6. Mary.

239 19 6
                                    

—¿Qué pasó?
—Aparentemente la única persona que tenía en mente que pudo haber sido, no lo es.

Tony se llevó una mano al cabello estaba auténticamente temoroso de la situación, ¿Qué hombre o mujer se había enterado?

—¿Estás seguro que puedes confiar en esa persona?
—Totalmente.

El móvil de Tony recibió una notificación nuevamente, imaginó que podría tratarse de esa persona misteriosa.
Y efectivamente así era.

"Tienes que dejar de jugar, no es ninguna broma y si sigues con la misma actitud de ignorarme habrá consecuencias."

Tony lo leyó y se lo mostró rápidamente a Peter para que también lo leyera.
Peter le arrebató el móvil de las manos.

—¿Qué haces?
—Voy a contestarle.
—¿Y qué vas a decirle?
—Que basta de que usted de una orden para que quien sea que esté detrás de esto deje de existir.
—¿Estás loco? —preguntó Tony perplejo, queriendo tomar su móvil nuevamente.
—Pero puede hacerlo, ¿No? Solamente tiene que hacer un par de llamadas y esa persona podría dejar de respirar hoy mismo y arruinarnos esto.
—Claro que puedo... Pero no es tan simple como lo ves, la gente se hace preguntas y podríamos salvarnos de esta pero quizá de otra no, además nos estaríamos involucrando en un... asesinato.
—Pero tenemos que hacer algo al respecto. Podríamos al menos amenazarlo un poco o quizá ofrecer un soborno por el silencio.
—No, no, hacerlo sería admitirlo...
—Pero entonces, ¿Qué hacemos? —cuestionó Peter.
—No lo sé.
—Calmemonos, ¿sí?, ya pensaremos en algo.
Le dijo a Tony y se acercó a él, cuál tigre se acerca a su presa.
—Ok — susurró el mayor sintiendo y observando como cada vez Peter estaba más cerca de sí y la verdad le encantaba.

Peter respiró profundamente aspirando así el prohibido aroma que manaba de su amante.

—¿Me extrañó? —preguntó Peter muy cerca de la prisión que era el par de labios del mayor.
—Ujumm —murmuró Tony a duras penas.
—¿Cuánto?
—Demasiado... —se sentía en su adolescencia cuando aquella novia, que en su momento dejó por sentimental y cursi, le preguntaba cosas similares mientras él solo quería sexo. Quizá ese era su karma por todo lo que había hecho antes, por lo que estaba haciendo en ese mismo instante y por lo que haría en un futuro.

Tony se acercó cuál cavernícola falto de amor y besos.
Lo comenzó a besar con ímpetu y dejes de furia, como reprochando así el porqué había dicho ese aclamado "sí". Todo diciéndolo sin musitar una sola palabra.

—Tiene una recompensa que aún no ha reclamado —le recordó Peter quién había recordado sus palabras.
—¿Y cuál es mi recompensa?
—Eso mismo me pregunto yo, ¿qué va a querer usted de recompensa?

Tony sonrió maliciosamente y, si Peter estudiaba su rasgo un poco más, podría jurar que con una sonrisa de felicidad.

—Quiero que hagamos el amor, ya no quiero más sexo rudo, al menos no hoy, quiero que esa sea mi recompensa.
—Por supuesto que sí —Peter le sonrió ampliamente.
De todas las cosas que pudo imaginarse jamás imaginó que pudiera pedir tal cosa.
En realidad se comenzaba a cuestionar si podría dejar a Tony en un dado caso el misterio hombre de los mensajes siguiera amenazando, ¿sería capaz de hacerlo?

Tony le tomó de la mano y suavemente lo llevó hasta la habitación.

—Espera...
Peter alcanzó su celular y busco apresuradamente una playlist en Spotify la cual reprodujo rápidamente.
—¿Tienes una playlist para hacer el amor? —preguntó Tony quien inmediatamente se arrepintió de preguntar eso.
—Para hacerlo con usted... Sí.

Empezó a sonar The Great Gig in The Sky de pink Floyd.

Las manos de Tony recorrieron el cuerpo de Peter el cual aún tenía toda su ropa encima, lentamente le quitó la camisa y comenzó a besarle desde el ombligo hasta los labios los cuales lo habían esperado impacientemente.

El padre de mi novio. (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora