánimo empezaba a decaer, Alex seguía insistiendo todos los días con verte con intenciones de volver a retomar su relación fallida, pero tu respuesta era un rotundo no.

Llegaste a la conclusión de que Simon tenia miedo a iniciar una relación sentimental, o quizá solo había sido un coqueteo casual, un beso simple motivado por el alcohol, pero todas las noches, tu habitación y el mismo Beka eran testigos de tus desvelos, el sabor de sus labios te perseguía, ese beso plagado de ternura, cerveza, pasión y anhelo seguía intacto en tu boca, siendo cómplice de esa mirada intrigante, “tu me provocas todo menos asco”.

Rose- Abril estás bien?- tu jefa te sacó de tu ensoñación, te veía desconcertada, parpadeaste volviendo a la realidad completamente.

- Si, si, disculpa, estaba pensando en un pendiente que tengo en casa.

Tu vecino Ghost Riley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora