Cuando has perdido a tantas personas importantes; cuando crees que ya nada peor te puede pasar y te quedas imaginando como hubiese sido tu vida sin tantas perdidas; cuando los sentimientos se cruzan y extrañar en soledad, incluso lo que nunca fue, sale a jugar en tu mente, es complicado tener esperanzas. Te sientes mal, te sientes enfermo y con un punzante dolor en el pecho.
¿Saben? Yo estoy acostumbrada a ese dolor, y durante mucho tiempo he tratado de esquivarlo. No me pasa constantemente, pero si sucede y siempre ruego porque se vaya y no regrese, pero vuelve y sé también que, de lograrlo, tendría que olvidar a aquellas personas, cuyas ausencias, me ocasionan este vacío, tendría que olvidar que ya no están y lo que una vez fueron en mi vida.
Imposible...
Yo quería dejar ir todos aquellos pensamientos que me golpeaban sin cesar de vez en cuando, pero seguían atados a mí, llegaban en los peores días, en aquellos donde todo iba mal y quisiera tener a mi hermana al otro lado el teléfono, solo para que me dijera: "Todo estará bien, jennie" y claro que extrañaba a mis padres, pero a ellos los perdí cuando era muy pequeña y a ella la perdí cuando era ya consciente de iba la vida.
Casi dos horas de ejercicios al aire libre, no fueron suficientes, nada era suficiente cuando estaba de mal humor y aquellas cosas llegaban a mi mente.
¿Ven? Seguía siendo un mal inicio de año.
Sacudo mis manos con molestia luego de soltarme de las cuerdas donde estuve haciendo ejercicios de resistencia. Las sacudo con fuerza, odiaba estar de mal humor y que el ejercicio no ayudara.
- Oh, pero mira a quien tenemos aquí -La voz fuerte del viejo Brandon llegaba hasta mis oídos.
Lo observo con una sonrisa de medio lado mientras él se acercaba a la banca donde yo decidí ir a sentarme. No más deportes por aquel día.
- Es bueno verlo, ¿Qué tal el año nuevo? -Le pregunto porque no lo pude ver hasta entonces.
- No muy bien, mis viejos huesos se quejan de este frio -Dice sentándose a mi lado. Lo miro con cariño.
- Usted está en muy buena forma, pero por suerte, el invierno se está alejando. - Le recuerdo, ya que estábamos a finales de febrero y al menos se podía salir con ropa deportiva, un poco más fina, que te cubriera bien.
- Si por favor, que se vaya rápido y así poder ganarte más carreras. -Reía.
- Me encargare de que eso no suceda más.
- Claro, claro -Movía la mano para restar importancia a mi alma competitiva- ¿Ya te vas a trabajar? Te estuve observando cuando terminaste de correr y subiste a esas cuerdas -Las señala a pocos metros de nosotros.
- No, no iré a trabajar. -Digo mirando al frente y sintiendo su mirada penetrante sobre mí.
- ¿Tienes cosas que hacer?
- Renuncie -Digo sin mas.
- ¿Por qué? -Pregunta y yo solo suspiro mirando mis manos para quitarme los guantes- ¿Qué te sucede, jennie? -Su voz se suaviza.
- No me sentía a gusto y decidí terminar con eso ayer, además... -Lo miro- No han sido unas buenas semanas para mí. Me siento... me siento extraña -Humedezco mis labios- Y hoy no he parado de pensar en cosas negativas, a veces me pasa.
- ¿Te sientes extraña? -Repite arrugando más su ceño- ¿Cómo enferma?
- No, no es físico, aunque si estuve con un resfriado que me dejo en casa por tres días -Recuerdo aquel resfriado que comenzó en enero y no quedo solo en la noche en que me visito Lisa - ¿Nunca sintió que no estaba haciendo nada realmente bueno en su vida? -Pregunto con angustia.
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💓 En busca de sus latidos| Jenlisa Adaptación
FanfictionAlgunas cosas solo las encuentras cuando dejas de buscar, y que bonita es la vida cuando te da esas sorpresas. Por qué Jennie Kim nunca imaginó que aquella chica del impermeable fucsia, tímida y de pocas palabras haría que su vida se tiñiera de col...