04 - "Ups".

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-El esfuerzo dió frutos.


Los tres adultos de la sala observaban con orgullo a los infantes de la sala, ambos estaban teniendo una charla tranquila y jugaban con los juguetes de Megumi. Mientras tanto Yuuji chocaba sus puños con Suguru, satisfecho con los resultados obtenidos.

Fue complicado al principio, ambos niños se mostraban indispuestos a tener una conversación libre de algún tipo de insulto. Se ofendieron, gritaron y casi pelearon. No obstante, el rastro de hostilidad se desvaneció cuando se dieron cuenta que tenían un gusto en común: los perros.

Fue Sukuna, quién sorprendentemente al darse cuenta de ese detalle, inició una conversación libre de sus muecas de molestia o su ceño fruncido. En su lugar, una amplia sonrisa salía a relucir, el lado infantil de Sukuna comenzó a tomar el control e hizo olvidar al menor su coraje.

-Yo creo que después de esto ya no pelearán en clase, aún así podemos hacer que los niños se frecuenten para que continúen conociéndose.

Nanami, a quien Yuuji describe cómo un hombre encantador, sostiene una copa de vino tinto a la par que observa a los menores. Una sonrisa de lado se dibuja en sus finos labios y el alivio se transmite a los otros dos adultos de la mesa. Están contentos con los buenos resultados.

-Y dinos Yuuji -dice Suguru sonriente, sosteniendo con sutileza un tenedor con el que toma un trozo del flan que se había servido cómo postre-, ¿no viven con sus padres?

Yuuji se sorprende por la pregunta. Suspira y se remueve incómodo en su lugar, muchas veces ha revelado su situación a algunos padres de la academia Jujutsu por qué la situación lo ameritaba. Sin embargo, siempre acaba recibiendo algunas miradas de lástima y es algo que nunca le ha gustado, mucho menos a Sukuna, quién tiene algunos antecedentes por haber insultado a quien se atreve a mostrarle ese tipo de sentimiento.

El rubio analiza las expresiones y reacciones del pelirrosa, sólo así cae en cuenta de lo que puede suceder, a lo que carraspea y le da una patada suave a Suguru por debajo de la mesa para obligarlo a cambiar de tema. No es la primera vez que se topa con esa situación, sucedía igual con Satoru y Megumi, aunque el primero era más abierto, mostraba desinterés en convertirse en un huérfano.

-¡Ouch! -Nanami a veces tiende a olvidar que Satoru y Geto no son muy distintos en cuánto a su nivel de dramatismo -. ¿Por qué me golpeas?

Disimuladamente menea su cabeza en dirección a Yuuji, tratando de hacer entrar en razón a Suguru.

-¿Qué? -El rubio de repente tiene ganas de estrangularse -. Sólo estoy preguntando, es que no hemos tenido la oportunidad de hablar con sus padres y me dió curiosidad.

La mirada de Nanami y el silencio de Yuuji son la clave para que Suguru entienda. Sus pómulos adquieren un tono rojizo avergonzado a la par que se da una bofetada mental por no haberlo notado antes.

-Lo lamento.

Se sumergen en la incomodidad, dando a paso al silencio acompañado por las risas de los infantes en el living. Yuuji sonríe tímidamente al percatarse de ello, no buscaba volver el ambiente tan incómodo, sólo que no es común que hable sobre eso, más si son personas que recién conoce.

-Nuestra madre falleció cuando Sukuna era un niño, luego mi padre se volvió un misterio y nuestro abuelo se hizo cargo de nosotros, pero falleció hace seis años. -El pelirrosa cambia su rostro a uno más alegre, más que nada porque Nanami parece querer asesinar a Suguru, aparte tampoco era un tema demasiado difícil de tratar -. No sé preocupen, no es nada.

Casualidad || GoyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora