Loco por ella | Severus Snape y Juliet Howard

Un libro

P.O.V Snape

-Solo me quedan dos, para ella...

-Ella es una alumna al igual que los demás, Severus. El favoritismo no es bueno –dijo mientras extendía la mano.

-¿Quién ha hablado de favoritismo? –pregunté, para después dirigirme a la estantería y coger los últimos pequeños dos frascos de la repisa inferior. Volví y se los coloqué sobre la palma de su mano. Ella cerró el puño.

-Todo el contenido, de golpe –le dije. Me di la vuelta hacia mi escritorio, y oí a la profesora darme las gracias. Juliet salió del baño, saludando a la profesora.

-Buenas tardes, profesora.

-¡Oh! ¡Juliet! ¿Se encuentra usted mejor?

-Sí, gracias a Snape –me señaló con la cabeza, y yo no pude evitar ruborizarme. Miré hacia otro lado, como si no la hubiera escuchado.

-Me alegro... Mire, será mejor que dentro de una hora venga a la enfermería... Tenéis que intentar averiguar entre todas las víctimas quién y por qué se está haciendo todo esto... Severus, será mejor que vayas a buscar ingredientes para más pociones. Hagrid te acompañará, ya está preparado.

-¿Hagrid?

-Si... Hagrid. Espero que no haya ningún problema –dijo ajustándose las gafas.

-Tengo que ir al despacho de Dumbledore.

-Pues hágalo rápido, es una emergencia... necesitamos más pociones. -A continuación, cerró la puerta.

-Bueno, será mejor que me vaya, tengo que devolverle una cosa a Harry antes de esa mini-reunión –dijo Juliet despreocupadamente. ¿A Potter? ¿Qué tenía con Potter? Ya tenía problemas suficientes como para ahora oírle hablar de Potter.

-¿Potter? –pregunté con una mueca de desprecio.

-Sí, le tengo que dar un libro que me prestó anteayer... en realidad es de la biblioteca, pero me daba pereza buscarlo... El lo tenía, y quedamos en que me lo prestaba y que él iba a devolverlo desde que terminara de leerlo –me explicó con una sonrisa.

-Qué servicial... -dije con una mueca de asco, cosa que no pasó desapercibida para Juliet.

-¿Pasa algo con Harry? –preguntó extrañada.

-¿Lo defiendes? –dije sin pensarlo. "¿Eres tonto? ¡Pensará que estás celoso! Espera... ¿lo estoy?" –pensé.

-Espera... no entiendo. ¿Defender de qué? –me preguntó con cara de incomprensión. No sabía por qué estaba actuando de esa forma, pero el oír que hablaba de Potter con una sonrisa... De pronto, ella comenzó a reír. -¿Estás celoso? ¡Es un libro! –exclamó.

-¿Celoso? ¿Estás de broma? Venga ya, no digas tonterías. –me defendí. ¿Yo celoso? ¿De Potter? Nunca. Es verdad que me molestaba un poco... "Espera un momento, Severus. Reflexiona. ¿Por qué te tiene que molestar? No hay razón para ello. Es un libro, un maldito libro...".

-Harry no te cae muy bien... ¿me equivoco?

-No voy a responder a eso.

-¿Por qué?

-Porque no.

-Algún día me lo contarás –aseguró desafiante.

-No creo.

-Vaya que sí.

-Tú, tan segura de ti misma –dije haciendo una mueca de desprecio.

-Tú, tan cerrado con la gente –me imitó, e hizo que sonriera. Cuando me percaté de ello, volví a ponerme serio. –Bueno, hasta después profesor Snape. Gracias por la poción... por todo –dijo con las mejillas rojas.

-No hay de qué. Hasta después, señorita Howard –dije asintiendo con la cabeza. Nunca le contaría nada sobre Potter... ni sobre Lily. Por esta despedida parecería que nunca había pasado nada entre los dos... y era todo lo contrario, habíamos estado más unidos que nunca. Sin embargo, era mejor actuar como si no hubiera ocurrido nada en absoluto. Al fin y al cabo, todavía no sabíamos con exactitud qué sentíamos el uno por el otro. ¿Solo deseo físico? Por lo menos en mi caso no, aunque no sabía el de ella. Había algo más... pero ni de lejos superaba lo que sentiría siempre por Lily. Nunca. "¿O si?" –preguntó una voz en mi cabeza antes de que comenzara a sacar pergaminos de un cajón: tenía que ordenar.