- 𝘼𝙇𝙀𝙅𝘼𝙉𝘿𝙍𝙊 𝙓 𝙉𝘼𝙋𝙊𝙇𝙀𝙊𝙉

Recordando momentos.

Al iniciar el siguiente día, napoleón se levanta cansado sin ganas de hacer absolutamente nada. Una gran lástima, ya que ahora iba a tener una reunión con los líderes.

— Ugh, que ganas de seguir durmiendo ahora mismo...

Se levantó de la cama medio dormido, y fue a cepillarse los dientes, preparándose para la reunión. Al llegar a esta, se sorprende al ver a todos casi desesperados discutiendo sobre las tropas y el posible espía que esta en el palacio.

— Oh, wow... ¿Ahora que paso aquí? - Pregunta mirando fijamente a todos los de la habitacion.

— Señor, al parecer hay un espía, y no solo eso... Si no que también un país que no conocemos nos esta mandando advertencias, y según eso, van a empezar a tirotear los pequeños pueblos. Necesitamos algo más...

— ¿Enserió? Bueno, no importa, saben que nosotros somos más fuertes que ellos. No nos harán nada.

— ¡Jaja! Eso es lo que tu crees, las tropas están demasiado cansadas y con mucha hambre, además, aun ni siquiera hemos ideado un plan, ¿Crees que nosotros le ganaremos con esa tontería?

Voltea a ver a el sargento que decía esto, y algo enojado le reclama:

— ¡Pues me lo hubieras avisado desde antes! Es tu culpa por eso.

— ¿Que? ¿Acaso tu sirviente no te contó sobre eso o que? Eres un completo ignorante, si morimos será tu culpa. Y lo sabes, deja de comportarte como si fueras a lograr todo, con tropas casi hambrientas, un país que no conocemos y seguramente sea mejor que nosotros nos invade en las sombras, ¿Que es lo inteligente que estas haciendo? ¡Dime!

Al escuchar esas palabras, se queda boquiabierto, algo enojado al ver como se expreso de tal manera muy hostil con el, aunque no era mentira lo que el sargento le comentaba furioso a Napoleón, pero el estaba intentando hacer algo bueno.

Cuando se termina la reunión, Napoleón camina por el lago en donde se firmo el tratado de paz con Rusia, mientras observa los pajaritos cantando.

— ¡¿AH!? - Pega tremendo grito, haciendo que los pajaritos salgan volando.

— ¡Tranquilo! Soy yo, Alejandro, no te preocupes. Uf, que gran grito eh...

— ¿Alejandro? Uh, ¿Que se supone que haces aquí?

— Bueno, te vi algo estresado mientras caminabas hacia aqui...
Wow, nada a cambiado aquí desde que firmamos ese tratado de paz, la primera vez que nos conocíamos.

— Si, es algo importante para mi, cuando nos conocimos pensé que nos íbamos a caer demasiado mal.

— ¿Enserió? Bueno, yo también pensaba eso, pero al parecer nos caímos genial. Incluso nos besamos... - Suelta una risa.

— ¡Oh! No me hagas recordar eso... - Dice napoleon algo nervioso.

— Tranquilo. No hay de que preocuparse.

Alejandro se acuerda de algo importante, agarra a napoleon de su camisa casi por sus hombros, y lo acerca a él.

— Tengo algo que decirte...

...

Holaaa, porfin volví a actualizar, pues... intentaré actualizar el mismo día, pero el siguiente capitulo será cortito, aun así lo intentaré hacer interesante, gracias a esas personitas con tremenda paciencia que espera que actualize esta cosa xdxd.
Se les quiere

Palabras: 506