Dormí mejor que nunca abrazada a Harry. Me desperté cuando entre las cortinas aparecía un rayo de sol.
Al darme la vuelta para estar cara a cara con Harry, me encontré con la sorpresa de que no se encontraba ahí, por un momento pensé que se había ido ya de gira pero en ese momento se abrió la puerta de la habitación y se encontraba Harry con una bandeja en el que había galletas, magdalenas, agua, café, zumo, tortitas...
¡Yo me quedé impresionada!
Harry se metió en la cama junto a mi y colocó la bandeja sobre nuestras piernas.
-Buenos días princesa, espero que tengas hambre.- me dice con una gran sonrisa que hace inevitable besarle.
-No tenías porque haberlo hecho, si con ver tu sonrisa tengo el desayuno servido.
Estuvimos comiendo disfrutando del momento, pero se hacía tarde...
-Harry, ¿no es un poco tarde?
-Pensaba decírtelo más tarde pero no puedo esperar más,- sacó la sonrisa más grande del mundo.- Tengo que contarte lo que me pasó la noche anterior a esta: Era bastante tarde y los chicos fueron a dar una vuelta pero mis ánimos estaban desbordados por no ver tu alegre sonrisa. No dormía en toda la noche, por eso Paul se preocupó y habló conmigo, yo le expliqué cuanto estaba sufriendo, el tuvo empatía y... con mucho trabajo... ¡TE VIENES DE GIRA CON NOSOTROS!
En ese momento me puse de rodillas en la cama para abrazarle, estaba tan emocionada que no me importó dejar caer el desayuno al suelo. Fui la persona más feliz de este mundo.
-¡No me lo creo! ¡Es un sueño hecho realidad!
-Sí, es mi sueño, porque te acompañaré de la mano hasta el fin del mundo aunque tenga luchar contra monstruos, cavar un túnel de 1000 metros, tenga que atravesar el mar nadando o saltar de un rasca-cielo.
-Este es el mayor regalo que podía haberme hecho nadie.
-¡Pues rápido! ¡Venga, la maleta!-dijo levantándose y cogiendo la maleta de debajo de a cama.
Yo muy deprisa fui sacando mucha ropa hasta llenarla al completo. Me duché y me vestí y luego Harry se duchó en mi casa. Al estar completamente listos, a punto de salir de casa, justo en la puerta, me di la vuelta y me despedí de la casa, no la vería durante meses.
Me marché dejando guardada una cajita en el fondo del armario en el que se encontraba ticket del cine y el del parque de las atracciones y la foto de la montaña rusa. También dejo enmarcada mi primera foto con Harry en la ferretería; esta foto se encuentra junto al ramo de flores que Harry me regaló. En el cajón de debajo de la televisión se encuentra el álbum de fotos sin abrir y el CD, esperando a que acabe el otoño para ser visto. Dejo guardada las gafas de sol y el bikini que me regaló Harry para ser usada el próximo verano. Dejando el pequeño pez Harolín en casa de mi prima para que lo cuide y lo mime. Por sobretodo, me voy dejando atrás aquel maravilloso verano lleno de magníficos recuerdos.
Lo único que no dejo es el amor de Harry y la amistad de los chicos.
En unos años cambiaré aquel anillo de plata por uno de oro.
ESTE ES UN SUEÑO PARA CUALQUIER DIRECTIONER :)