La Fé No Se Pierde

2K 212 19
                                    

Kaleth y Noddle observaron a ese Joven firmar el papel, bueno..tendrían un nuevo compañero.

Fregoso observó a Wonka levantar la cabeza después de dejar su firma en el papel.
-¡Muy Bien! Ahora sigame, lo llevaré a su habitación- La mujer salió de la barra y se dirigió a las escaleras, guió a Wonka por un camino algo largo hasta la habitación de arriba.
Entraron a la habitación y Wonka volvió a agradecerle, cualquiera caería ante la "comodidad" de la señora Fregoso.

-No hay de que, póngase cómodo.-
Fregoso salió de la habitación y caminó hasta la cocina, sus pasos enojados y fuertes resonaban en la desgastada madera que había en el piso.

-Ay Noddle, te ganaste otra noche en el armario- Comentó Kaleth, mientras lavaba, tomaba uno de toda la pila de platos sucios que había en el estante para lavarlo.

-Lo sé, y lo peor es que no pude evitar que ese chico firmara ese contrato-
Ella sonaba algo decepcionada de si misma, otra noche más en ese armario lleno de polvo e insectos.

No es tu culpa Noddle, Fregoso engaña a cualquiera con esa pinta de amabilidad que tiene- Kaleth trataba de animarla, no era su culpa haber terminado en ese horrible lugar.

-Bueno, tienes razón..- Noddle se vió interrumpida ante un gran azotón, ambos voltearon sorprendidos por el ruido. Fregoso entró a la cocina totalmente enfadada, tomó a Noddle del brazo y la arrastró fuera de ahí.

-¡¡Te voy a enseñar a no entrometerte en mis asuntos, mocosa!!
-Fregoso gritaba, segura de que el nuevo huésped no la escucharia.
Llevó a Noddle hasta una habitación muy desgastada, caminó dentro y abrió la puerta de un armario y arrojó a Noodle dentro, luego cerró la puerta de un trancazo y salió de ahí, dejando a la pobre niña encerrada en ese lugar.

-¡Kaleth! Ven aquí! ¡Me faltas tú, muchacho chismoso! -El chico escuchó eso y rápidamente volvió hacia el lavabo, agarró dos platos y comenzó a tallarlos, escuchó la puerta abrirse y volteó hacia ella.

-¿Sucede algo, señora Fregoso?-
Kaleth trató de sonar lo más normal posible.

-Que bueno que te llevas con Noddle, ¡así podrán hacerse compañía los dos en el armario! - Fregoso se acercó al chico y lo tomó de la muñeca, a diferencia de Noddle, Kaleth era más alto así que Fregoso no alcanzaba totalmente a jalarlo del brazo.

-¡Pero!- Kaleth impuso -¿Entonces quién lavará todos estos platos?, ¿Usted..o Lejía?

-..Escuincle manipulador- Refutó Fregoso, soltando la muñeca de Kaleth -Te salvaste del castigo por hoy, pero quiero esos platos brillando de limpios- Refutó la señora de mala gana. Después de eso, salió de la cocina.

Kaleth estuvo hasta la madrugada lavando todos los platos que había en la cocina, Fregoso lo encerraria por 2 días en el armario si algún utensilio no brillaba.
Sus ojos se cerraban inconscientemente, tratando de descansar al menos un momento. Terminó de lavar todos los trastes que había, suspiró exsahusto y salió de la cocina, caminó por los pasillos tratando de no hacer ruido, pero era casi imposible por esa madera podrida del suelo.

Sus pasos llegaron hasta la habitación de Fregoso, abrió la puerta esperando que esta no rechinara, con pasos suaves, caminó hasta el escritorio y tomó las llaves del armario, dónde Noddle estaba encerrada.

Los grandes ronquidos de Fregoso cubrían el ruido que hacían las desgastadas botas de Kaleth al caminar por la madera crujiente.
Saliendo cuidadosamente de ahí, Kaleth corrió hasta el armario, era un alajerio de llaves, buscó entre varias hasta que por fin puso abrir la puerta.

Noddle!- Kaleth llamó a la niña, mientras abría la puerta, Noddle estaba en el suelo muerta de Frío, Kaleth le extendió la mano para ayudarla a levantarse, ambos salieron de ahí y se dirigieron a la habitación de Noddle, esta al llegar se quitó sus zapatos y acostó en su pequeño catre.
Kaleth se arrodilló a su lado y la cubrió con la manta.

Chocolat Smile Donde viven las historias. Descúbrelo ahora