𝐗𝐈𝐗

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🎶Another Love – Tom Odell🎶

Aún no recuerdo el día que me separaron de mi familia.

Yo estaba en pánico, no tenía la capacidad de saber que hora o día era en realidad.

Solo quería volver a casa.

Pero eso fué hasta que me di cuenta de que yo era una garantía.

Una garantía por no poder pagar el tratamiento de un hombre moribundo.

—¡Es un niño! ¡Se lo ruego! —suplicó mi madre cuando varios hombres llegaron a la casa de la abuela en Busan. No tenían dinero para pagar la deuda pendiente, por lo que me prometieron a mí.

—Los  niños siempre son los mejores lacayos, mi señora— Dijo aquel hombre barbón del cual ya no recuerdo el nombre. A pesar de que papá lo repetía una y otra vez para que no me apartaran de su lado. —Si aprenden a manejar un arma a esta edad serán los mejores sin excepción. ¡A tus veinticinco tendrás diez años de experiencia! Felicidades muchacho. —Rió mientras jalaba del cuello de mi chaqueta para que otros dos hombres me sostuvieran. —Ya que la deuda está saldada… ah, no nos volveremos a ver. A menos que quieras que nos llevemos al mayor también, Jae-won.

Grité muchas veces para que hicieran algo. Se supone que soy su hijo ¿no?

Lo último que ví de mi padre fué que agarró a mi madre para que no viniera tras de mí.

Su cara húmeda de lágrimas es la que más recuerdo, la que más tiempo vive en mi memoria. Dejando de lado su rostro cuando era feliz cocinando para Lily y para mí.

Me dieron un golpe tan fuerte que me desmayé por, según ellos, más de ocho horas.

Cuando desperté, lo hice en una habitación oscura y encadenado.

Estaba tan desesperado que empecé a llorar. Quería ver a mamá, a la abuela.

Quería ver el rostro de Lily, ella era buena consolándome.

—¿Lily? ahh, la bastarda interracial? —Un hombre de cabello largo se agachó frente a mi silla—. Era una enorme molestia, igual nos deshicimos de ella. Me daba asco, venía de una familia tan acomodada que no me controlé.

Mi corazón se detuvo por un segundo.

—¿Q-qué le hiciste? ¡No se atrevan a tocarla! —grité desesperado, como si hubiese servido para algo.

El hombre de cabello largo rió.

Una risa que al día de hoy me causa ira.

—Es muy tarde para hacer peticiones. Y digamos que… —sacó su celular— No eres quién para hacerlas tampoco.

Mi estómago se revolvió al ver la foto que me mostraba en su teléfono. No quería que fuera real. Me negaba.

Pero era ella.

La cara de Lily estaba irreconocible, debieron golpearla seguidamente hasta deformarla. Aún tenía su uniforme escolar, estaba lleno de las manchas de su sangre, sangre que el mundo no merecía ver correr. Y ahí en su pecho, estaba la insignia que me hizo querer desaparecer.

Su nombre completo.

La asesinaron el mismo día que yo me había ido a Busan.

La asesinaron por mi culpa, solo por estar cerca de ella.

—Mira su rostro, casi no la reconocerías, ¿verdad? —el hombre de cabello largo sonrió con crueldad mientras mantenía el teléfono frente a mis ojos— Deberías haber visto cómo gritaba, cómo rogaba por su vida. Decía tu nombre, ¿sabes? Fue patético.

𝑴𝒊𝒔𝒔𝒊𝒏𝒈 ➻ Jᴇᴏɴ JᴜɴɢᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora