Spicy | ShikaTema

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Está inspirado en Konoha Hiden/cap 496 pero se desliga de la historia oficial (aquí Temari acepta la 'invitación' a las aguas termales. 😈). Otros trabajos de inspiración fueron: 'Finally' de ShrimpArmy, y 'All Caught Up in the Mood' de Meticulous_Melodies (están en AO3, son bastante buenos!)

Además no pude hacerlo más corto, y es prácticamente un one-shot con más historia que 🌶️. Aun así, como advertencia, contiene descripciones un poco explícitas.

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9. Apoyándose en sus hombros por estabilidad.

Sin duda alguna, terminó siendo increíblemente vergonzoso. ¿Cómo se suponía que ella hubiese entendido a la primera que la visita a la habitación de las aguas termales era para evaluar que fuese un bonito obsequio para Naruto y Hinata? ¿Cómo lo hubiese podido adivinar cuando Shikamaru en ningún momento le había explicado eso?

Ella había dicho «sí» cuando no debería haberlo hecho, eligiendo entre los dos un lugar que parecía llenar los gustos de ambos.

Y entonces Temari lo había besado dentro de la tranquila habitación, sus manos deslizándose por los brazos de él hasta que percibió lo quieto que se había quedado. Subiendo de nuevo la mirada a él, Temari había entendido que Shikamaru estuvo terriblemente confuso por la acción, balbuceando cosas incoherentes hasta que pudo retomar de nuevo su voz y murmurar que ni siquiera había pagado aún por nada porque sólo quería mirar y tener la opinión de ella. ¿No le había dicho que esto era por el regalo de bodas para Naruto y Hinata?

Temari, desde luego, nunca se había sentido tan mortificada por algo, corriendo en un impulso hacia el baño de la habitación para encerrarse, sonrojada tanto por la vergüenza como por el enojo hacia ambos. Sólo salió varios minutos después hasta cuando las disculpas de Shikamaru desde el otro lado de la puerta se volvieron molestas y hasta que ella pudo comprobar frente al espejo que el rojo de sus mejillas había disminuído.

—Eres un estúpido, Nara —siseó ella, usando deliberadamente su apellido para hacerle notar su enojo.

Shikamaru dio una mueca como si ella acabara de darle un golpe en el estomago. Luego alzó su brazo detrás de su nuca para rascarse como gesto de nerviosismo.

—Cierto... Realmente pido perdón por los inconvenientes —continuó él a punto de dar una reverencia; Temari lo detuvo, el gesto de él simplemente haciendo que su sonrojo volviera con mayores fuerzas.

—¡No! Sólo... —Temari no supo qué decir exactamente, su enfado disipándose rápidamente mientras sostenía sus hombros para impedirle inclinarse. «¿Sólo procura que no se vuelva a repetir?» «¿Sólo no volvamos a hablarnos?» «¿Sólo regresemos?»

Se estableció entonces un silencio entre ambos, no del tipo cómodo que era usual en ellos, sino uno en el que por primera vez no sabían qué decirse al otro. Temari bajó sus ojos hacia el suelo, otro gesto inusual, fugazmente pensando en lo agradable que se sentía la madera fresca bajo sus desnudos pies. A pesar de su estatus en Suna, Temari realmente no estaba acostumbrada a que las personas gastaran dinero en ella, y tampoco aceptaba obsequios de considerable atención, así que no entendía por qué estaba sintiendo tanta decepción ante el malentendido.

Porque sólo era eso, un malentendido. Vergonzoso, sí, pero nada que infringiera duradero daño alguno en ella o que tuviese que informar de regreso a su propia aldea.

Aún así se sentía incapaz de volver a subir su mirada a Shikamaru.

Habían salido sólo una vez y ahora ella lo había besado sin real permiso o aviso; quizá en Konoha o en un clan tan tradicional como el Nara lo que acaba de hacer era plenamente considerado ofensivo. Quizá era ella la que debía ofrecer disculpas (por mucho que no estuviera de acuerdo con la idea). Además, había quedado como una mujer irremediablemente atrevida, y si bien Shikamaru ésto último ya lo sabía en muchos otros aspectos, nunca había quedado ella expuesta en tan íntimo escenario.