Narra Juliet:
Me encontraba en una habitación oscura, sentada en el suelo con las piernas cruzadas. A lo lejos oía los gritos de mis padres, objetos cayendo y rompiéndose contra el suelo y los ladridos de mi perro. Abrí la puerta, y dejé a mi perro entrar en la habitación. Él estaba temblando, yo también. Al fin y al cabo, no éramos tan diferentes frente a situaciones de ese tipo. De pronto, escuché un golpe sordo, como de un cuerpo caer al suelo. Me arrinconé contra la pared y comencé a llorar: estaba aterrada. Mi padre entró en la habitación, con los ojos llorosos, expresión asustada y ropa manchada de sangre, y me dijo que me levantara. Mi madre yacía en el suelo del salón, con la cabeza sangrando. Se había desmayado, había caído contra la esquina de la mesa. Todo era borroso. La ambulancia se llevó su cuerpo y yo me quedé paralizada mirando al suelo.
Ese recuerdo era muy antiguo... y muy privado. No podía ver eso. "Basta" -dije en voz alta. No ocurría nada, seguía escuchando el sonido de la ambulancia. "BASTA" –grité, no sabía si en sueños o en la vida real. Seguía sin ocurrir nada. De repente viajé a un recuerdo más cercano. Mi primer beso, por fin un recuerdo más o menos alegre. Roger... hacía mucho tiempo que no le veía, dos años. El funeral de mi abuelo. La primera vez que me tiré en paracaídas. Mis padres y yo, sentados en el sillón, con la mirada fija en la puerta por la que acababa de salir uno de los últimos muebles que nos quedaban. Teníamos que confiar en que alguien nos prestara ayuda, y en los ahorros acumulados durante todos estos años. Ambos perdieron el trabajo, los tres no teníamos lo suficiente para mantenernos. Mi madre me abraza, y mi padre nos rodea también con sus brazos. Las tragedias unen, muy cierto. Mi madre comienza a llorar, y se aleja para que no la vea tan destrozada. Mi corazón había dado un vuelco. No podía verla así. "BASTA YA, POR FAVOR" –grité. Nada, no paraba. Un remolino de imágenes era lo único que lograba ver. El premio del concurso de dibujo. La carta que nos denegaba la ayuda económica del gobierno. El comedor social. El pasado fin de año. La muerte de mi abuelo. Estallé. Eso era demasiado, no tenía ningún derecho para hacerme esto. Me concentré, me concentré en expulsarlo de mi mente. Dirigí todas mis fuerzas hacia él y, aunque pareciera extraño, dije "basta" con voz calmada. Firme, segura de sí misma. Entonces, volví al presente. Me sequé los ojos y lo miré.
-No tenías derecho a ver eso –dije con la voz entrecortada.
-Había que hacerlo, por tu bien.
-¿Te sientes orgulloso? ¿Te ha gustado la función? –me levanté de la silla y comencé a vestirme.
-No, no me ha gustado.
-Podías haber parado.
-Sabía que podías hacerlo –aseguró fríamente, estudiando cada uno de mis movimientos sobre aquel suelo de piedra.
-Costó.
-Lo sé.
-No... no sé si podré expulsar esas voces así.
-No podrás –aseguró rápidamente. Me quedé quieta y me volteé para mirarle.
-¿Cómo dices?
-No podrás, tengo que darte más clases. Frente a voces así es diferente.
-Entonces, esto no ha servido de nada –intenté averiguar con el verdadero sentido de lo que acababa de suceder.
-Se podría decir que no, pero mentiría. Ya sabes cómo enfocar tus pensamientos hacia quien está usurpando tu mente, en este caso, yo. Sin embargo, no sabes quién es el que te habla en tu cabeza, y hay que averiguarlo para poder detenerlo de forma permanente. Ese será el segundo paso.
-¿Cuándo? El efecto de la poción no durará mucho más.
-Te puedo dar dos o tres dosis más, y su preparación dura medio día, tranquila. El único problema es que me faltan ingredientes... tengo que buscarlos. Mañana seguimos con esto... ¿vale? –preguntó, aunque parecía más una obligación que una propuesta. De todas formas, tenía que hacerlo, esa voz me iba a volver loca. Se acercó a mí, y se mostró cercano por primera vez desde hacía cerca de una hora. Rodeó mi cuerpo con sus manos, y yo correspondí a su abrazo.
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Loco por ella | Severus Snape y Juliet Howard
Fanfiction"¡¿TE HAS VUELTO LOCO, SEVERUS?! -me pregunté en voz baja. Loco sí, pero por ella" Juliet Howard es una Ravenclaw de tercer curso, hija de muggles y criada en un ambiente pobre completamente ajeno a la magia. El hecho de que recibiera la carta para...