CAPÍTULO 15

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Era solo un juego, pero Meena estaba estresada por el atuendo que iba a usar. Todo lo que Aoom le había visto usar era el uniforme escolar. Ahora tenía que poner un poco más de esfuerzo en su ropa. Especialmente si asistiría a una fiesta.

Gruñó frustrada. ¿Por qué tuvo que decir "sí" a eso?, ¿cómo se supone que podría mantenerse allí toda la noche? No solo por Aoom, sino por toda la gente que la ha odiado durante toda la preparatoria.

Tal vez no esté tan mal. Claro. Si Aoom la quería ahí, entonces todo saldría bien. Estaría a salvo. Nada de qué preocuparse.

Se vistió con una camisa de franela y unos jeans, decidió que eso sería suficiente y se dirigió a la escuela.

El lugar estaba lleno y la chica se vio arrastrada al mar de gente vestida de azul marino y dorado o negro y verde. Nunca antes había estado en un juego solo para mirar, siempre estuvo en el puesto de venta o administrando el marcador. No sabía que es lo que tenía que hacer, si buscar a la otra chica o ir directamente a la taquilla y dar su nombre, ¿o el de Aoom? ¿Se supone que siquiera le entregarían una entrada física? No lo habían hablado, ¿y si Aoom lo había olvidado?

Fue salvada de la ansiedad cuando a lo lejos reconoció el ya familiar número de camiseta. Meena no pudo evitar sonreír al ver como Aoom levantaba el cuello buscando a alguien entre las personas. Igual con la altura de Meena, no había manera de que fuera tan difícil de encontrar.

—¿No se supone que tú deberías estar calentando?

La otra chica volteó su cuerpo y agitó su cabeza al reconocer a la dueña de la voz que le hablaba. Sus ojos la revisaron de arriba a abajo. Fue sutil, pero no había necesidad de preguntar si le gustó lo que vio, era muy evidente por la forma en que sus ojos demoraron en revisarla y por lo que su boca se abrió.

Pero el momento duró poco cuando frunció el ceño.

—¡Al fin! ¿Por qué tardaste tanto?

—Lo... ¿Siento?

—Ya, toma—. Le entregó la entrada.

Meena lo miró. —Este es tu boleto de compensación.

—Duh—. Golpeó ligeramente sus nudillos contra la frente de la chica. Había entendido que era una de sus raras maneras de demostrar afecto y pensó que podría vivir con eso, siempre y cuando no dejara algún hematoma.

—¿Aún vienes esta noche?

—Ya estoy aquí, ¿no?

—Me refiero a la fiesta.

—¿Por qué no lo haría?

—¡No lo sé! —. Cruzó sus brazos, estaba increíblemente a la defensiva y tímida al respecto— Tal vez cambiaste de opinión o algo así.

—Por favor—. Resopló— Soy una cita confiable.

Las mejillas de Aoom se encendieron. —¿Entonces estás segura de venir?

Meena dejó de hacer bromas. Se dio cuenta de lo importante que era esa noche para ella, así que decidió darle la seguridad que necesitaba.

—Sí, Aoom.

—Eso pensé— Aoom sonrió.

—Wow, limpien en el pasillo seis—. Gritó una voz chillona directamente al oído de Meena— Tenemos baba aquí en el piso.

La tierna sonrisa de Aoom se evaporó instantáneamente.

—No eres graciosa, Snack.

—Tienes razón, soy la mejor—. Le guiño un ojo a su compañera y luego se giró hacia la otra chica— Lo siento, tendré que robartela. Tenemos un juego que ganar.

El Guardián Secreto-MeenBabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora