Poco más de dos años antes...
Narra Juliet:
Hija de muggles, no tenía ninguna referencia para elegir casa. Sin embargo, por otro lado estaba tranquila al saber que el sombrero elegiría la casa adecuada para mí. Increíble como el sombrerito mágico me conocería mejor que yo a mí misma. Nerviosa miré a mi alrededor, ignorando por completo la bienvenida que nos estaba dando McGonagall. Llegó el momento, y caminé junto con la multitud de chicos y chicas nuevos hacia el interior del comedor.
El comedor era impresionante. Cuatro larguísimas mesas se extendían dos a dos a ambos lados del pasillo central y, en frente, la mesa de profesores, donde todos nos miraban atentos. Tras un cálido aplauso, Dumbledore comenzó a hablar sobre la elección y pertenencia a las casas, asignaturas y profesores. Cada profesor nombrado se levantaba y recibía aplausos por parte de alumnos e, incluso, de algunos profesores. Yo los miraba atenta, estudiando sus apariencias y pensando qué era lo que me depararían las clases en aquel lugar... En el mundo "muggle" mis notas solían ser sobresalientes. Tenía miedo, y entonces supe que Gryffindor no sería una buena casa para mí. En ese momento nombraron a otro profesor.
-Severus Snape, pociones -dijo Dumbledore dirigiendo la mirada hacia un hombre vestido con una gran túnica negra, pelo grasiento, ojos profundos y negros y expresión fría.
-¿Quién es ese? -preguntó Luna, una niña que había conocido en el tren de camino al castillo.
-Severus Snape, ¿no oíste? -le pregunté.
-No, la verdad. Llevo un rato mirando las velas. Flotan -respondió. Disimuladamente comencé a reír. Atrayendo hacia mí la mirada del profesor que Dumbledore había nombrado. Parecía molesto, así que me tapé la boca mirándolo fijamente a los ojos.
-Parece un sacerdote vestido así... -murmuré.
-¿Un qué?
-Ah, es verdad, tú no sabes... no importa, ya te explicaré.
Dumbledore terminó de hablar, y McGonagall nos dijo que íbamos a ser nombrados y que, cuando esto pasara, teníamos que sentarnos en un taburete que había frente a los profesores para colocarnos el sombrero en la cabeza... y ser colocados en una de las cuatro casas. Estaba muy nerviosa. Los alumnos iban pasando al frente, y yo cada vez temblaba más. Luna fue una de las más rápidas, tan solo con sentarse en el taburete y ponerse el sombrero en la cabeza, este gritó: "¡RAVENCLAW!" No quería separarme de ella, aunque tampoco quería pensar mucho en eso por si interfería en la elección del sombrero... de todas formas, no creía de verdad que se dejase influenciar tanto. Pocos alumnos después, McGonagall dijo mi nombre.
-Juliet Howard -leyó del pergamino extendido. Caminé hacia el frente, y sin saber por qué miré al profesor de túnica negra, que también me miraba atentamente. Me senté y sentí como me colocaban el sombrero marrón, que se movía murmurando cosas que no llegaba a entender. Al fin, habló en voz alta.
-Mmmmm... muy inteligente, mucha sabiduría para lo joven que eres... sin embargo admiro una gran ambición de poder por otra parte. Podrías ser muy grandiosa... ¿Slytherin o Ravenclaw? -preguntó, aunque sabía que no quería que le respondiera en voz alta. Es verdad que Slytherin no tenía buena fama, pero Ravenclaw tampoco me convencía precisamente. -No sé, no sé... tienes una mente un poco caótica niña... mmmmm... ¡RAVENCLAW! -gritó de improvisto, haciendo que me sobresaltara. La mesa de alumnos con corbatas azules comenzó a aplaudir, mientras yo sonriente corrí hacia Luna. Chocamos las manos y nos sentamos a observar el resto de elecciones. Harry Potter fue el que más tardó sentado, teniéndome a mí en segundo lugar. ¿Eso era bueno, o malo para ambos? ¿Estaríamos en el lugar correcto? A pesar de estar con Luna seguía un poco nerviosa.
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Loco por ella | Severus Snape y Juliet Howard
Fanfiction"¡¿TE HAS VUELTO LOCO, SEVERUS?! -me pregunté en voz baja. Loco sí, pero por ella" Juliet Howard es una Ravenclaw de tercer curso, hija de muggles y criada en un ambiente pobre completamente ajeno a la magia. El hecho de que recibiera la carta para...