CAPÍTULO 6

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¡Adivina qué!

Hoy había algo diferente en la chica. Su entusiasmo era alarmante. Tanto que sorprendió a una adormilada y aburrida Meena que no había descansado mucho durante los días libres y que sentía la mañana cada vez más larga. Tal vez esta sesión conseguiría recargar sus baterías.

¿Qué?

Hablamos de nuevo—. Era obvia su sonrisa mientras hablabaPero hablamos de hablar. O sea; de conversar.

Meena se sintió contagiada por su emoción.

Gran progreso.

¡Lo sé! ¿Verdad? —.­ Soltó una risillaFue realmente dulce. Aún es una idiota, pero una linda idiota.

Meena río. Las cosas mejoraban.

—¿Y qué harás ahora?

La invitaré a salir.

Meena no sabía por qué sintió mariposas en el estómago. Tal vez porque se sentía de alguna manera parte de esa historia y se permitió emocionarse por esa chica.

¿¡Es en serio!?

No como a una cita, Dingus—. ResoplóEmpezaré desde cero. Tengo que armar mi estrategia.

Lo mejor era empezar de cero para llegar a cien. Así que solo le deseó suerte.

Ve por ella tigre.

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Oye tú.

Meena sabía quién era sin necesidad de mirarla. Nadie más tenía esa ruidosa y molesta presencia. Hoy venía con la tolerancia a cero. Estaba cansada, estresada y lo último que necesitaba era a una Aoom jodiendo aún más con su estado de ánimo.

Dije, oye tú.

Cerró los ojos y deseó que se desapareciera y la dejara en paz. Y por supuesto que no lo hizo. Se quedó allí esperando. La realidad era que ella no era de la clase de personas que pudiera ignorar a otras y Aoom no era alguien fácil de evitar de cualquier manera.

Estiró su cuello hacia atrás para mirar hacia arriba.

¿No comes?

La mayoría de sus compañeros ya se habían retirado a la cafetería y algunos pocos seguían a su alrededor tan solo chismeando entre ellos. Usualmente, Aoom desaparecía junto con la horda de estudiantes que iban a la cafetería para buscar a sus amigas y perder el tiempo. ¿Qué había cambiado esta vez?

Meena señaló la pizarra donde momentos antes había garabateado la lección del día.

Tengo que terminar estos apuntes.

No te preocupes—. Desbloqueó su móvil y posó el aparato en frente de la pizarra para posteriormente sacar algunas fotos. Ingenioso. Meena se preguntó por qué jamás se le había ocurrido simplemente hacer eso.

¿Cuál es tu número?

Parpadeó confundida.

¿Mi qué?

Tu número de teléfono. Te enviaré las fotos y puedes terminar tus apuntes más tarde—. Aoom estaba con las cejas elevadas y un dedo sobre la pantalla esperando los dígitos.

El Guardián Secreto-MeenBabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora