Ahí estaba Yaku, con el corazón en la mano mientras esperaba que la puerta del hogar de los T/a se abriera.
Se había decidido, debía arreglar todo y ser honesto de una vez, todo dependía de él.
— ¿A quién buscas?
Yaku subió la mirada y se congeló, un hombre algo similar a T/n le había abierto la puerta, ¿El problema? Podía jurar que era la persona más alta que había visto y de cierta forma su mirada le intimidada.
— Busco a T/n, soy Yaku Morisuke. — Habló rápidamente, pero entendible para el adulto.
— ¿Yaku? Eres el que tiene a mi hijo como idiota. — Comentó analizándolo. — Supongo que entiendo por qué. — Admitió. — Pasa, T/n está en su habitación.
El menor agradeció y subió rápidamente con las manos sudando de los nervios, al estar frente a la siguiente puerta la miró fijamente, sabía que si cruzaba esa puerta todo estaría resuelto, pero también existía la posibilidad de que no recibiera perdón y fuera ignorado.
El miedo lo carcomía, pero debía ser valiente.
Debía dejar el complejo relacionado a la cuestión de altura que inició todos los malentendidos entre ambos.
— Tú... ¿Qué haces en mi casa? — T/n le miró serio al verlo entrar.
— Hablemos. — Le miró decidido recibiendo un suspiro cansado.
— Yaku, no creo que sea lo mejor, no quiero discutir de nuevo contigo.
— ¡Sólo escúchame entonces! — Le pidió algo angustiado. — Por favor... Por favor, escucha lo que tengo que decir, después verás si me echas de aquí, pero por favor dame una oportunidad para hablar.
El contrario le miró algo sorprendido por su insistencia, pero algo curioso le hizo un gesto para que tomara asiento en la cama.
— Te gusto. — Aseguró el más bajo e iba a ser interrumpido, pero siguió hablando. — No lo niegues, te gusto y entiendo que hayas mentido por cómo te trate todos estos años.
— Yaku, no tienes por qué seguir hablando sobre esto, sé que no es mutuo.
— Es que te equivocas, entiende que si me molestaban Yahisa y la mánager del Karasuno era por algo, todas las veces que hacía o decía algo que te hería era porque no podía controlarme, ya sea celos o vergüenza, no podía manejar correctamente mis sentimientos por ti.
Al oír aquello el contrario le miró sorprendido.
— Yaku, por favor, se directo, sólo me estás ilusionando a este paso. — Suspiró bajando la mirada con un leve rubor. — Me gustas mucho, me tienes en la palma de tu mano y sé que eres consciente de ello, así que no des más vueltas porque mi corazón no lo soporta más.
Yaku le miró ruborizado por sus palabras, sin dudar más tomó sus manos y le miró firmemente.
— Me gustas T/a T/, me gustas tanto que cada vez que nos molestaban reaccionaba mal porque no podía manejar la vergüenza al ser tan obvio, me gustas tanto que cada vez que creo que alguien me puede robar tu cariño me vuelvo loco y me pongo celoso, me gustas tanto que no soporto estar sin ti... T/n necesito tus mimos, tu cariño, el que sólo seas sonriente y abierto conmigo, te necesito. — Apretó sus manos algo nervioso. — Sé que te lastimé y me arrepiento, entenderé si no quieres nada conmigo, pero yo estaría encantado de que me correspondieras y ser tu pareja.
El silencio reinó y cuando el castaño estaba por rendirse unos brazos lo estrecharon con firmeza y calidez mientras besaban su rostro repetidamente, al abrir sus ojos pudo ver la gran sonrisa del mayor que hace mucho no presenciaba y se sintió realizado con ello.
— ¿Cómo no voy a quererte? Yaku, eres el único que me hace sonreír, eres lo que más quiero, Morisuke, me encantas desde hace años y no sabes cuánto me alegra oírte decir todo eso. — Besó su frente suavemente antes de tomar sus mejillas entre sus manos. — Empecemos de nuevo, esta vez con sinceridad... Por favor se mi pareja, Morisuke.
— Desde hoy eres mío y no me pondré más celoso, solo patearé a los que se te acerquen. — Yaku soltó una risa mientras se sonrojaba y sentía su corazón latir. — Mi estúpidamente gigante novio.
— Mi enano Mori-chan.
Ambos rieron antes de juntar sus labios por primera vez en un cálido toque, por fin todo estaba solucionado, por fin después de años podían sentirse, por fin sabían que eran correspondidos.
Ellos por fin lo superaron y se aceptaron, derrotaron aquella cuestión de altura.
¡Hey! Aquí Dai, y hasta aquí ha llegado la historia de Yaku, siento que el final ha quedado algo flojo, pero es lo que pude hacer, agradezco mucho el apoyo recibido en esta historia y cada lectura, pero como se sabe todo tiene un final.
Aunque cuando algo termino otra cosa empieza y en efecto, muy pronto publicaré más historias, aunque esta vez estaré empezando a utilizar oc's para más comodidad.
Sin más que decir, muchas gracias por el amor hacia Cuestión de altura y nos vemos muy pronto.
-ErrorDai-
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〖Cuestión de altura ❦ Yaku Morisuke〗
Short StoryEstar enamorado era algo normal en la adolescencia, lo difícil era confesarlo. Todos sabían que Yaku y T/n se gustaban mutuamente desde primer año, pero nunca se confesaban. Pero el problema para Yaku no es que fuera un hombre o que se notara que él...