Esa mañana me levanté muy tarde y Harry me despertó a las doce.
-Tengo que decirte una cosa.
-¿El que?- pregunté medio dormida.
-Hace poco los chicos y yo pagamos para ir a un hotel y contábamos contigo, vamos hoy, ¿Vienes?
-...Sssí.
-Nosotros tenemos echo la maleta, nos vamos esta tarde.
-¿Cuánto tiempo es?
-Este fin de semana. Si quieres te ayudo a hacer tu maleta.
-Vale.
Nos levantamos, saqué la maleta, Harry me dijo lo que necesitaba llevar, yo saqué la ropa que me iba a llevar y Harry me ayudó a meter la ropa en la maleta.
Después de esto Harry me dijo que se iba a quedar en mi casa hasta que nos fuéramos al hotel.
A la hora de almorzar, fuimos a un restaurante donde había una comida muy buena, yo invité a Harry. Nos pedimos tacos. Ese restaurante no había cambiado, la comida seguía muy rica.
Tras comer volvimos a mi casa, vimos un rato la tele, estaban repitiendo la entrevista.
-¿Por qué no lo cambias? ¿No las visto ya?- me preguntó Harry.
-Solo hasta la foto.
Cuando oí de nuevo esa pregunta mi corazón se puso a latir muy fuerte y Harry me abrazó y me susurró al oído “te quiero”.
Nos quedamos a ver la entrevista entera y al acabar nos fuimos ya a su casa y Harry me llevó la maleta. Al llegar, Harry fue a por su maleta.
-Hola.-me dijo Louis.
-Hola.
-¿Estás mejor?
-Sí, claro, hemos vuelto.
-¡Enhorabuena! Solo quería protegerte de los paparazzi, no quería que vivieras agobiada toda la vida, paparazzis por allí, paparazzis por allá.
-Lo sé, ahora lo sé.
Harry llegó con su maleta y Louis dijo:
-¿Nos vamos?
Cogió las maletas y las metió en el maletero, me fijé en el coche y le dije a Louis:
-¿Coche nuevo?
-Sí, Por ti, tiene dos asiento más detrás.
-Yo voy con ella atrás.- le dijo Harry a Louis cogiéndome de la mano.
-Sí, entrad. -nos dijo Louis abriéndonos la puerta.
Todos entramos en el coche y nos pusimos en marcha. Louis puso su álbum, take me home y todos cantamos, fue muy divertido y el tiempo se nos pasó muy corto.
El hotel era muy grande y moderno, con muchos cristales en vez de paredes, tenía muchas ganas de entrar y ver las habitaciones, que por lo que me contaron eran habitaciones de dos y dormiría con Harry, podríamos estar hablando toda la noche.
Nos bajamos del coche cogimos nuestras maletas y nos fuimos directos a las habitaciones, allí deshacimos las maletas. Al acabar de deshacerlas, Harry y yo estuvimos tumbados en la cama hablando.
Un rato más tarde escuchamos a Louis en el pasillo y abrimos la puerta.
-¡Uiiiiiiiiiiiii! ¡Uiiiiiiiiiiiii! ¡Uiiiiiiiiiii! -gritaba Louis mientras paseaba en un cochecito de la limpieza.
-¿Nos vamos a la piscina?.- Preguntó Niall.
-¡Sí, venga, vamos!- contesté.
Todos nos cambiamos, yo me puse un biquini nuevo de flores. Y me fui con Harry que tenía un bañador verde. En la piscina estaban Niall y Louis y en un momento aparecieron Liam y Zayn. Estábamos en una especie de barranco que daba a la piscina, Harry me cogió y se tiró conmigo en brazos, todos los que estaban en la piscina se fijaron en nosotros, casi me muero de miedo y de vergüenza.
-¿Estás loco?- le pregunté ya en la piscina.
-Sí, por ti.
-Jeje, casi nos matas.
-Si nos fuéramos a matar saldrías volando porque eres mi ángel de la guarda.
-Calla romántico, jeje.
-¿Buceamos?
-Venga.
Empezamos a bucear de un lado para otro. Estuvimos en la piscina bastante tiempo, a veces nos besamos bajo agua era muy romántico, y más de noche porque había unas luces en la piscina.
Con la piscina nos entró mucha hambre, así que nos cambiamos de ropa y fuimos a un restaurante del hotel a cenar. Yo quería darle una sorpresa a Harry en la habitación y para prepararlo antes de que llegara comí muy rápido, le dije a Harry que tenía mucho sueño y me fui a la habitación.
Estaba superenamorada de Harry, quería que recordara este verano para siempre. Cómo el siempre es muy detallista conmigo, decidí tomar yo la iniciativa. Compré velas perfumadas, seleccioné canciones románticas y esparcí pétalos de rosa por toda la habitación, y cuando estaba todo perfecto, le llamé. Tardó menos de 5 minutos pero ¡la espera se me hizo eterna! Nada más llegar se acercó a mi oído y me susurró:”Estás preciosa”, mientras me abrazaba. Yo sonreí, le abracé y le llevé de la mano a la cama. La luz de las velas creaba un ambiente superromántico, mientras que la música marcaba el ritmo de nuestros latidos. Nos tumbamos y comenzamos a besarnos como nunca lo habíamos hecho. “Este tiempo a tu lado ha sido increíble”, me susurró y yo le respondí: “Pues esta noche será todavía más”. Harry tenía los ojos brillantes y todo salió perfecto como siempre me había imaginado. Al terminar nos abrazamos durante horas mientras compartíamos confidencias, ¡me sentía muy feliz! Esto un sueño para cualquier directioner :)