Registro de observación de Sirenas [BL]

Capítulo 49

Dejar que Sylvie escape del instituto y regrese al mar.

Esta idea no fue algo que surgiera de repente, en realidad existía en la mente de Dorian hace ya mucho tiempo, pero en ese momento era solo una sombra fantasma, ocasionalmente surgiendo de entre la marea de culpa, pero nada más. Dorian nunca había pensado seriamente en la viabilidad de este asunto, porque no valía la pena el pensar en ello, él sabía que la viabilidad de esta idea era casi nula.

Incluso si no consideramos las consecuencias que traería sobre Dorian el liberar a los sujetos experimentales en secreto, aun es casi imposible que un gigante como la sirena escape del sofisticado equipo de monitoreo y detección del instituto y logré huir de este solo con la ayuda de Dorian.

Quizás antes de llegar a eso, haya otras formas de abordar este problema… como… ¿pedirle por la fuerza a Magmendi que le devuelva los derechos de investigación de Sylvie?
Pero él ya habían firmado el acuerdo antes... No, el acuerdo no era lo importante, si Combsby realmente quería llevarse a Sylvie y cortarle la cola, Dorian no podría detenerlo en absoluto aunque quisiera.

Dorian es un ser humano corriente; solo un investigador débil con una ‘compasión excesiva’, e incluso este título fue puesto sobre él como ‘recompensa’ de Magmendi.

Si ni siquiera pudo recuperar los derechos de descubrimiento  de un calamar, entonces tampoco podría proteger a Sylvie...

Dorian cerró los ojos de repente y respiró hondo, tratando de deshacerse de los pensamientos negativos en su mente.

"¡Dios mío, cuidado en el camino!"

Dorian chocó accidentalmente con un colega que se acercaba.

"Lo siento" Dorian recogió los vasos que la otra parte había dejado caer, pero aún así le dieron una mirada enojada y la otra parte se fue muy infeliz.

Dorian se quedó atónito durante mucho tiempo, recordando que iba al restaurante a comer con David.

David le dio una palmada en el hombro a Dorian y le preguntó preocupado: "¿Estás bien, amigo? Pensé que no tenías trabajo en tu laboratorio. ¿Por qué todavía te ves tan cansado?"
Han pasado tres días ya desde el experimento conjunto, pero Dorian siempre sintió que los gritos de Eve todavía resonaban frescos en sus oídos. No podía explicarle esta situación a David, por lo que sólo puso una excusa y dijo: "Es sólo porque estoy demasiado aburrido. Necesito encontrar algo para hacer, así no me distraeré con pensamientos aleatorios".

"¿No solicitaste unirte al experimento conjunto de sirenas? ¿No te asignaron algún trabajo?" David escuchó vagamente sobre esto.

"Ja, me echaron apenas dos horas después de que entré" Dorian se encogió de hombros fingiendo estar relajado.

David se rió de él sin ceremonias: "¿Por qué mejor no te arrojaron al tanque de agua para alimentar a las sirenas?"

Dorian le puso los ojos en blanco y entró primero al restaurante.

David caminó tras él y lo consoló en un tono enérgico: "Mi querido señor investigador, habrá muchos trabajos que te interesarán en el futuro. Usted es tan sobresaliente que su futuro será ilimitado. ¿Qué dice el dicho de Poseidón? ‘El mar te cuidará bien’.”

Dorian no le respondió, todavía tenía una expresión sin vida en su rostro. Eligió un menú fijo estándar y se paró en la ventana de recogida de comidas esperando para recoger su plato. David volvió a golpearlo con el codo: "Piensa en algo feliz. La Navidad será en solo dos semanas, y luego podremos..."
"Sobre la Navidad… tengo algo que decirte". Dorian lo interrumpió de repente, miró fijamente a David a los ojos y dijo: "David, no planeo ir a tierra en esta Navidad."

"¿Qué?" David quedó atónito.

"No te preocupes, ya conseguí un boleto para ti en el primer vuelo" Después de hablar, Dorian se dio la vuelta y se fue con su plato.

"¡Espera, oye, Dorian!" David rápidamente lo alcanzó llevando su propio plato, y con el ceño tan fruncido como un acordeón le espetó: "¡Sabes que no estoy preocupado por los boletos de avión! ¿Qué pasó? ¿Por qué diablos cambiaste de planes? Hace un tiempo ya habíamos concertamos una cita para ir a mi casa a pasar juntos la Nochebuena".

Dorian encontró un asiento vacío y se sentó, tratando de decirle a David en un tono tranquilo: "Ayer me enteré de que habrá cámaras en mi casa, un equipo de grabación vendrá en Navidad para filmar un documental para Magmendi".

Esto era cierto. Magmendi lo invitó nuevamente ayer a estar frente a la cámara con su madre, pero, por supuesto, Dorian no estuvo de acuerdo.

David sabía del conflicto entre él y su padrastro, pero aún así sintió que Dorian no debería de cambiar de opinión tan fácilmente, e hizo todo lo posible por invitarlo nuevamente: "Puedes venir a mi casa. Mi dormitorio tiene una cama grande, lo cual es suficiente para nosotros dos".

"David, este no es un problema de en dónde quedarme. Simplemente estoy demasiado cansado. Cuando pienso en lo que está por suceder, no tengo el entusiasmo para regresar a tierra. Lamento decepcionarte..."

Dorian bajó la vista, la luz extinguiéndose de sus ojos gris azulados como si se hubieran apagado. David lo miró y descubrió que parecía mucho más delgado que antes, y la molesta arrogancia en él también se redujo mucho. Esto podría parecer algo bueno para los demás, pero David preferiría que Dorian vuelva a ser como antes; como un pavo real arrogante que estaba preparado para picotear a cualquiera que se atreviera a tocar sus plumas.

"No es tu culpa, solo espero que puedas ser feliz", suspiró David, "Si quedarte en el instituto te lo hará más fácil, apoyo tu decisión".

Dorian levantó la vista y lo miró profundamente, diciéndole a su amigo que tenía en frente: "Gracias, David."

Después del almuerzo, los dos se despidieron y regresaron a sus respectivas salas de investigación.

La sala de investigación de Dorian ahora estaba vacía: Owen había sido transferido.

No está claro si fue un arreglo de Magmendi o la propia petición de Owen, ya sea por el primer o segundo motivo, Dorian pudo entenderlo completamente.

La investigación de Dorian ha finalizado y ya no se necesitaban asistentes en esta sala de investigación… Y a demás, Dorian tuvo que admitir que en estos días  últimamente había estado mirando fijamente el tanque de observación, pareciéndose un poco a la apariencia de Livar antes de enloquecer, sería extraño si Owen estuviera dispuesto a quedarse con él después de notar esto.

Hablando de eso, era extraño pensar que los tres asistentes que Dorian alguna vez tuvo lo abandonaron de varias maneras: se dice que la primera regresó a la escuela, pero en realidad puede que esté escondida en la habitación de Magmendi para ser su amante clandestina; el otro se suicido después de cometer un crimen extremadamente brutal y fue a ver a Dios o a Satanás. Y este último, ya fuera por su vida o por su futuro, decidió ir a un trabajo mejor.

Dorian caminó hacia el tanque de observación como un hábito, y la sirena llegó casi al mismo tiempo. Pronto, se convirtieron en el único lugar donde observaba la vista del otro.

Dorian levantó la vista y miró a Sylvie, extendió su mano y superpuso su palma con la mano palmeada de la sirena al otro lado del cristal.

Pero al igual que la diferencia de estatura entre humanos y sirenas, las palmas anchas y delgadas de Dorian que pertenecen a un hombre adulto también parecían pequeñas y débiles en comparación con las manos palmeadas de la sirena.

Sin embargo, Dorian pareció no darse cuenta de esto en absoluto y le dijo a Sylvie con mucha firmeza: "Te protegeré. Te juro que regresarás al mar pronto". Incluso si ahora no tuviera ideas para el plan de escape, esta declaración fue una promesa.

De repente, la sirena movió su cola y se alejó nadando, flotó hacia la superficie del agua y luego rápidamente regresó con Dorian, Sylvie repitió esta acción un par de veces más.

"¿Quieres que vaya allí arriba? ¿Qué está pasando ahí arriba?" Dorian siguió sus movimientos y miró hacia el agua, lo pensó por un momento y luego caminó hacia la entrada del tanque en la sala de la red eléctrica.

Antes de irse, Owen solía ir al la entrada del tanque de agua regularmente todos los días para limpiar los residuos arrojados por Sylvie fuera de la red eléctrica (a las sirenas les gusta mantener sus aguas limpias). Por lo que cada vez que Sylvie limpiaba su nido y encontraba peces podridos, cadáveres de camarones, o feas conchas escamosas, estas eran expulsadas por los espacios de la red en la parte superior del tanque de agua.

Dorian pensó que Sylvie le estaba recordando que limpiara la habitación, pero cuando entró en el laboratorio de al lado, inmediatamente quedó atónito al ver lo que tenía delante: ¡perlas!

Muchas perlas esféricas con un brillo rosado se encontraban esparcidas por todo el suelo metálico del laboratorio.

Dorian las recogió con cuidado una tras otra, fueron 136 en total.

"Jesús, no te habrás pasado toda noche llorando, ¿verdad?" Preguntó Dorian preocupado. Este guardó todas las perlas en sus bolsillos, luego cortó hábilmente el suministro de energía y abrió una esquina en la red eléctrica, permitiendo que Sylvie saliera hacia la superficie libremente.

La cola de Sylvie estaba atada con una pesada cadena de hierro. Bueno, estrictamente hablando seria más correcto decir que estaba clavada; La raíz de su cola fue penetrada por un anillo de metal, lo que provocó que ya no pudiera coordinar sus manos y su cola como antes.

Dorian se sentó en el borde del tanque mirando a la sirena en el agua. Sylvie todavía no se había recuperado por completo de las cicatrices del tiroteo anterior, pero Dorian todavía era inevitablemente adicto a su belleza: sus ojos eran como el reflejo de la luna. Su piel, que era tan suave y delicada como el satén, estaba cubierta con un ligero brillo debido al agua, y sus aletas ligeramente ondulantes eran como pétalos de oropéndolas en flor...

En esta mirada silenciosa el uno al otro, Dorian de repente sintió algo…

Lo que estaba debajo de él ya no era el frío suelo metálico del laboratorio, sino las rocas de la playa. Y Sylvie ya no estaba en una solución nutritiva similar al agua de mar, sino en el mar real; un mar azul profundo e infinito.

El sol resplandecía a través de las nubes y brillaba sobre ellos, todo era tan hermoso como un cuento de hadas...

"Dorian—"

Un sonido bajo, persistente y largo.

Esta es la llamada de la sirena.

Ahora Sylvie está muy familiarizado con la pronunciación de esta palabra y pronuncia el nombre de Dorian como la llamada a su compañero en el mar.

Dorian se inclinó y estiró todo su brazo derecho. Pronto, Sylvie se acercó. Tocó el dorso de la mano de Dorian con sus frías manos palmeadas y luego puso toda su cara contra esta. Cuando se retiró de su mano, habían dos perlas más brillando en la palma de Dorian.

"Ya es suficiente Sylvie, ya tengo suficientes perlas" Dorian no sabía si reír o llorar, estimó que Sylvie todavía estaba cavilando sobre el incidente en el que le arrojó el brazalete de perlas a Owen.

Dorian no sabía si Sylvie logró entender sus palabras, pero aun así este le respondió a Dorian con una serie de gorgoteos, que sonaron como la coquetería de un delfín.

Había una emoción compleja y espesa hirviendo en su corazón. Dorian no podía ponerle nombre, sólo sabía que cuando miró a Sylvie y sus ojos se posaron en los ojos gris plateado de la sirena, esta emoción surgió como un tsunami;  Como una oleada que lo golpeó con fuerza, abrumándolo completamente, aplastándolo y convirtiéndolo en espuma en el mar.

Dorian no pudo evitar caer incontrolablemente en la fantasía.

Pensó que quería llevarse a Sylvie a casa, a la tierra.

De los siete días de la semana, Sylvie podría quedarse en la bañera de la habitación de Dorian durante tres días, y Dorian lo acompañaría de regreso a la playa los cuatro días restantes... Si a Sylvie realmente no le gustara estar en la bañera, puede cambiarlo a solo dos días, o un día, o puede quedarse en el mar todo el tiempo. Dorian está dispuesto a vivir en el mar por él...

Solo dame una poco más de tiempo. Pensó Dorian.

Debe haber una forma.