"No vi nada"

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Summary. Nanami encuentra a sus senpais en un momento comprometedor.

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La clausura del Año Viejo estaba dirigida este año por el equipo docentes de la escuela técnica de Tokio, la fiesta estaba en su apogeo cuando Nanami decidió que era momento de tomar un poco de aire fresco. Como estudiante del último año, la nostalgia lo había golpeado con bastante fuerza en la época, sumado al sentido de responsabilidad que tenía al haber sido nombrado como supervisor del evento este año por el director Yaga.

Normalmente se desvanecería pronto de estos eventos, no era que socializar o el ruido de la fiesta en realidad le resultará insoportable al punto de disgustarlo por completo; Era solo que quería preservar el mísero indicio de respeto por algunos compañeros que utilizaban estas celebraciones para perder el control y denigrarse ante los demás. Él era respetuoso y todos tenían derecho a un poco de locura y libertinaje en su vida, entendía eso, pero incluso para Nanami Kento le resultaba difícil sostener la mirada cuando algunos gerentes, hechiceros superiores y compañeros de clase dejaban a un lado su pudor en fiestas. de índole familiar y profesional. Había algo conocido como decoro y una fiesta dirigida por una escuela no era la ocasión indicada para dejar salir el monstruo libertino que llevaban dentro y perder la dignidad propia y el respeto ajeno.

Ya tenía suficiente con su senpai de grado especial que se pasaba las reglas de convivencia y de la sociedad misma por el trasero.

Así que antes de perder el respeto por otro superior, se retiraría. No era como si se expulsara totalmente del festejo. Todavía tenía responsabilidades como supervisor de la fiesta y dirigir el evento del amigo secreto para después de los fuegos artificiales de Año Nuevo, y un sentimiento nostálgico y compungido al pensar que probablemente sería la última vez que miraría a algunos de sus compañeros este año.

No era solo su última fiesta Año Viejo como estudiante de la escuela Jujutsu metropolitana de Tokio, sino también, de la hechicería en general. Ya tenía la noción de las universidades que lo llevarían muy lejos del mundo de Jujutsu, preparándose para los próximos exámenes. Todo esto de las maldiciones y la hechicería, él había terminado con esto.

Iba a graduarse en un par de meses y luego diría adiós a este mundo de brujería y engendros malditos. Había estado tan seguro de eso durante años, pero ahora que estaba tan cerca, no podía evitar sentir un poco de sentimentalismo.

Dio un último vistazo a la fiesta desde la puerta de vidrio que llevaba a la azotea del hotel. Mei Mei-san como siempre rodeada de personas, atraiéndolas como polillas a la luz, Shoko-senpai en una esquina bebiendo mientras que un nervioso Ichiji pasado un poco de copas eran inútilmente de ponerse al día con ella. Ni un vistazo ya del baile entusiasta y agresivo al cual Gojo-san había arrastrado a Utahime-senpai hace unos minutos. No tener a su revoltoso superior a la vista hizo que Nanami juntara las cejas en el puente de la nariz; se prometió a sí mismo mantener un control de Gojo Satoru para que no hiciera un desastre como la fiesta del año pasado, pero la música navideña y el olor a comida volvió a sumergirlo en los recuerdos. En cómo podía imaginar a Getou-san colocándose al lado de Shoko-senpai y la acompañaba con una copa mientras ambos se reían de los pasos de baile de su amigo albino, o como en podía escuchar la risa de Haibara mientras hablaba con una de las gerentes y luego la invitaba a bailar con una risa nerviosa y entusiasta, haciéndole gesticulaciones a su amigo por la emoción de que la chica lo haya aceptado.

Pensó en cómo ambos estarían preparándose para su graduación, o en cómo él si le habría dado una cálida bienvenida a su compañera de intercambio de la escuela de Kioto, Ren Hinata, en lugar del estoico saludo de Nanami; reflexionó sobre si Haibara estaría de acuerdo con su decisión de cerrar la puerta del mundo de Jujutsu por completo, si intentaría detenerlo o lo animaría, o si lo acompañaría lejos de ahí al ser testigo de los horrores y peligros de los hechiceros, al igual que ser víctimas del mismo sistema negligente que tampoco los protegidos. Incluso cuando su amigo siempre había sido entusiasta, todo este mundo siempre le había dado miedo y pavor, todavía podía recordar el horror en los rasgos de su amigo cuando su hermana pequeña le había comentado sobre cómo ella veía también las maldiciones. La tomó de los hombros con fuerza y le hizo jurar que nunca le diría a nadie sobre eso.

GoUta Thoughts | Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora