Leche De Jirafa

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-Bueno,¡a trabajar!, antes que ese guardia se despierte- El chocolatero aún mantenía esa actitud positiva.

-Creo que ya es suficiente leche- Dijo Kaleth, mirando el balde de metal lleno.

-Parece que tienes razón...Y tú Kaleth, ¿que piensas hacer cuándo seas libre?- Wonka preguntó, mirándolo fijamente.

-No lo sé, no tengo familia que buscar como Noddle.
Tal vez consiga un trabajo en algún restaurante, o puedo trabajar en tu tienda- Kaleth bromeó, claramente eso no tenía posibilidades.

-Eres demasiado negativo, pero tengo algo mejor- Afirmó Wonka, seguro de lo que tenía que ofrecerle a su amigo.

-¿Ah sí?, ¿qué es?- Respondió Kaleth.

-Qué te parece, en lugar de trabajar en mi tienda, ¿también sea tu
tienda?- El joven lo miró fijamente, como si esperara una respuesta positiva.
Pero Kaleth solo frunció el ceño.
-Quiero decir... Si después de esto no tienes a dónde ir, tal vez podríamos compartir la tienda juntos- Exclamó Wonka.

-¿En serio?- Kaleth, aunque sabía que eso tenía probabilidad de no ser cierto, se sorprendió y alegró al oír la propuesta de aquel.

-Claro, compartiremos ganancias- Wonka terminó de ordeñar a la jirafa, vaciando la leche en un frasco que sacó de su mágico sombrero.
Su compañero sólo sonrío.

De un momento a otro, se escucharon pasos acercarse y una voz mayor hablar.
No tardaron en saber que era el guardia, el efecto del chocolate se le había pasado.

-¿Qué hacemos ahora?- Preguntó Noddle, aún en la escalera.

-Yo lo distraeré, ustedes dos terminen de ordeñar a la jirafa y salgan de aquí, los veré afuera- Kaleth habló, tenía un pequeño plan para distraer al guardia.

-¿Estás seguro?- Noddle no estaba del todo convencida y preocupada por su mejor amigo.

Kaleth asintió y salió sigilosamente del habitad de la jirafa, cerrando la puerta detrás de él.
Dejando a Wonka y Noddle solos.

-Huh, ey Noddle, mira esto-
El chocolatero notó la preocupación de Noddle, e inventó algo para distraerla un momento antes de salir del zoológico.
Wonka corrió hacia la escalera dónde la niña estaba, l tomó y comenzó a dar vueltas, lo que hizo reír a la menor.

-¡Willy!- Gritó Noddle, riendo, tomó la lámpara que estaba justo en el centro del techo colgando, la tomó para bajar.
Apenas tocó suelo, Wonka tomó su mano y ambos salieron corriendo del habitad
-Gracias señora jirafa-

Mientras corrían por el camino hacia la salida, Wonka agarró una gran pila de globos sujetados en una lámpara, abrazó a Noddle y juntos comenzaron a despegar del suelo, elevados por el gas de los globos, llegando a la cima de la catedral, caminando suavemente por el techo.

-¡Noddle!- Wonka la llama, mientras volvía a despegar, esta corrió hacia él, tomando su mano para volver a bajar al suelo, mientras soltaba globos para hacerlo.

Cuándo sus pies tocaron suelo frente a una fuente, ambos se soltaron, riendo por el pacífico momento que tuvieron, dejando ir a los goblos que quedaban, observando como se iban volando a algún lugar.
En ese pacífico momento, sus caras fueron alumbradas por la luz de un carro de policía, de este bajó el regordete y bigoton jefe de policía.
-¡Señor Wonka!, ¡Podemos hablar en privado?-

-Si lo desea, oficial- Respondió Wonka.

-Ya puedes irte Aboddlo, o como te llames Niña, esto es entre el señor Wonka y yo- El oficial se acercaba a ellos.
Wonka le dió el bote de leche a Noddle, asegurandolo en sus manos.
-Mejor vete Noddle, no te preocupes por mí, he salido de cosas peores-

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