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Puerto Vallarta, Jalisco.
Max estaba recostado en una de las tumbonas de la playa con la cabeza apoyada en el pecho de su esposo y su anillo de bodas brillando por el sol mientras observaba a sus sobrinos jugar en la piscina.
Tenían una semana de descanso mientras esperaban el Gran Premio de Brasil luego de haber tenido un fin de semana exitoso en la Ciudad de México.
Los niños estaban nadando, jugando con los lanzadores de agua y practicando buceo, felices de pasar unos días en la playa.
Estaban creciendo, eso quería decir que ya no había ningún bebé en la familia, y eso todos lo sabían porque su suegra siempre lo decía, pero de forma indirecta a Paola.
Max había tenido eso en mente desde las vacaciones de verano, pensando en bebés, hasta que una noche soñó con un bebé de cabello castaño con ojos azules y piel clara.
Desde ese momento, estuvo barajando la idea de decirle a Sergio que quería intentar tener un bebé. Estaba un poco nervioso de sugerirlo, pero sentía que ese día era fantástico, especialmente después de que el hombre pasó horas jugando con los niños.
- Bebé.- Susurró.
- ¿Sí?- Preguntó Sergio, apartando la vista de su teléfono para prestarle toda su atención.
- Quiero hablar contigo sobre algo.
- ¿Está bien?- Dijo el hombre confundido.
- Estaba pensando que podríamos hablar sobre bebés.
- ¿Bebés?- Preguntó el hombre confundido.- ¿A qué te refieres?
- Bueno, nuestros bebés. Humanos. Hablar de cuándo queremos tenerlos.
- Está bien, dime. Es tu cuerpo así que una gran parte de esto depende de ti.- Respondió Sergio pasando sus dedos por su espalda.
- Bueno, estaba pensando que quizás podríamos empezar a intentarlo, es decir, si quieres, ¿el próximo año?- Terminó preguntando y mordiéndose el labio, nervioso y ansioso por la respuesta de su esposo.
Sergio se quedó callado unos segundos hasta que sonrió.
- Eso sería fantástico, amor. ¿Podemos volver a hablar del tema antes de que empiece la temporada? ¿Entonces así podemos tener planeado?
- ¿En serio?
- Sí. Llevo meses esperando este momento.- Afirmó Sergio.
Max sonrió, feliz de que su esposo quisiera tener un bebé y actuarían de acuerdo a un plan, a Max le encantaban los planes.
Excepto que no lo hicieron. La temporada comenzó y nunca tuvieron la oportunidad de hablar o hacer planes sobre un bebé, y Max pensó que todo estaba arreglado ese año. Volverían a hablar del tema hasta el final de la temporada.
