𝑩𝑹𝑨𝑺𝑰𝑳 // 𝑹𝑶𝑫𝑹𝒀𝑮𝑶 𝑮𝑶𝑬𝑺

Capítulo 8

Estaba en la parte de abajo de la discoteca bailando, arriba no había pista de baile, así que tuve que bajar. Estaba bailando sola, y la verdad es que lo disfruto mucho más así, nunca me ha molestado.

Mientras movía mis caderas al ritmo de la música, sentí unas mano es mi cintura. Me giré rápidamente para ver quien me estaba tocando sin mi consentimiento.

Vi a un chico joven bastante más alto que yo. Tenía el pelo rubio y los ojos verdes, según lo que las led de la discoteca me dejaban ver y sonreía como un auténtico psicópata. También desprendía un olor a alcohol y droga, mezclado con su asqueroso perfume.

- ¿Me puedes soltar? Es que no te he dado el permiso - dije incómoda.
- No, por cierto me llamó Juan - dijo con voz ebria y apretado más su agarre en mi cintura.
- Me importa una mierda como te llames, sueltame -
- Que no te voy a soltar y callate ya, coño - dijo muy enfadado.

Me asusté por la cara que tenía y el tono con el que me había hablado. Por impulso, le pegué una patada en sus partes con la rodilla. Salí corriendo hacia las escaleras del reservado pero el era más rápido que yo y consiguió atraparme.

Me agarró con fuerza dirigiéndonos al baño de chicos. Nos metió en un cubículo mientras me tapaba la boca para no gritar y que nos escuchasen.

- ¡Ayudaa! - grité mientras lágrimas se deslizaban por mis mejillas.
- ¡Que te calles, puta! - me gritó - Te voy a tener que enseñar ha comportarte con los hombres -
-  No porfavor, ¡Ayuda! - grité con todas mis fuerzas.

Sentí como me metió una bofetada en la mejilla y dirigí mi mano rápidamente a ese lugar mientras lloraba con fuerza.

- Eso es por no callarte, zorra - dijo enfadado - ahora te voy a enseñar lo que es respetar a un hombre y hacer lo que yo quiera -

En ese momento dirigió su asquerosa mano a mi entrepierna y noté como empezó a masajear por encima de mis bragas.

- Ya porfavor - dije entre sollozos.

Escuche como entró alguien y Juan me hizo una seña para que me callara o sino acabaría mal. Sin querer solté un sollozo lo bastante fuerte como para que la persona que estaba dentro me escuchará.

- ¿Hay alguien? - preguntó un voz que conocía muy bien.
- ¡Rodrygo! - grité fuerte.
- ¡Que te calles, ostia! - dijo el chico.

Rodrygo abrió la puerta del cubículo y observó al chico que tenía al lado con cara de asco. Acto seguido lo empujó apartándome y poniendo me detrás de él.

- ¿Que coño le haces, tio? - dijo Rodry enfadado.
- Nada, solo nos estábamos divirtiendo - dijo el chico ese.
- Si claro, y ella estaba pidiendo ayuda  -

Yo no podía parar de llorar por el miedo de que hubiera pasado si Rodrygo no hubiera entrado en le baño.

El chico se fue corriendo cuando Rodry lo amenazó con llamar a la policía.

- ¿Estás bien?¿Te ha hecho algo?¿Te duele algo? No llores porfavor - dijo alterado.
- Me...me ha cogido y...y me ha encerrado aquí y - paré - me pegó una bofetada y... -
- Para porfavor - interrumpió - para porque si acaba como me estoy imaginando, voy a salir ha darle una paliza -
- No, gracias a ti no ha ido a más -
- Vámonos rápido - dijo

Salimos rápido y subimos al reservado a avisar a los chicos y a coger nuestras cosas.

- Hermano, nos vamos, luego te contamos - le dijo Rodrygo a mi hermano en un tono serio.
- ¿Que ha pasado?¿Por qué está llorando?¿Que te han hecho Pammy? - dijo mi hermano nervioso.
- Yo...yo - lloré.
- Luego cuando quieras me lo cuentas, ¿vale? - dijo acunando mi cara entre sus manos - voy con vosotros - informó mirando a Rodrygo.

Salimos de ahí lo más rápido posible y subimos al coche. Me subieron en la parte de atrás con Rodry que me abrazaba, mientras mi hermano conducía.

Yo a este punto no pare de llorar de la rabia. Me sentía sucia y que mí cuerpo no me pertenecía.

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Necesitaba poner algo de drama para que no os aburrais.
Os recuerdo que podéis hacerme pedidos para los One Shorts.
Espero que os guste.
Muchos besos 😘😘