𝐗𝐗

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El bullicio de la fiesta no se escucha tan fuerte aquí, en este rincón de la residencia donde la seguridad y el sigilo son primordiales. Seokjin hyung camina delante de mí, su postura relajada. Al llegar a una puerta al final de un pasillo, él la abre y me hace un gesto para que entre.

El interior de la habitación es lujoso, con un aire solemne. La mesa en el centro está rodeada por siete sillas, cinco de ellas ya ocupadas. Hobi hyung, con su característica sonrisa tranquila, es el primero en levantar la mirada. Jimin, sentado a su derecha, juega distraídamente con un cuchillo, dándole vueltas entre sus dedos. Taehyung, siempre imperturbable, está inclinado hacia atrás, observándome con su habitual expresión enigmática, y claro que la chica poodle no podía faltar detrás de él. Yoongi hyung, al otro lado de la mesa, parece estar revisando algunos documentos, pero me lanza una breve mirada antes de volver a lo suyo.

Y entonces está él, al otro extremo de la mesa, de pie con una presencia que llena toda la habitación. Namjoon hyung. Su expresión es difícil de leer, una mezcla de satisfacción por volver a vernos a todos, pero también de molestia, una furia apenas contenida. Hace meses que no lo veo; ha estado viajando, supervisando las operaciones en el extranjero.

Cuando mi mirada se cruza con la suya, siento una tensión en el estómago, pero mantengo mi compostura. No puedo mostrar debilidad, especialmente no frente a él.

—Jungkook —dice Namjoon, su voz grave resonando en la habitación mientras deja la chaqueta de su costoso traje sobre el respaldo de una silla. Jin se sienta y se limita a observar—. Me alegra verte… —Hay un breve silencio mientras él me examina—. Aunque estoy un poco decepcionado por algo.

Trago saliva, pero me mantengo firme.

—Hyung —respondo con un tono lo más neutral posible, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto—. También me alegra verte.

Namjoon no pierde tiempo en rodeos, y sus ojos se entrecierran levemente.

—He escuchado que aún no has resuelto el asunto en Incheon —dice, cruzando los brazos mientras me mira fijamente—. ¿Es cierto?

La mención de Incheon hace que un ligero escalofrío recorra mi espalda. El incidente con la policía allí ha sido un problema constante, uno que he intentado manejar, pero que ha sido más complicado de lo que esperaba.

—He estado trabajando en ello —respondo, midiendo mis palabras cuidadosamente—. Las cosas han sido... más difíciles de lo previsto, pero estoy cerca de resolverlo.

Namjoon frunce el ceño, y su mirada se vuelve aún más penetrante.

—Difíciles —repite lentamente, como si estuviera probando la palabra en su boca—. Jeon, lo difícil no es una excusa aceptable para nosotros. Sabes lo que está en juego.

—Lo sé —respondo, haciendo todo lo posible por no apartar la mirada—. Y estoy haciendo todo lo que puedo para asegurarme de que no vuelva a suceder.

Namjoon se queda en silencio por un momento, evaluando mis palabras, mientras los demás observan en silencio. Luego, exhala profundamente y asiente, aunque todavía parece molesto.

—Espero que lo hagas, y pronto —dice finalmente, su voz más suave pero cargada de autoridad—. Porque si no, podríamos encontrarnos en una situación mucho más complicada de la que ya estamos.

𝑴𝒊𝒔𝒔𝒊𝒏𝒈 ➻ Jᴇᴏɴ JᴜɴɢᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora