Capítulo 10

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⚠️ CONTENIDO EXPLÍCITO⚠️

NARRA PAMELA
Después de preguntarles si podía ducharme, me dirigí hacía la habitación donde me habían dejado.

Me metí en la ducha con el agua templada. Me lave el pelo con cuidado de no enredarlo mucho. Me esparcí el gel por el cuerpo con las manos. Me sentía sucia, muy sucia.

Froté mi cuerpo como si la vida llevara en ello, intentando desaparecer esa "suciedad" que tenía.

Salí de la ducha y me escurrí el pelo con una toalla que había doblada en una pequeña estantería y, con esa misma, me envolví el cuerpo.

Salí del baño, cerrando la puerta detrás de mi. Me giré y vi a Rodrygo sin camiseta.

Oh dios, que bueno está.

- Ay... perdón... lo siento... No sabía que está era tu habitación... es que como me dejasteis aquí antes... De verdad que lo sien...- dije avergonzada hasta que me interrumpió.
- Eh, tranquila, perdoname a mí por no avisar de que entraba - me dijo tranquilizandome - Tu hermano está en el cuarto de invitados si quieres ir con él, aunque te voy avisando de que esa cama es individual, vais a dormir un poco apretados -
- Bueno... pues da igual, nos apañaremos nosotros - dije - Muchas gracias por todo Rodry - agradecí.
- Espera... si quieres puedes dormir aquí y yo me bajo al sofá - propuso
- No, no y no, no te voy a echar de tu propia habitación - dije tensa. Me estaba poniendo nerviosa el estar tapada con una simple toalla delante de él, además a eso le sumas que estaba sin camiseta e intentado no bajar la mirada para mirar mi cuerpo, cosa que yo también estaba intentando - Me iré yo al sofá - hablé.
- No, tu no vas a ir al sofá - dijo él - ¿y si dormimos los dos aquí con un muro de almohadas? lo del muro es para que no te sientas incómoda, es lo último que quiero después de lo que ha pasado - finalizó.
- No hace falta el muro, yo contigo me siento muy cómoda Rodrygo - confesé.
- Perfecto, te dejó algo de ropa y nos ponemos a dormir que ya es muy tarde y han pasado muchas cosas - ofreció.

Me dejó una camiseta, un calzoncillo y unos pantalones de chándal, y me fui a cambiar al baño. La ropa me quedaba enorme, pero era mejor que llevar puesto mi vestido ajustado. Es pantalón se me iba cayendo, por lo tanto, tenía que ir subiéndolo cada dos por tres.

Salí del baño y vi a Rodrygo tumbado en un lado de la cama mirando algo en el móvil. Parece que él quiere que me dé algo, porque seguia sin camiseta.

- ¿Te molesta que esté sin camiseta? Es que así duermo, pero si te sientes incómoda o algo, me puedo poner algo encima - dijo rápido.
- No, tranquilo que no me molesta - dije sonriendo por su nerviosismo.
- Me encanta tu sonrisa - soltó - que desaparezca nunca, es preciosa -
- Muchas gracias - me sorprendí - a mi también me gusta la tuya, y tranquilo, no creo que desaparezca si tú estás conmigo - confesé. No se cómo he podido decir eso, seguro que ahora mismo me echará de su habitación y no lo volveré a ver más.
- Eso espero - puso un mechón de mi pelo detrás de mi oreja.

Se fue acercando poco a poco a mi cuerpo, tanto que nuestras narices se estaban rozando y nuestras respiración se estaban mezclando.

- Tengo tantas ganas de hacerte de todo - dijo susurrando cerca de mi cara.
- Entonces, ¿a que estás esperando? - dije en el mismo tono que él.
- No quiero que te sientas incómoda - dijo él.
- Nunca me he sentido así contigo -

De un momento a otro, estampó sus labios a los míos. Me agarró de la cintura y me pegó a su cuerpo, sintiendo su miembro duro en mi abdomen. Lo agarré por el cuello para acercarme más a él, si es que se podía.

- No sabes cuánto llevo esperando esto - dijo separándose.
- Entonces, ¿por qué te paras? -
- Si no paro esto ahora no voy a poder parar después -
- ¿Y por qué tendrías que parar? - dije con la respiración entrecortada por la sesión de besos anterior.

Volvió a pegar nuestra bocas en un beso con mucho más deseo que el anterior. Empezó un batalla entre nuestras lenguas que ambos queríamos ganar.

En ese beso estaba sintiendo mucha cosas. Las típicas maripositas en el estómago eran poco comparado con lo que estaba sintiendo. Tenía una jungla en mi interior, leones, rinocerontes, hipopótamos...

Me saco de mi trance cuando me cogió por los muslos para que enroscara las piernas en su cintura y me dejó sobre la cama suavemente.

- ¿Estás segura de esto? Si no quieres no te tienes que sentir obligada -
- Estoy más que segura - dije mirando a sus preciosos ojos.

Le seguí besando mientras bajaba mi mano acariciando su torso. Cuando llegue al pantalón, metí mi mano y empecé a manosear su miembro erecto a través de su ropa interior.

- Joder nena, como me pones - dijo en un gemido que me excitó más de lo que ya estaba - ¿Puedo? - me preguntó haciendo el amago de quitarme la ropa.

Asentí desesperada por sentirlo tocandome. Me quito la camiseta lentamente dejando mis pechos libres ya que no llevaba sujetador.

Empezó a bajar sus besos por mi cuello, mientras yo no era capaz de controlar mis jadeos. Cuando llegó a mis pechos, se metió uno en su boca y el otro lo empezó a manosear.

- Rodry - suspiré
- ¿Que pasa preciosa?¿Que es lo que quieres? - dijo con una sonrisa burlona.
- A ti - dije en un jadeo.

Me bajó los pantalones junto a la ropa interior, dejándome completamente desnuda. Fue bajando sus besos por mis pechos, llegó a mi monte venus y paró.

Se bajó los pantalones y me senté para tocarlo a él también. Toqué su pene por encima de los calzoncillos.

Madre mía, eso no me entra ni de coña.

Bajé los calzoncillos lentamente mientras lo miraba a los ojos. Cayeron al suelo y cogí su miembro con una mano, masturbándolo.

Echo la cabeza hacia atrás soltando varios gruñidos. Aproveché que no miraba para así metérmelo en la boca.
Emitió un gemido, cosa que yo también hice, porque me calentó mucho.

- Joder bebé - suspiró.

Me sacó su miembro de mi boca para dirigirse hacia un cajón de una mesita. De el saco un condón que abrió con los dientes mientras me miraba sonriendo.

Se lo colocó y se acercó a mi cara para besarme mientras me tumbaba de nuevo sobre la cama.

- Si no te sientes bien, o simplemente no quieres seguir, avísame - dijo mientras se ponía sobre mi sin dejar caer todo su peso sobre mí.

Asentí agarrándole de la nuca para besarlo. Sentí que empezó a introducirse en mi interior y solté un gemido que fue ahogado por el beso.

En ese momento, sentí una conexión muy fuerte, como si toda la habitación se estuviera electrocutando.

- Estoy en el puto cielo, porra (joder) - dijo soltando varios gruñidos.

Empezó a hacer sus embestidas más fuertes, dado que su orgasmo se estaba acercando, igual que el mío.

Las mariposas que tenía en el estómago se liberaron por mi vagina en unas embestidas más, haciendo que soltará un pequeño grito. Su orgasmo llegó unos segundos al mío, soltando un largo gemido.

Se apoyo en mi pecho aun estando en mi interior.

- Te quiero - soltó en un susurro.

Le levanté la carita para que me mirara a los ojos. Sus ojos brillaban más que nunca, no lo había visto nunca así.

- Espero que sea verdad porque yo también te quiero - confesé. No se ni cómo lo he podido decir en voz alta.

Me besó de una forma mas lenta y dulce que la anterior, expresando todos sus sentimientos.

Salió de mi y se levantó para ir a tirar el condón.

Se metió en la cama conmigo y apoyé mi cabeza en su pecho.

- Duerme bien amor - escuché que dijo antes de que me durmiera.

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Holaaaaa!
Porfin he podido actualizar. Quería que esté capítulo fuera largo y que pasarán varias cosas.
Se que he tardado mucho en actualizar pero espero que esto os sirva como recompensa por esperar tanto.
Espero que os guste
Muchos besos 😘😘

𝑩𝑹𝑨𝑺𝑰𝑳 // 𝑹𝑶𝑫𝑹𝒀𝑮𝑶 𝑮𝑶𝑬𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora