Fuerte impacto, pero gracias.

72 9 1
                                    

Max.

‹‹ Oh, ese fue un golpe muy fuerte. ›› Vi cómo la pelota cayó directamente en el rostro de Ophelia. Sus compañeras se acercaron a ella, seguidas por la profesora y luego Carrie, que parecía bastante preocupada y pedía disculpas.

Victor y Mateo se rieron un poco, lo que me pareció inapropiado. Hugo les dijo que pararan y que, si iban a seguir, les haría lo mismo. Me pareció bien. Ophelia parecía que no se levantaba, así que bajé las gradas acercándome a las chicas; detrás de mí venía Hugo y los demás, que parecían bastante regañados.

—Se desmayó -avisó la profesora. —Denle algo de espacio a Bennett. –La profesora miró alrededor como si buscara...

—Ajá, Max Sinclair – me ubicó llamándome con la mano para que me acercara. —podrías llevarla a la enfermería. No hay camillas ahora mismo, por desgracia. Así que ten cuidado con su cabeza, no quiero que su padre me mate.

—Sí, profesora.

La sostuve con cuidado, apoyando su espalda en mi antebrazo y asegurando su cabeza con suavidad. La sensación de su cuerpo en mis brazos era delicada y caminé con precaución hacia la enfermería. Tenía el rostro enrojecido por el golpe.

—Esperen, iré por sus cosas al vestidor. Los veo en la enfermería. –avisó Carrie, así que seguí camino a la enfermería.

—Voy contigo para ayudarte a abrir las puertas. –me dijo Victor. Mateo y Hugo fueron a ayudar a Carrie, ya que parecía que no solo traía las cosas de Ophelia, sino también las suyas. Se veía muy dolorida por lo que hizo.

—¡Oh, Carrie! –llamó la profesora, lo que hizo que Carrie mirara. —Trata de no matar a alguien en el camino.

Algunos se rieron suavemente, lo que hizo que ella se avergonzara. Caminamos todos a la enfermería, Fui consciente de cada paso para no causarle más incomodidad. Su rostro enrojecido mostraba la marca del balón y mi atención estaba totalmente centrada en asegurarme de llevarla con el mayor cuidado posible, como si cada paso fuera un intento de aliviar el dolor que el golpe había causado. Al llegar, deje en una de las camas, esperando que el enfermero regresara de una reunión que tenía. Cuando este apareció, nos fuimos, dejándola sola con Carrie. Al salir del lugar, apareció otra chica que se veía preocupada.

—¿Ophelia está adentro? –nos preguntó sin vernos.

—Sí -le respondió Mateo.

Nos apartamos de la puerta para permitirle el paso. Ella entró, pidiendo permiso y cerrando la puerta tras de sí. Regresamos al gimnasio para concluir la práctica.

—Espero que esté bien; la caída fue bastante fuerte. -comentó Hugo.

—El golpe resonó con fuerza. –agregó Víctor.

—¿Hablas del impacto de la pelota en su rostro o del golpe al caer al suelo? –preguntó Mateo.

—No hubo sangre ¿verdad? –cuestionó preocupado Hugo.

—Chicos... me están poniendo nervioso. No quisiera que el golpe haya sido grave. –intenté detener la conversación; pensar en consecuencias peores me angustiaba.

—¿Por qué te preocupa? Ni siquiera la conoces. –dijo Víctor, visiblemente confundido.

—No, pero me parece una buena persona.

—Y lo es. –confirmó Hugo.

—Es mejor que regresemos, el descanso casi termina -dijo Mateo.

—Mierda, es cierto -respondió Hugo.

Si, es un ClichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora