𝑴𝒊𝒔𝒔𝒊𝒏𝒈 ➻ Jᴇᴏɴ Jᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ

Prólogo

...

Me duele la cabeza… todo huele tan mal, dios. Quiero vomitar.

Comencé a abrir mis ojos, mi vista estaba borrosa pero poco a poco se aclaraba. Lo primero que ví fueron mis zapatillas de color blanco, esas que suelo usar para ir al trabajo.

Empecé a tener un poco del control de mis sentidos, me dí cuenta de que estoy atada de manos y pies, no puedo moverme. El miedo que me empezó a invadir me hizo despertarme un poco más, hasta que me dí cuenta del lugar donde estoy, las paredes estaban manchadas por la húmedad, una puerta de metal frente a mi, estaba oxidada y además de eso, había un montón de cajas en algunas esquinas.

¿Un sótano?

Las punzadas de dolor en mi cabeza limitan mis movimientos. Ugh, ¿qué mierda pasó?

Escuché a la puerta de metal abrirse frente a mi. veía dos figuras borrosas. Eran hombres.

—¿Esa es la chica, de verdad? —Lo escuché reírse roncamente— Tan joven y bonita.

—Ah, ya saben lo que dicen— la puerta se cerró haciendo que el mal olor se encerrara de nuevo— el dinero lo puede todo. Incluso corromper señoritas como esta.

—¿Q-qué está-...?

—Oh, ya despertó. —puedo escuchar sus pasos acercándose más y más. —Hola preciosa, queríamos hablar contigo.

Su olor contrastaba bastante con el ambiente, él olía bien, pero la mezcla de olores que habían eran lo suficiente para ponerme peor de lo que estaba.

—¿Por qué estoy atada? —pregunté sin más, mi cabello caía hacia adelante tapando unas cuantas facciones de mi rostro. —¿Quiénes son ustedes? —mi mirada se aclaró lo suficiente para verlos, mi mirada viajó hacia el otro tipo que aún estaba en la puerta.

¿Esto es un sueño verdad? si, debe serlo. No he hecho nada más que romperme el lomo trabajando para estar en una situación así.

—Eso no importa— relamió sus labios y se puso en cuclillas para estar más o menos a mi altura, entrelazó sus manos entre sus rodillas y me miró, tenía barba y se notaba que era mayor. —Los paquetes. ¿Dónde están? 

—¿Paquetes? —pestañeé confundida —No soy repartidora, y no creo que sea la manera de reclamar si fuera una. —fruncí el ceño.

Él rió y el otro tipo se acercó a mi posición.

—Graciosa. —frunció su ceño rápidamente. —Deja de jugar, dime dónde están.

—No entiendo de qué me habla. —dije entrecerrando mis ojos, la puntada en mi cabeza se hizo cada vez mayor. Empiezo a creer que no es un sueño.

El que estaba agachado frente a mí se levantó y se hizo a un lado dándole espacio a su acompañante.

No sé en qué momento pasó, pero sentí un fuerte golpe en mi cabeza que hizo a la silla tambalear, mi rostro quedó volteado a un lado, mi ojos se abrieron de la sorpresa. No emití sonido alguno pues tantas emociones y sensaciones juntas me tienen confundida. Sentí como un líquido caliente llegaba a mi mejilla y mi barbilla, un par de gotas cayeron a mi muslo y al fin logré comprender qué era eso.

Estaba sangrando.

Y como si fuera un tipo de interruptor para mi cerebro, la punzada de antes se incrementó cien veces más. Cerré los ojos con fuerza mientras me mordía los labios, mi respiración era pesada, siento el dolor directamente en mi sien.

—Vendrán más si no empieza a hablar— habló uno de los dos, ya ni siquiera sé quién me habla, no puedo ni pensar bien.

—Les juro que no sé de qué hablan… solo soy una estudiante universitaria— dije con mi cabeza gacha, mi voz se empezó a quebrar.

¿Hace cuánto no sentía miedo?

—Más razones para hacerlo, pagar una matrícula no es fácil. —Mi ojo izquierdo logró captar su imagen a pesar de que la sangre estaba cegando mi campo de visión.

—¡Maldita perra!

Otro golpe, pero esta vez a un lado de mi cabeza y uno en mi estómago que me hizo expulsar todo mi aire.

—Eres la única que está en el almacén cuando desaparecen, según los informes de Lee.

¿El almacén?

—Eres la única que estaba en ese lugar cuando cada maldito paquete se esfuma, y como eres tú, eres la única culpable… así que dinos dónde mierda están.

Mi mente vagó a todos los lugares posibles para entender como me relacionan con un paquete. ¿Drogas? si, es eso.

Pero yo no era la única allí…

Ahora que lo recuerdo… Wooyoung estaba guardando algo en su mochila antes de irse cuando terminó de ayudarme.

Mierda.

—No sé nada, no fuí yo. —siento que me va a explotar la cabeza.

—¡Joder, ya dinos dónde mierda están!— escuché el cargador del arma y una presión exterior al lado de mi cabeza. —Habla o te vuelo la cabeza.

—Hey, cálmate un poco, si la matas no sabremos nada y al final será peor.

—No seas idiota— empujó más el arma hacia mi cabeza laciendome ladearla más— Si no nos vamos en dos días sabes que nos pasará si nos encuentra. No voy a morir como un cerdo en ese matadero.

“Cerdo”

Parece que esa palabra incrementó mi estado de asco actual y no pude soportar más. El olor del sótano, la humedad, el olor a sangre, y los olores a colonia fueron la combinación perfecta para que mi estómago devolviera todo lo que tenía dentro de él en ese momento, los fluidos cayeron a un lado de sus zapatos, mandándoles un poco.

—Joder, que maldito asco— Dió un paso atrás y sentí como mi rostro se volteó de una bofetada. —Maldita perra asquerosa.

—So Hyeok, deja de-

Sus palabras se acortan al escuchar la puerta de metal resonar fuertemente de un golpe violento.

Recosté mi cabeza del espaldar de la silla elevandola un poco, siento que me está empezando a sangrar la nariz. Sin embargo, hay un silencio que me da escalofríos.

—S-señor… —hablaron los dos al mismo tiempo.

Mi campo de visión se limitó a un solo ojo lloroso, mi ojo izquierdo ya estaba totalmente bañado con la sangre que corría de mi sien. Comencé a toser y eso hizo que bajara mi cabeza.

—Diganme…— Escuché pasos adentrándose al sótano— ¿Cuánto tiempo pensaban que iba a pasar sin que yo me diera cuenta de lo que hacían en mis propias narices? —Esa voz me suena familiar.

—Par de imbéciles— Una pequeña risa masculina resonó en el tenso ambiente, pero siento que es igualmente familiar.

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¡Holis!

Cómo verán es mi primera historia así que espero que les guste mucho
Será un poco intenso lo que vendrá :D

Nos vemos en el Capítulo I!

Take a Golden Flower :)