Los días se sentían iguales: solitarios, vacíos y sin sentido.
Seguía la misma rutina todos los días. Me levantaba esperando que hoy fuera diferente, que tal vez, solo tal vez, algo cambiaría. Y ¿qué me encuentro? Un departamento oscuro, lleno de botellas de alcohol y a mi padre tirado en el sillón, esperando a que suene la alarma para mostrarse ante los demás como una mentira.
No sé bien cuándo comencé a sentirme vacía, insuficiente y defectuosa, pero aprendí a vivir con ello. Aprendí a aceptar que nunca podré ser suficiente para nadie, ni siquiera para mí misma, y no importa lo que haga, siempre me sentiré así.
He llegado a pensar que no hay salida para mí. Estoy atascado en mis emociones y no puedo encontrar una forma de enfrentar este problema. Parece que no hay escapatoria de lo infeliz que estoy con mi vida.
No hay remedia.
Hoy tengo un examen de matemáticas y estoy muy ansiosa. La materia no me gusta tanto, pero me esfuerzo para que me salga bien. Mi padre me exige mucho para que me vaya bien en la escuela. Él dice que si se ve en la necesidad de hablar de mí, quiere que sean cosas buenas.
Caminando por los pasillos, me encuentro a Tzuyu y Sana. Son mis únicas amigas, así que cuando ellas no están conmigo o faltan a clases, me siento solo. Tal vez no lo sepan y por eso pasan más tiempo con sus otras amigas.
—¡Chae! ¿Cómo estás? Adivina qué pasó.
Ella es Minatozaki Sana. Sana es japonesa, por lo que al llegar tuvo unos cuantos problemas para adaptarse. Así que la ayudé con todo lo que necesitaba y nos volvimos amigas. Sana es como un rayo de sol, ilumina todos los lugares a donde va. También es muy cariñosa, podría decir que es la persona más cariñosa y amable que conozco. Ella está dispuesta a ayudar a todo el que lo necesite sin esperar nada a cambio.
—Hola, estoy bien. ¿Qué pasó?
—Sana está feliz porque va a entrar una estudiante transferida de Japón.
Ella es Chou Tzuyu. Tzuyu es taiwanesa. Puede que sea un poco brusca, pero es la mejor persona que he conocido. Es muy popular, ya que su apariencia la hace deseada y admirada. Y no solo es eso; ella también es muy inteligente y amable.
Tengo unas amigas que destacan, lástima que ellas no puedan decir lo mismo de mí.
—Sí, estoy muy feliz. Espero que podamos ser amigas, ya que no conozco a ningún estudiante japonés aquí.
—Lo hará, hay mucha gente que la ama, unnie.
Y es cierto, Sana fácilmente se roba el corazón de todos con su carisma y ternura.
—¡Chaeyoung-ah! ¡Gracias!
ella me abraza Sana puede ser algo cariñosa a veces.
- ¡Qué linda!
-No es nada, pero ya me tengo que ir; no quiero llegar tarde.
—Oh, cierto. Suerte en el examen de matemáticas.
-Gracias.
Estaba llegando a mi clase, pero en el otro pasillo escuché un sonido extraño y quise ir a ver.
-¿Eres nueva, cierto?
Era BamBam, un chico que cree que puede molestar a todo el mundo porque su padre tiene un gran poder en la escuela. Yo soy parte de los que molesta, especialmente a mí; parece que me tiene un odio único.
Él estaba empujando a una chica contra la pared. Ella lucía claramente incómoda.
-Parece que no hablas mucho —dijo, al notar que no le contestaba, suspiró—. Oye, quiero salir contigo. Eres un poco callada, pero eso no importa; tu belleza lo compensa.
-Lo siento, pero no estoy interesada en salir contigo. Apenas te conozco.
-No era una pregunta, vamos a salir.
sabía que no debía meterme.
-Ella ya ha dicho que no. Si deseas salir con una chica, no deberías forzarla. ¿No te enseñaron eso?
-Ratita, parece que no a ti enseñaron a no meterte en los asuntos de los demás. ¿Quién crees que eres para decirme qué hacer?
-Nadie.
-Correcto, no eres nada. Mejor aléjate.
Me empujó y caí al suelo bruscamente esto es humillante .
-—¡Maldito, cómo te atreves!
No sé cómo pasó, pero ahora Tzuyu estaba frente a BamBam, lista para golpearlo.
—¿Qué vas a hacer al respecto? —Ella frunció el ceño
—Te crees importante solo porque tu papi te protege, pero tu papi no está aquí y no me asusta la idea de ser expulsada por golpearte, así que más te vale irte antes de que pierda la paciencia. —¡Increíble, da miedo! BamBam, como si hubiera visto al diablo, salió corriendo, y Tzuyu me ayudó a levantarme.
-Chaeyoung, ¿eres idiota?
Sí, lo era en serio era una idiota.
-Lo siento.
-No repitas una acción como esa.
La chica aún estaba en el mismo sitio. Estaba a punto de acercarme, pero la campana sonó.
- Unnie, tengo que irme, estoy llegando tarde.
Sin esperar la respuesta de Tzuyu, salí corriendo. Hoy iba a ser un día largo.
Hola, he cambiado bastante el capítulo, jajaja. Creo que ahora está más corto, no estoy segura.Espero que te guste. 💗
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wounds |Michaeng
Kurzgeschichten"Chaeyoung, estoy aquí intentando ayudarte, ¿por qué no lo ves?"